Complicidad

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Sean retrocedió anonadado, observaba con sorpresa a ally, cuyos ojos azules ahora estaban muy abiertos por la vergüenza y por la rabia. Por su parte él había tenido la sensación de un cubo de agua fría sobre su cuerpo. La bofetada lo había devuelto a una realidad nada agradable, y mientras intentaba explicarse por qué había sido apartado tan bruscamente, oyó a ally gritarle nuevamente:

-          ¡Imbécil! – escupió furiosa.

-          Pero que dem….- balbuceó estupefacto.

-          ¿Quién te crees que eres? – le reclamó incrédula – ¿crees que puedes hacer lo que quieras? ¿Conmigo? ¡Conmigo! Tienes una aventura con esa mujer, hermana de tu jefe, abusas de tu poder… y ¿creer que puedes liarte conmigo también? ¿Intentarlo siquiera? – ally estaba fuera de sí – tengo noticias para ti, no lo harás, ni siquiera lo intentes.

-          Pero lo he intentado – respondió Sean – y tú no te has negado. ¿Por qué de repente te pones tan digna y santurrona? – dijo arqueando una ceja, esa chica sí que era rara – ¿significó tanto para ti?

Allyson tragó saliva. Es verdad que se sentía indignada, porque él estaba jugando con fuego, y ella no iba a caer en esa trampa. En realidad lo deseaba solo para sí, pero nunca iba a admitirlo, al menos no delante de él. Además estaba enredado con esa mujer,  que le desagradaba más a cada minuto que pasaba. Quizá estaba reaccionado exageradamente, pero no cedería ni un milímetro en lo que respecta a él, no la iba a manipular, aunque fuera de un modo diferente a como lo hacía con el resto.

-          No sucederá más – dijo por fin – no me involucraré en tus líos, ni en tu absurdo comportamiento. Lo que hagas no me interesa en lo absoluto. ¿De acuerdo?

-          Pues bien, entonces deja de seguirme – demandó enojado – no intentes saber lo que después no podrías asimilar. Es una advertencia.

-          ¿O qué? – masculló enojada también – ¿me estás amenazando? ¿También intentarás intimidarme como al resto de la gente que trabaja aquí?

-          No se trata de eso – dijo exhalando profundamente mientras apoyaba sus manos sobre sus piernas, señal de cansancio – no querrías saberlo. Será más fácil para ti si te mantienes al margen.

-          ¿Qué es? – ahora estaba confundida – no entiendo nada. Me hablas como si tuviera que estar alerta de algo, que no sé qué es, y sé que no se trata de ti.

-          Es mejor así – hizo un ademán de continuar hablando, pero se detuvo – olvídalo. En cuanto a lo que acaba de suceder, no ha significado nada, puedes estar tranquila, no te acosaré como bien debes estar imaginando – sonrió irónico – no soy esa clase de persona.

-          Esto…¿No me pedirás que guarde silencio sobre Helena y tú? – interrogó ally más calmada, estaba segura de que él haría todo lo posible por silenciarla, si quería conservar su sitio en la firma – es decir…por Reynald.

-          Puedes gritarlo a los cuatro vientos si quieres – suspiró agotado – de todas maneras, ya estaba harto de toda esa situación.

Allyson lo observó intrigada mientras veía como se alejaba por el pasillo. De pronto, algo en su interior empezó a dar saltitos de alegría, ¿estaba harto de esa situación? ¿Entonces la bruja no le interesaba realmente? Quizá fuera ella quien lo buscaba constantemente, pero… ¿no le importaba que Reynald se enterase? ¿Quería que lo echaran? A decir verdad, pensó ally, todos esos enredos apuntaban hacia algo seguro: la posibilidad de que lo corrieran de la empresa. ¿Eso era lo que realmente quería? Y si era así, ¿por qué? ¿Por qué alguien que deseaba avanzar en el mundo de la moda querría ser echado de una firma tan prestigiosa como aquella? Todo era muy confuso, y quizá como decía él, sería mejor no intentar saber más, pero los instintos de ella la empujaban hacia el camino contrario.

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2013 ⏰

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