¡Qué alivio!

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Karla aparcó en el estacionamiento de la agencia y se llevó las manos a la cabeza, confundida. ¿Por qué se sentía tan rara? Definitivamente seguro estaba enferma o algo así. ¿No podía ser por Rogelio, verdad? Porque apenas tenía 3 días de conocerlo y uno no se enamora de buenas a primeras de la gente. Mira nada más, ya hablando de enamoramientos. No estaba enamorada, claro que no. No porque él fuera un chico agradable, juguetón y guapo quería decir que ella se había enamorado de él. Si bien era cierto que en el pasado había caído muy rápido por algunos chicos no se iba a repetir la historia. No después de lo que pasó con Fernando. ¿Entonces por qué se había sentido tan mal cuando se enteró de que Rogelio estaba casado?

Porque le había mentido, era obvio.

Había vivido 3 días con él y ni siquiera se le había ocurrido contarle que estaba casado y que seguramente su esposa vendría a vivir con él muy pronto. Quizá ella la tacharía de prostituta sin antes investigar por qué estaba viviendo en el mismo apartamento que su marido.

Claramente, eso era. En cuanto llegase a la casa, Rogelio la iba a escuchar. Pero antes de que siguiera pensando en qué le diría, su móvil recibió una notificación.

"No te preocupes por los trastos, los fregué antes de salir"

"Te dije que yo lo haría"

"No es necesario si yo puedo hacerlo. Te quedó bueno el batido"

"Gracias. Qué bueno que lo disfrutaste"

"¿Estás bien"

"Claro que sí, ¿por qué?"

"No sé, te noto extraña"

"Oh, tal vez por que me enteré que he vivido con un hombre casado durante 3 días. ¿Crees que sea suficiente razón?"

"Oh, eso..."

"¿Cuándo pretendías decírmelo?"

"No lo creía necesario"

"Eres increíble"

"Pará, pará... ¿vos me estás diciendo que era importante que te lo dijera? Vos y yo...sólo estamos viviendo juntos por el error que hubo con el papeleo, no es como que tengamos una relación"

"No osea, yo sé, me refiero a que ¿qué pasa si tu esposa llegase y me encontrase en el apartamento? Creería que soy alguna prostituta o quitamaridos y no soy ni lo uno ni lo otro"

"Jajaja, sos todo un caso.

Y Jorgelina no es mi esposa"

"KHÉ?"

"Estamos tramitando el divorcio desde hace algunos meses. Hace más de un año que no vivimos juntos"

"No es algo que me interese, Rogelio. Pero gracias por aclararlo"

"Dale que ya no tenés de qué preocuparte. Mirá: me acaban de dar dos boletos para el partido de este sábado contra Morelia. ¿Querés acompañarme?"

"¿No vas a jugar?"

"Vos vas al tablón, piba. Quizá y te dedique un gol por haberme alimentado estos días"

"Okay. Yo voy. No es por el gol, ño."

"Bien, te veo en la noche. Que tengas un buen día"

"Igualmente. Cuídate"

Ni siquiera podía recordar la última vez que fue a un estadio. ¿Pero qué carajo daba? Rogelio casado no estaba. No sabía por qué se sentía tan bien después de saber eso.


¿Y tú quién eres? (Rogelio Funes Mori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora