capítulo 4

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P.O.V.Spencer

La cita fue ... bueno increíble es decir poco, Jen estaba increíblemente hermosa, su largo pelo caía como una cascada por su espalda y noté el detalle de que aunque muy sutilmente pero se maquillo, a mí no me hacía falta que ella se pintara; era hermosa de todas formas, pero sabía que esto para ella estaba siendo difícil. Bastante que aceptó mi cita.

Al llegar al restaurante todo fue sobre ruedas. Pedimos pasta ambos y descubrimos que era nuestra comida preferida; teníamos más en común de lo que jamás hubiera imaginado, se rió de mi coche como unas mil veces durante la cena, y bueno, se reía constantemente y eso me gustó. Un color rojo adornaba sus mejillas a cada tanto y me pareció lo más dulce del mundo. Esa chica tan fuerte y arisca, sonrojándose ante mis cumplidos era todo cuanto podía pedir.

Antes de que nos trajeran el postre ya sabía que había algo más que atracción entre nosotros y creo que incluso podría decir que en todo este tiempo que la conocía había llegado a quererla. Sí, quizás sonaba un poco demasiado pero ¿cómo no quererla si había descubierto que era a la mujer de mi vida?

Después de la cena paseamos un poco cerca de un lago, me consintió robarle algún que otro beso pero no eran más que besos inocentes, tenía una gran duda en mi cabeza ya que ¡Dios! Deseaba a esta mujer más que a cualquier otra cosa, pero quería ir despacio, no quería asustarla ahora que habíamos conseguido tanto.

Cuando llegamos a su casa me invitó a pasar. Ambos estábamos un poco nerviosos creo que yo más que ella, a veces, mi orgullo masculino se venía un poco abajo estando con ella. Yo parecía la mujer en muchos de los casos.

Nos sentamos a ver una película, la rodeé con mis brazos y ella se inclinó hacia a mí y me besó.

Por supuesto, le seguí el beso y todas mis barreras se fueron a la mierda en cuestión de segundos. Todo mi cuerpo se convirtió en fuego con sólo rozarle. Le agarré del pelo sin mucho tacto la verdad y la atraje hacia mí. Sólo quería sentirla más y más cerca, su lengua jugaba con la mía e incluso intentaba llevar ella el ritmo de la situación, pero mi cuerpo gritaba de deseo y la empujé hacia atrás poniéndome encima de ella, sus manos estiraban mi pelo con brusquedad y he de decir que eso aún me encendía más. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo sin ningún tipo de cuidado y ella poco más me arrancó la camiseta con sus manos y entonces ahí perdí la razón por completo y me sumergí en su cuerpo sin miedos ni barreras...la haría mía de todas las formas posibles, ya no había marcha atrás.

P.O.V.J.J

Desperté en la cama con una sonrisa de boba cruzando toda mi cara, Spencer dormía a mi lado tan pacíficamente que me daba miedo hacer cualquier movimiento y despertarlo. Las imágenes de la noche se repetían en mi cabeza una y otra vez, bocas y manos buscándose desesperadamente, perdí el control en cuestión de segundos y me dejé llevar como nunca antes lo había hecho. Fue increíble, pero ahora me daba cuenta del gran error que había cometido, no podía seguir con este juego mi cabeza solo podía estar en la competición y nada ni nadie podía distraerme por mucho que me gustase.

-Spencer despierta, SPENCER DESPIERTA.Lo empujé con todas mis fuerzas hasta que el abrió los ojos desconcertado.

-Qué pasa ¿estas bien? Dijo asustado.

-Tienes que irte -me levanté y le lancé su ropa a la cara, ya no quería que siguiese aquí- debes irte ahora.

-Pero ¿porqué? aún es temprano, ven dame los buenos días como me merezco.

-No estoy de broma vete ahora, cuando salga de la ducha no quiero verte aquí.

-Jen ¿que pasa? ¿He hecho algo mal? ¿No te gustó lo de anoche? porque yo diría que...

-QUE TE VAYAS AHORA, y deja de seguir con este juego, no me interesa, lo que quería ya lo he tenido ahora vete de mi casa y de mi vida.

- Pero ¿qué estas diciendo Jen? lo que tenemos es diferente, estamos hechos el uno para el otro ¿por qué no quieres verlo? Tú sólo te preocupas de ti y de tu jodida imagen y tus competiciones y o dejas que nadie entre en tu corazón, pero ayer si lo hiciste, no fue un simple polvo como estás intentando hacer ver, fue más, fue mucho más y lo sabes, no dejaré que hagas esto, no me sacarás de tu vida así, por favor, habla conmigo dime de qué tienes miedo, yo no te voy a hacer daño te lo prometo, ven aquí y hablemos por favor...

Me metí en el baño y cerré la puerta para no seguir escuchándolo deseando que se marchara, sí, fue algo más, pero él no tenía por qué saberlo y a mí no me interesaba tener mas complicaciones ahora, ¿verdad?

Cuando salí Spencer no estaba; me tiré sobre la cama y lloré. Yo había provocado esto, pero ¿qué mas podía hacer? Él no pertenecía a mi mundo; su mundo era otro y sólo se había cruzado en mi  camino;no dejaría que trastocase mi vida para luego pisotearme como todos los hombres hacen. Me prometió no hacerme daño, pero yo jamás podría creer en esas palabras, yo estaba por encima de todo eso, pero por más que quería creérmelo, me dolía pensar que se había rendido tan fácilmente; no luchó como supuse que no haría, sólo lo aceptó y se marchó y ni siquiera me creo que lo tratase de la peor forma después de todo lo que él había hecho por mí hasta ahora. De nuevo sola a la realidad, eso era lo mejor para mí. No debía darle más vueltas, debía dejarlo marchar.


UN DESTINO CON DOS CAMINOS #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora