Capitulo 19 jackson

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Narra laura..

Jackson es un buen chico pero cambio un montón, de cierto modo ahora habla de si mismo y lo grandioso que es.
En verdad ya no lo soporto y tan sólo pasaron dos horas y nos encontramos en el jardín de mi casa, necesito a alguien que me salve, una ayuda, algo. Para mi suerte mi móvil comenzó a sonar.

- laura estoy frente a tu casa.

- ¿que quieres ross?

- hablar.

- bien, pero ahora estoy con jackson. No puedo

En realidad quería salir corriendo pero, eso arruinaría todo.

-laura , no te hagas la rogar que no te queda, sal ahora de allí o entro por ti.

- no lo hagas, ya voy.

¿que sucede laura?

— jac ¿te molestaría si salgo un momento ? - es que ya no te aguanto - es que tengo que hacer unas cosas - como huir de ti por ejemplo - y no se a que hora volveré - como nunca podría ser - puedo - me voy.

— vale laura, pero iras así.

— no, me iré a cambiar.

— ok.

Si, bien al fin me podría ir de su lado, pero ver a ross a la cara me duele y me lastima, en realidad me molesta y me da bronca. Subí arriba y tome una calza negra junto a mis vamps del mismo color, seguí con la misma remera blanca pero me puse la chaqueta para ocultar los cortes.

— bien jac, me tengo que ir.

—  okey - me abrazo - a y ten cuidado de que el rubio de porcelana no te lastime , bien.

Como lo supo, en realidad jackson parece tarado pero no lo es, en realidad solo tiene un retrasito mental que le evita pensar bien pero nada que no se solucione.
Salí de la casa y note a ross parado serca de la moto, cruzado de brazos y con los anteojos negros y esa sonrisa que podía con migo ya que en ella se notaba algo de pervecion y sinismo. Cool.

— quisiste evitar un problema  con tu novio ... Que tierno.

— celoso lynch.

— no - se subió a la moto - sino sorprendido de como lo proteges- la verdad no lo protegía ¿porque pensaba eso? - bien... ¿Subes o esperas una invitación formal?

Subí detrás de el, a lo que no me Prendí de su cintura y el solo sonrió, sabia que no me prendería de su cintura y sabia que el no rogaría así que solo avanzo sin mas que decir.
El camino era largo y lindo, los arboles daban a entender que estábamos en la salida de Portland y que ya aquí nadie nos escucharía y que tampoco nadie se metería. Ross toma un sendero de tierra a lo que obliga a que me prenda de su cintura y el sonríe al igual que aumenta la velocidad. Ya entrados en el camino se vio una hermosa casa de dos plantas de madera, que no estaba descuidada y tampoco estaba maltratada.

— baja... - dijo cortante con una voz ronca que me hizo estremecer.

Obvedeci de inmediato y el segundos después hizo lo mismo.

— ¿para que me tragiste aquí?

— no lo se ... - giro sobre sus talones quedando frente a mi - pero descuida que si fuera para matarte, lo hubiera echó hace rato y no frente mi casa.

Oí bien, su casa. Ross era muy reservado con sus cosas y no le había dicho a nadie donde vivía pero yo era la excepción. Camino hasta la puerta y la habrio dejando un espacio entre la puerta y yo.

— pasa - entre en la casa seguida de el que serró la puerta bruscamente

— bien ross me da miedo tu actitud podrías ser el otro ross de siempre.

— para que juegues con migo... No gracias.

— en eso te equivocas, yo no soy así y tu lo sabes - comenzó a caminar hacia mi - yo era... Era así y cambie cosa que tu- choque con la pared y el quedo frente de mi - no podrías hacerlo.

— ¿y que te hace pensar eso laura? - acerco su nariz a mi cuello y inalo mi perfume y dejo un beso en mi cuello haciendo que me estremeciera nuevamente - no me digas Laura ... ¿Tienes miedo?

En realidad temía por lo que me podía hacer pero no debía acobardar me menos ante el.

— la verdad ... No - subió sus besos y poso sus manos en mi cintura.

— me gustas Laura - me beso en los labios y presiono su cuerpo contra el mio - no sabes cuanto.

— ro ... Ross dejame... Por...por favor

— no Laura, por favor solo hoy y además tu no ayudas demaciado eres muy tentadora como para que me detenga.

— ross hablo enserio sueltame - subió su manos por debajo de mi camiseta recorriendo mi espalda en lo que yo no aguanto mas y le doy un rodillaso en la entrepiernas y me echo a correr lejos de el...

La Luz Al Final Del CaminóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora