Chapter 7 (Parte 1)

2.7K 160 9
                                    



Cuatros años eran los que habían pasado desde aquel día. Sarada en poco tiempo había conseguido dominar el jutsu médico, y ahora se encontraba almacenando chakra para poder desarrollar el Jutsu Fuerza de un Centenar. En verdad la envidiaba, se había convertido en una hermosa y fuerte adolescente a sus dieciocho años.

Eran las cinco de la tarde y no tenía nada que hacer, por lo que decidí darme un largo baño de sales aromatizantes. Llevaba una semana demasiado estresante para mi gusto, por lo que necesitaba un pequeño descanso para relajarme. Comprobé la temperatura y estaba perfecta. Iba a meterme en la bañera, cuando oigo el timbre de la casa sonar. Maldición.

Mi yo interna estaba llorando desconsoladamente. Tanto era pedir dos horas sin ninguna distracción, luego ya me podrían matar a trabajar. Me coloco mi albornoz y bajo echa una furia las escaleras. A ver quién se atrevía a arruinar mi preciada paz.

Debí imaginármelo antes de abrir la puerta. Quién sino iba a ser...

- ¡Hola frentona!, ¿preparada para salir con tu mejor amiga hoy? – me gritó rompiéndome los tímpanos.

Tranquila Sakura, no la mates, a pesar de todo es tu amiga y es una buena persona; me decía internamente.

Sin más miramientos, le cerré la puerta en la cara y me fui en busca de mi tranquilidad a la bañera. Me quité la prenda y me metí. Debía reconocer que las sales tenían sus efectos.

Cerré los ojos y...

- Frentona, esta ni yo te la perdono – me dijo una voz, por lo que abrí los ojos. Como maldita sea había entrado a mi cuarto de baño.

- Osea, que prefieres estar aquí arrugándote como una pasa, antes de ir conmigo a pasear por ahí – me comentó Ino haciéndose la víctima.

- Sí – le afirmé, para después cerrar los ojos.

Noté unos ruidos por el cuarto, que se disiparon enseguida, por lo que no le di importancia.

Por fin me dejaba sola.

Hasta que...

- ¡Aaaahhhhh!, ¿pero qué haces cerda? – le grité, mientras abría los ojos.

Ino se encontraba delante de mí, con el mango de la bañera, tirándome agua helada.

- ¡Pero para de una vez! – le dije arrebatándole el mango.

- Te estoy despertando para obligarte a venir conmigo ahora mismo, te guste o no – me dijo tirándome una toalla en la cabeza.

Mi paciencia, si es que alguna vez la había tenido, se acababa de agotar. Acumulé chakra en mi puño derecho y lo dirigí a Ino, la cual lo esquivo por pocos milímetros, y el golpe llegó a parar en la pared, que se rompió en mil pedacitos.

- Ala, ya has montado el numerito, ¿nos vamos? – me preguntó con una sonrisa.

Respiré hondo varias veces, y decidí que era mejor vestirse e irse con ella, en vez de matarla y destruir en el proceso mi casa. Sí, esa opción era mucho mejor. Además, no quería darle más explicaciones a Sasuke de por qué he destruido nuestra casa por quinta vez. Ya con el agujero que había hecho bastaba.

- Sí – le respondí con una sonrisa, aunque por dentro me estaba imaginando mil formas de poder matarla dolorosamente.

Una vez vestida y fuera de casa...

- ¿Y qué es lo que querías Ino? – le pregunté.

- Nada. Solo quería salir contigo – me respondió sonriente – hace mucho que no salimos juntas.

Sasusaku - Por la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora