Capitulo 10.

8 1 0
                                    

**Alejandro en multimedia.**

-¡GOOOOL!- gritó Rodriguez. Iban 2-0 y el equipo de Samuel iba perdiendo. No le gustaba perder, le daba rabia y fastidio. ¿Y eso que significa? 

SAMUEL CONTRERAS RABÓN. MODE ON...

Cogió con rapidez el balón y corrió directamente hacia la portería del equipo contrario. Sin pases, Samuel metió el primer gol de su equipo.  

-¡GOOOL HIJUEPUTA!- gritó con las manos en el aire. Cuando se detuvo vio a una chica pasar. 

 Era rubia no muy alta, iba vestida con un crop-top negro que solo cubría su pecho. Unos shorts de tela con flores naranjas, tiro alto, que cubría lo que el top no. Llevaba también un sombrero que cubría su cabellera rubia. Unas sandalias planas que tenían las correillas hasta antes de las rodillas de la chica. 

-¡¿De quien es todo eso?!- grito Fernandez al lado de Samuel refiriéndose a la chica. 

-Es mi novia, imbécil.- le dijo Samuel a Fernandez con su acento paisa marcado. Salió corriendo hacia donde estaba Manu. 

-Hola, amor.- le dijo Samuel saludándola de beso. Ella se sintió incomoda.- ¿Qué pasa? ¿Te incomoda que te bese en publico? Vamos a mi casa y te saludo como debe...

Pero Samuel fue interrumpido. 

-Samuel, tenemos que terminar.- dijo ella con tristeza. 

-¡¿Qué?! ¡¿Porque?!- las lagrimas salían de sus ojos.- No me hagas esto. 

Todos esos besos, esas caricias, las sonrisas, verla a ella feliz de estar juntos... Ahora todo se iría para abajo, al igual que el animo y las fuerzas de Samuel. 

-Me enamoré de otra persona.- ella también lloraba. A Manuela le dolía tener que dejarlo. Pero le habría gustado menos estar enamorada de Alejandro y todavía tener una relación con Samuel. 

Si, Manuela Agamez y Alejandro Gomez habían seguido hablando por medio de Facebook y ella sólo se había enamorado. 

-¿Y que pasó con el "juntos por siempre"?- pregunto él. Pero no quiso esperar respuesta, las manos ya se le ponían tensas y las venas de sus manos se marcaban. Solo un sentimiento crecía en su interior: Rabia. - ¿Entonces quién es el afortunado?

-Es... Alejandro.- Samuel pateó una piedra que había en el piso. 

-¡¿Con Alejandro Gomez?! ¡¿Alejandro?! ¡¿Cómo?! ¡Hasta ahora se conocen!- decía con fuerza cogiendo con sus manos su pelo castaño.

-Hay veces que simplemente el amor es tan fuerte que te enamoras en un abrir y cerrar de ojos. Las razones no importan, es amor. 

-Está bien, está bien.- se intentó calmar. Se sentó en una de las sillas que había en el parque.- Está bien, me quedaré sentado a ver cómo te enamoras de alguien más. Tú sólo ve, sé feliz con ese imbécil.- se paró de la silla.- Te quería, ¿sabes?

-Lo siento.- el rimel que Manu se había puesto en los ojos se esparcía por sus mejillas gracias a sus lagrimas. 

-Por favor no me digas "lo siento" con la misma mirada que me diste cuando me dijiste "yo jamás te haría eso". Jamás imagine que terminaríamos así. Esperaba ser feliz al lado tuyo. Despertar y ver tu sonrisa a mi lado. Pero... Bueno, fue bonito mientras duró. Y... Yo no hice más que entregarte lo mejor de mi.- se acercó a ella, y como el caballero que era; le besó la mano. Giró sobre su peso con tristeza, pero antes de irse se devolvió. 

-Ah, apropósito, hoy estás hermosa.- se fue, triste y con las manos en los bolsillos. Su cabeza se llenó de escenas con ella que pasaban por su mente como una película. Su sonrisa, su cabello, su cuerpo, su tacto, ella lo hacia feliz. 

El Club de Libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora