Abro los ojos adormilada y una brisa de aire fresco choca contra mi rostro. Inevitablemente me cobijo más en la chaqueta que llevo sobre mis hombros.
Una vez estoy más despierta, veo que el sol se está ocultando por las copas de los árboles.
- ¿Por dónde vamos? - le pregunto para acto seguido ponerme de pie a su lado.
-Estamos a un kilómetro de la aldea - me responde deteniéndose.
Mis ojos se ensanchan ante la sorpresa.
- ¡¿Cómo que ya estamos en Konoha?! Si habré dormido como mucho ocho horas - le contesté impresionada.
- Te equivocas. Llevas un día entero durmiendo - me corrigió.
La vergüenza se adueñó de mi cara. Si no me fallaban los cálculos, debía haber estado todo este tiempo llevándome sin descansar.
- Lo siento - le pedí arrepentida - Si me hubieras despertado no habrías tenido que llevarme.
- Entonces habríamos tardado el doble - me explicó - ¿No que querías llegar cuanto antes?
- ¡Por mis propios medios! No a tu costa - le expresé en desacuerdo.
- Es lo mismo - dijo con indiferencia, para luego reanudar el ritmo de la marcha.
- ¡Oye! - le protesté mientras me ponía a su altura.
Siempre que él quería evadir un tema, hacía lo mismo. Ya era como una costumbre para mí.
Como me había dicho, no tardamos más de cinco minutos en cruzar la entrada.
Por el camino, los niños nos miraban curiosos mientras sus padres o abuelos murmuraban palabras que no pasaban inadvertidas a nuestros oídos. Cualquier suceso extraño para ellos era tentador para generar un chisme. Y este lo era, por supuesto. Ya que no todos los días, los señores Uchiha, se paseaban por las calles de la aldea.
Pero de repente, un susurro captó toda mi atención...
- Pobre chica. Seguro que ha tenido que irse de la aldea porque él se había vuelto a ir - le comentó una mujer a su marido.
- Lo más probable es que la hija haga lo mismo la próxima vez. Ha tenido la desgracia de tener un padre tan egoísta. Si es que se le puede llamar eso - la secundó. Ella afirmó con la cabeza.
Sabía que no debían afectarme tales comentarios, pero muy dentro de mí, eran agujas que se clavaban en mi corazón. No bajé la cabeza, sino que la alcé con altivez y una mirada desafiante.
- ¿Estás bien? - me preguntó Sasuke a mi lado. Sus ojos mostraban preocupación.
- ¿Por qué no debería estarlo? No saben la verdad - mi puño, el cual estaba antes cerrado, se relajó un poco.
- Sabes que eso no es cierto Sakura - me confesó calmado.
En respuesta le sonreí mientras tocaba su mejilla.
- En serio, estoy bien - le aclaré.
En el resto del camino, no escuchamos ninguna conversación más.
Cuando llegamos al despacho del séptimo hokage, abrí la puerta. No sin antes tocar para advertir nuestra presencia.
En el momento que estuvimos dentro...
- ¡Sakura, Sasuke! ¡Cuánto me alegro de volveros a ver, dattebayo! - nos saludó nuestro amigo con alegría.
- Nosotros también - le respondí de la misma forma.
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Sasusaku - Por la eternidad
ФанфикEsta historia se sitúa después de la película Boruto, cuando Sakura y Sasuke están en la azotea de un edificio. Sasuke tomará una decisión que desencadenará una secuencia de sucesos inolvidables para esta pareja y la familia que los rodea.