Capítulo VI

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Jonas

Al terminar de arreglarme el uniforme bajo a comer y veo como una silueta se asoma por el vidrio de la puerta. Agarro unas rodajas de pan de la mesa y me dirijo abrirle a Paris. Ella me recibe con un fuerte abrazo, alegre como todos los días.

De camino al instituto íbamos conversando sobre las tareas pendientes y de Liam, tal párese que se quedó a dormir anoche en su casa sin que sus papas se enteraran.

Se están tomando su relación muy enserio

No podía dejar de pensar en la noche de ayer, me había pasado un poco con Mathias no debí decirle esas cosas, sabía que no podría estar tanto tiempo molesto con él, al solo mirarlo se me olvidaba todo y me hace quererlo cada vez más, tengo grabado aun su perfecto cuerpo bañado de sudor y arena, era un adonis sin dudar. Seguimos hablando hasta que cruzamos la última calle donde se puede apreciar el campus.

Todavía era temprano para entrar así que nos quedamos en el campus viendo pasar a las personas de los diferentes cursos, uno de estos era Nicolás quien paso muy rápido a nuestro lado, después se percató de que éramos nosotros y se devolvió.

─¡No lo puedo creer!, ¿Jonas llegando temprano? ¡Ja! ¿Estas enfermo o algo?-. Me pregunta asombrado.

─Recuerda que ya no voy a surfear. Bueno, no hasta que me compre una tabla nueva─ En eso Paris se levanta y le pregunta.

─ ¿Dónde está la maqueta de la clase de infraestructura moderna?, acaso se te has olvidado de hacerla.

─Tranquilo chicos, hoy parece que no habrá clases por simulacro─ Nos dice exaltado.

¿Simulacro?

La verdad no entendía lo que significaba esa palabra, pero a la final me explican, y ruego no ser uno de los elegidos.

El simulacro era una jornada que se hacía anual, en el instituto es una tradición de esta región, donde elegían a dos personas por curso y competían con armas que disparaban una especie de sustancia que paralizaba en la parte donde hacia contacto. Cada trimestre escogen diferentes paisajes, el pasado estaba repleto de nieve, por lo que el de este año era un total misterio.

Luego de hablar en el campus entramos a la clase, todo parecía ir como un día normal hasta que el director llama a reunirse en el campus. Nos dirigimos en fila uno detrás de él otro; a mi lado estaba Nicolás muy alegré y en el otro estaba Paris un poco preocupada. La verdad no entendía porque las personas le temían tanto, cuando entramos al centro estaban unos grandes anuncios de varios metros de altura con el logo del distrito y el de la institución, en el medio residía el director y a su derecha Mathias con su mirada penetrante hacia el horizonte.

─Oye Nico, ¿qué hace tu hermano ahí parado? ─ pregunto confundido, todas las chicas a mi alrededor empezaron a suspirar y cuchichear sobre lo apuesto que estaba.

Se voltea y me explica que fue el campeón de los pasados juegos junto a Theo llevaba tres victorias consecutivas, alzando el récord en los pasados juegos recibiendo un reconocimiento y una bonificación adicional emitida por la Capital.

Mientras el director habla sobre las normas del juego notó que me mira, luego sonríe, yo volteó la mirada hacia Samantha dándole entender que a ella es a quien deben mirar. La autoridad hace una pausa y decide ir al grano diciendo rápidamente la base de estos juegos.

Los concursantes que hayan ganado anteriormente el evento no podrán ser elegidos, al menos de que se ofrezcan como voluntario, de igual forma pasa con las personas que no son elegidas. Los dos ganadores podrán viajar a la capital y conocer esa maravillosa región por solo 2 días con todos los gastos pagados en un asombroso hotel, además de ser remunerados con una cifra insignificante, todos se quedan asombrados, por lo del viaje, pues según era algo nuevo añadidos por los creadores para hacer el juego más competitivo.

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