TopModel

Indefensa

Ally trago saliva. ¿Hacer la prueba con ese sujeto? No podría hacerlo. ¿Como explicarle a Giu y a Richard que la noche anterior se habían declarado tácitamente la guerra? Ella le tenía aversión. Bueno, quizá era una palabra exagerada, pero tampoco creía que pudiera llevarse bien. Después de lo que había escuchado salir de su boca, no estaba para nada limpio. El parecía tener motivos ocultos contra ell, o simplemente se dedicaba a hacerle  la vida imposible a sus compañeros. No sabía, quizá debía preguntarle al resto. De cualquiera forma, hubiera preferido que no le tocase trabajar con él. No tan pronto, quizá más adelante mientras lo conocía mejor y se preparara para hacerle frente, en caso quisiera intentar arruinar su estadía en la firma. “pero no puedo decir que no, acabo de llegar y no sería lo mejor, ¿quién se pone caprichosa con su trabajo a los pocos días de haber llegado? ¡Pero es tan pedante!” bajó la cabeza, desanimada.

-          Te has quedado callada, ally- pregunto Richard, interesado en el silencio de la chica – ¿qué te parece la idea?

-          Es genial, genial – dudo por un instante – pero. Bueno no lo sé. Es…suena interesante, ¿cuándo será la prueba?

-          Hoy mismo, en unos minutos te reunirás con el equipo y el modelo, para la sesión fotográfica.

-          De…acuerdo – Allyson empezaba a palidecer, un poco nerviosa, este era uno de sus reacciones habituales: ponerse colorada o pálida al momento.

-          ¿No te gusta la idea? – pregunto Giu haciendo una mueca de dolor – yo creo que se vería genial.

-          Yo creo que le ha gustado tanto que se ha quedado muda – Sean apareció de pronto, apoyado en el marco de la puerta, exhibiendo una sonrisa torcida que le daba apariencia de niño malo – no es así, Allyson?

Allyson pasó de la palidez al rojo intenso de la furia. Ahora buscaba avergonzarla delante de todos. No lo dejaría, claro que no. Si tendría que librar una guerra contra él lo haría, no se quedaría callada, no.

-          No me desagrada la idea –  dijo, intentando bajar el tono rosa de sus mejillas – siempre que no hagas una escena por el trucaje.

-          Tienes un interesante color malva – resopló sean, algo molesto – intenta hacerlo desaparecer. Nos vemos en la sesión.

Se retiró cerrando la puerta de un fuerte golpe. Vaya que si se había molestado, ally intento ignorar el hecho, después de todo el había comenzado, era como un niño pequeño buscando pelea. Parecía que todo lo molestaba y necesitaba desquitarse con alguien, y la elegida de esta semana era ella. Esperaba que su provocación cesara pronto.

-          Veo que ya han tenido tiempo para conocerse un poco – insinuó Giu interesadísimo – y que se llevan muy bien. No será un problema trabajar con él.

Todo lo contrario!

-          No cedas a sus provocaciones – le recomendó Richard algo incómodo – a veces es una molestia en las sesiones. Aunque Reynald suele manejarlo muy bien, siempre está agotando mi paciencia.

-          Qué remedio – suspiro ally resignada – ¿comenzamos?

-          Sí, ve a encontrarte con Susan, ella se encargará del maquillaje y de prepararte. Luego dirígete al stage 2. Te estaré esperando – Richard tenía una sonrisa de complicidad ¿Qué estaría pensando?

-          De acuerdo – ally se levantó para salir del lugar para dirigirse al camerino.

No pudo darse cuenta que Sean seguía detrás de la puerta, con una sonrisa algo irónica y susurrando para sí mismo: “esto será divertido”.