Me quería ir y sabia como hacerlo, solo necesitaba una distracción para tomar el auto e irme de allí. Camine entre las personas que, no evitaban hacer comentarios babosos o piropos, ni uno de ellos me había visto así pero dudo que lo recuerden.
Vi a ross de espaldas hablando con dos chicas y con uno de esos vasos en su mano al cual tomaba, sabia que el era así y no tenia porque sorprender me, suspire profundo y seguí caminando hasta que me choque con una chica haciendo que caiga todo el liquido de su baso en su vestido.
Iba a seguir caminando pero esta me tomo del brazo y me hizo volver a donde ella se encontraba.— mira quien esta aquí, si es la gorda de Laura- me miro de pies a cabeza y luego siguió - ¿no tienes que decir algo bella?
— ¿como que?
— la palabra perdón te suena.
— si descuida, perdono tu ignorancia y tu inmadurez.
— mira marmota, no se quien te crees para hablarme así, recuerda que tu no eres nadie y menos a mi lado ya que yo soy mucho mejor que tu eso recuerdalo - sonrió levemente - a y recuerda ponerte a dieta o ese vestido no te quedara mas - fue lo ultimo que dijo luego de tirarme al suelo y seguir su camino.
En verdad me sentí mal, sabia que no debí seguir comiendo y eso se reflejaba ahora en mi peso. Me levante del suelo con una lágrima que corría por mi mejilla y vi a ross ahí parado.
— laura ¿que te sucedió?
— nada a y dile a esa chica con la cual hablabas que no se preocupe y que lo tendré en cuenta.
Salí de ahí lo mas rápido que pude, en el camino saque mis tacones y me dispuse a correr a la habitación. No pretendía seguir en la fiesta mas tiempo y tenia que escapar de la casa, pero podría perderme en el camino.
Llegue a la habitación y habri la puerta, me diriji a la cama y comense a llorar con mas fuerzas, las pocas que me quedaban, me sentía mal y sola, sobre todo sola. Debí saberlo en realidad si estaba subiendo de peso y pronto quedaria como una vaca. Me levante de la cama y fui a buscar entre los cajones y los muebles algo con que hacer unos pequeños cortes, hasta que encontré entre los cajones un cuchillo y me senté en el suelo con el en la mano.
Una ultima lágrima rodó por mi mejilla cuando el cuchillo toco mi piel, ya no sentía dolor, solo el mismo sentimiento vacío dentro de mi, cada ves que el cuchillo tocaba mi piel me repetía— no quiero derramar una lágrima mas - otro corte - no lo voy a hacer - otro mas - no quiero llorar mas, no lo meresco.
Los cortes no eran tan profundos porque se darian cuenta de la sangre en el piso, limpie todo y me lave los brazos al igual que el cuchillo y lo guarde. Tome un pañuelo negro y lo en volví en mi brazo quedando como una pulsera normal. Me quite el vestido y camine hasta los cajones.
Me puse una camiseta gris y unos chupines negros con una sudadera bordo al igual que la vamps que eran del mismo color. No desarme mi peinado pero pensaba hacerme un rapado en el tal y como lo tenia peinado, desidi salir a caminar necesitaba pensar. Tome mi mochila y en ella guarde toda la ropa que tenia al igual que mi celular, tome las llaves del auto y camine hacia el, me subí y lo ensendí.— nadie se dará cuenta de mi ausencia, menos mi hermano - pensé- claro después de todo no me quería ver ahí.
Puse en marcha el auto y salí de allí. Conduge unos metros pero luego me detube porque no sabia que camino tomar y comense a golpear el volante para luego recostar mi cabeza en el.
— pretendias escapar.
Levante mi cabeza del volante ya sabia quien era el de la voz.
— Laura si es por lo de tu hermano cree me no debes hacerle caso.
— ¿que haces aquí?
— te he dicho que no eres muy buena escapando te.
— si, ya lo has dicho.
— pues te respondiste. No fue difícil seguirte, no traje la moto porque sabia que no sabrías donde ir.
— ¿y pretendes ser mi ángel salvador quien dirá en que dirección debo ir?
Solo sonrió y negó, baje del auto y habri la puerta de atrás sentándome allí al igual que el iso lo mismo.
— Laura ¿porque hulles?
— porque según tu es lo mejor que se hacer ¿no?
— sierto pero yo no siempre voy a estar ahi para salvarte.
— de todas las personas del mundo ¿crees que te nesecito a ti?
— no y cree me yo tampoco necesito de ti solo ... No se creo que me siento obligado a protegerte.
— no estas obligado a nada.
— lo se pero con tigo es diferente - poco a poco se empezó a acercar a mi y a juntar nuestros labios hasta que se detuvo en un cierto punto de distancia - con tigo yo soy diferente.
Esta ves acorto mas la distancia y me beso, sus labios eran suaves y ligeros a los que yo no seguía por mas que quisiera. Tomo mi cara con su mano y se acerco mas a mi en lo que yo me separe de el.
— lo lamento pero yo no seré parte de tu lista.
— ¿que no te gusta de mi? vamos dilo puedo cambiarlo - dijo alejándose por completo y bajando del auto.
Baje tras el y casi en un susurro dije.— que casi siempre estas ahí cuando te necesito.
Creo que logro escucharme porque se dio vuelta y me miro con esos ojos color avellana que de cierta forma tomaban control sobre mi.
— no te equivoques con migo, yo también se irme y jamas regresar.
— pues, entonces no me equivoco en ti porque se que si esto vas mas allá solo llegaras a verme la cara de idiota y te vas a ir.
— ¿ porque estas tan segura de que eso va a pasar? Podría ser lo contrario y yo ser el que termina mal.
— pero yo no soy así.
— y yo tampoco soy de enamorarme y menos de ti ...
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La Luz Al Final Del Caminó
RandomBella a lo largo de la vida tubo muchos problemas emocionales que la llevaron a cometer locura. Ella descubrirá que sus problemas emocionales ayudaran a otras personas, pero en especial descubrirá a alguien que sera la luz al final de su camino...