Chapter 10

2.4K 119 9
                                    

Todo es oscuridad a mi alrededor. Lentamente empiezo a andar través de la nada, pero de repente, el llanto de alguien me detiene. Giro inmediatamente para saber de dónde procede y ante mi sorpresa me encuentro a un niño llorando de rodillas. En silencio me acerco a su lado e intento tocarle el hombro. Al percatarse de mí, se voltea y me observa con sus ojos llorosos. Sin saber muy bien por qué, mi corazón se estruja al verlo de esa forma. Ningún niño debería sentir ese sufrimiento a su edad.

Una vez se calma un poco, sonrío. Acaricio su cabeza con cariño, por lo que acto seguido se aleja de mi contacto tímidamente como si estuviera asustado. Me aproximo para alcanzarlo, pero cada vez se distancia más. Antes de desaparecer entre la negrura, puedo observar como tres mantos distintos de chakra comienzan a rodear todo su cuerpo en un afán de protegerlo de cualquier amenaza.

Confundida dejo de perseguirlo.

Después de unos segundos, comienzo a escuchar unas voces lejanas. Intrigada ando hacia su encuentro, pero nunca llego.

Una vez me rindo, dos grandes masas de chakra empiezan a formarse delante de mí. Retrocedo unos pasos por la impresión, pero enseguida me pongo en defensa por si acaso.

-¿Quiénes sois? - les pregunto seria.

- Calla y no hables - me contesta una voz femenina.

Frunzo el ceño. Quién se cree esta.

- Matatabi, es normal que desconfíe, si no le hablamos bien no nos ayudará - le regañó su acompañante, el cual tiene una voz mucho más grave.

Solo hacía falta atar cabos para saber de quiénes se trataba.

- Soy Sakura Uchiha de Konoha. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué no os habéis comunicado con Naruto? - les pregunté extrañada.

- Así que tú eres aquella mocosa - me identificó Matatabi - Bueno... Como veo que eres una persona de confianza te encargaré esta información.

- Antes de nada, mi nombre es Isobu - declaró el segundo biju, por lo que yo asentí.

- Existe una nueva amenaza. Una persona con cualidades más poderosas que las de Madara ha aparecido. Aunque es muy joven, tenéis que prepararos porque alberga fuertes sentimientos de odio en su alma - me informó la biju.

Cerré mis manos formando dos puños por la impotencia.

- ¿Por qué no hacérselo saber directamente a Naruto? - les pregunté curiosa.

- Lamentablemente nos han encerrado dentro de dicha persona y no podemos comunicarnos con él libremente - me respondió Isobu.

- ¿Y por qué conmigo sí? - les cuestioné.

- Posees un objeto capaz de canalizar toda nuestra energía. Por eso hemos sido capaces - me afirmó Matatabi.

- Pero si yo no tengo nada de eso - les negué convencida, pero al ver el caso nulo que me hacían cambié de tema - ¿Me podríais decir quién es esa persona y dónde se encuentra?

- Solo te podemos decir que no es normal. Y sobre su paradero, lo único que sabemos es que va cambiando de lugar continuamente - me contestó la biju.

Una venita salió de mi frente. Cómo pretendían que con esa información supiera quién es. No me habían dado ninguna pista. A veces son demasiado desesperantes.

- Además, lo que él busca es venganza contra unas personas en específico, pero en su cometido puede perjudicar a otros - añadió el tres colas.

Bueno, ya sé algo más.

- Te advertimos de este peligro para que evitéis otra guerra. Naruto ya sabrá qué hacer - me declaró firme la dos colas.

En el momento que les dije que se lo comunicaría en persona lo más antes posible, caí en cuenta de los últimos acontecimientos que había vivido. Era imposible volver en mi estado actual. Mi rostro se puso melancólico al recordarlos.

Sasusaku - Por la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora