MY GIRL 2 (LIAM PAYNE Y TU)

capitulo 54.- las pequeñas cosas.

(liam)

-¿me veo guapo?- salí del baño simulando ser galante y refinado, _________ se giró a verme con el brillo de labios en su mano derecha,  fingió pensar y luego negó con la cabeza.

-te falta algo- tomó su bolso y de él sacó una cajita, de esas en los que vienen los anillos, ¿me pedirá que me case con ella?, “sueñas payne”, ¿Qué?, puede ser que lo haga ella que tanto cree en el poder feminista.

-lo mandé a hacer para ti, espero te guste- me entregó la caja con algo de timidez, esta contenía una cadenita de oro con un dije, el dije era una moneda, como la de ________.

-una moneda, ¿tiene algún significado extraño de duendes?- ella sonrió como si fuera la cosa más obvia del mundo, su mano acarició mi mejilla y suavemente depositó un beso en ella.

-en mi familia es algo simbólico, mi abuela le dio una a mi abuelo, y mi mamá a mi papá, es un acto que indica que tú ya eres parte de mi familia, yo quiero que seas parte de ella- esto es casi como una propuesta de matrimonio, ¿no?, “lo tomaremos como una”.

-yo también quiero que seas parte de mi familia, entonces, ¿esto significa que me das permiso de pedirte matrimonio?- rodó los ojos y me pegó en el hombro, ¿Qué hice?

-¿así nada más?, ¿escribes un libro pero no se te ocurre una forma linda de pedirme que me case contigo?, que original eres payne- “si que original eres payne”, ya está bien, metí la pata, hasta el fondo, se supone que eso no debía decirlo así, “ella tiene razón, has hecho cosas fenomenales para sorprenderla, esta propuesta se la debes hacer de la forma más original”, no tengo mucho tiempo, la otra semana me iré de gira a promocionar mi libro, “tú has creado a un monstruo, la acostumbraste a estas cosas, desde un principio debiste ser como cualquier otro novio normal”, ya está bien, tengo que comenzar a maquinar el plan perfecto.

-era broma, duendecito gruñón, sabes que ese día simplemente te voy a sorprender- ella se giró a verme con los ojos entrecerrados.

-en realidad yo también estaba bromeando- dijo regalándome una sonrisa que le iluminó hasta los ojos.

-¿enserio?, a mi me pareciste convincente- se acercó y se abrazó a mí.

-liam… no importa el lugar ni tampoco lo grande de la propuesta, sabes que diré que sí porque eres tú, siempre vas a ser tú, mi gigantón- sus dientitos blancos se dejaron ver a través de su sonrisa, de un impulso besé su nariz y la alcé un poco dejándola a mi altura.

-soy un príncipe… sí, eso es mejor- ella negó frunciendo el ceño.

-no es cierto, tú eres más como un sapo- le saqué la lengua, ella sonrió de nuevo y depositó un beso en mi cuello.

-entonces… un sapo y un duende, jamás ha habido mejor pareja- con cuidado la deposité en el suelo y ella se alejó un poco para tomar su pequeño bolso.

-lo sé, ahora vámonos que se hará tarde, sapo payne- riendo tomó mi mano y me jaló por el pasillo.