Capítulo 8

126 4 0
                                    

Miranda POV'S

Sacudí mi cabeza, nagándome a seguir acosando a Justin con la mirada, era sexi, sí...pero es su privacidad. Ni siquiera debería estar aquí, me siento como una fan psicópata. En realidad solo en simple hecho de tenerlo cerca, prácticamente desnudo, y "tocándose", me hace sentir...rara, excitada. El calor recorre cada centímetro de mi cuerpo, es tan así; que he olvidado la razón que me trajo aquí. La tormenta horrora que se desborda ahí fuera, asustándome hasta la madre.

El mismo debate surgió, ¿Despertarlo o no despertarlo?

Si quiero dormir a su lado, por miedo a dormir sola con todas esas sombras, y ruidos,debo despertarlo. Una risa ezquisofrenica resonó en mi cabeza. Bien, tal vez otras razones morbosas me han traído aquí, y no solo el miedo enfermizo a las tormentas.

Pero no puedo meterme en su cama, cuando despierte puede hasta darle un paro cardíaco por el susto de ver a alguien en su cama, sabiendo que no trajo a una conquista a su lujosa mansión.

Mordí mi labio, nerviosa y aterrada, ¡puede echarme de aquí!, y moví su hombro izquierdo y musculoso. Él gruño y susurro improperios entre sueños, eso lo hace ver como un niño que no quiere ir a la escuela.

Sonreí enternecida imaginándome a Kidrauhl, o bueno Justin, peleando con su madre por tener cinco minutos más de profundo sueño.

Volví a moverlo, pero él solo volvió a gruñir paea darse la vuelta hacia la derecha en posición fetal.

Este chico tiene
el sueño muy pesado, Dios Santo.

Su espalda hancha, bronceada y tatuada.

Su espalda es realmente escultural, tan masculina, y su piel se ve tan suave. Esta vez lo movi bruscamente, el despertó de inmediato; confundido, enojado, y soñoliento. Esta sentado, y su cabello cae por su frente y ojos, haciéndolo parecer tan malditamente tierno. El se voltea en mi dirección, y me mira extrañado. Bosteza, magulla sus ojos, y se estira.

-¿Qué te pasa, Miranda?- dice frunciendo el entrecejo. Me dan ganas de comérmelo a besos. Es tan malditamente guapo, pero eso ya lo sabemos.

-Es que no puedo dormir...-me sonroje furiosamente, debo parecer un tomate.

El me miro, e instalo una media sonrisa, diciéndome con ella que no esta enojado, y que comprende.

-¿Puedo dormir aquí?-pregunte avergonzada, pero es que si me voy a la otra habitación, a dormir sola, lo mas probable es que me la pase rezando toda la maldita noche, y eso no esta en mis planes. Mañana debo ir a entregar unas solicitudes de empleo. No puedo depender de mis padres. Ya soy mayor de edad, o al menos en America Latina si lo soy.

Él asintió, me dejo espacio, y lentamente me acosté a su lado, él nos abrigo con la colcha. Nos quedamos mirándonos a los ojos, en sus ojos hay un brillo peculiar, y no se muy bien que es. Pero lo hace ver mas hermoso, si es que se puede.

Él estiro su brazo, cerre los ojos y sentí sus dedos trazar mi mandíbula. Sentía su mirada en mí, su mirada que quema y me hace hervir. Es increíble lo que su toque produce en mí, es una sensación que nunca sentí, ni siquiera con mi ex.

Creí por muchos años amar a ese bastardo, pero la verdad es que solo era costumbre. Puedo decir que el toque de él, y el toque del maravilloso hombre ante mí; son completamente diferentes en cuanto a las emociones que me hacen sentir.

-Eres preciosa...-escucho esas palabras salir de sus labios. Y me sentí, por un momento, la chica más hermosa del planeta Tierra. Siempre he sido consiente de mis atributos, pero que él me diga que soy preciosa, me hace sentir apreciada, linda, hermosa, sexi.

Le sonreí mostrando mis alineados dientes, y susurre:-Gracias, me siento halagada...-le respondi con modestia.

-No deberías, ya deberías estar consiente de tu belleza, Miranda. A demás estoy seguro que no he sido el primero en decírtelo-me dijo mientras pasaba su mano por mi hombro desnudo, ya que la gran camisa se ha corrido en ese lugar.

-Lo sé, pero que venga de parte de ti lo hace especial-le dije sinceramente. Los chicos siempre me decían que soy sexi, hermosa, follable, linda, preciosa, etc., pero que venga de parte de una de las personas más importantes de mi vida...Lo hace único y especial.

Él lleva su mano a mi mejilla sonrojada, acariciándola, haciendo que todos mis sentidos despierten. Haciendo que el hormigueo que siento se extienda a cada parte erógena de mi cuerpo, sobre todo a mi estómago y a mi coño, que palpita; necesitado de su toque.

Y el vago recuerdo de mis expectativas, y misiones, que me plantee al principio de la noche, destellaron en mis pensamientos.

¿Sería yo capaz de seducirlo? Sé que si me lo propongo lo logro, el cree que soy preciosa, eso es un avance.

Y me dije a mí misma que si no es ahora, no será nunca.

Me acerque más a él, trace con las yemas de mis dedos su mandíbula, tan marcada y tersa. Sentí sus pequeños pelitos (intentos de bigote), los acaricie, él cerro los ojos por un momento, luego los abrió y me miro con una mirada oscura, dilatada.

Nos acercamos lentamente, hasta que nuestras respiraciones se mezclan, el ambiente se siente caluroso a pesar del aire acondicionado, mi cuerpo clama por sus caricias, y mi boca grita querer saborear sus labios rosados, carnosos y deliciosos. No los he probado, pero lo puedo garantizar.

Narrador POV'S

La temperatura sube cada vez mas en la habitación, ambos están locos por dar el siguiente paso, pero los nervios eran evidentes por parte de ambos.

Hasta que Miranda tomo el valor de ser la dominante, estrello sus labios con los él, él la tomo por su pequeña y suave cintura, sentándose y subiéndola encima de su regazo. Sus labios se mueven al mismo ritmo. Los dos saboreando los labios del otro, nada de lengua, solo un par de labios enviando sabores, y emociones, a su dueño.

Él acaricia los muslos de la chica, sintiendo la piel suave y bronceada, queriendo chuparla, por todos lados. Ella llevo sus manos a la mata de cabello color castaño, tirando de el. Él mordio el labio inferior de ella, quien gimio extasiada, el llevo su lengua a su cavidad bucal, acariciando la lengua de ella, tan sedosa, tan enigmática, tan sabrosa. Se imagino aquella lengua alrededor de su eje, chupando cada centímetro de su longuitud, se imagino como se sentiría meterle la polla hasta la garganta, metiéndole los más centímetros que pueda, verter su semilla, sentir ese pelo castaño en sus muslos y rodilla, como sería tener la maravillosa vista de ella saboreándolo.

Tales fantasías enviaron espasmos, y una torrente de sangre a su pene, endureciéndolo al instante. Ella se restregó contras él al sentir su erección clavada en su coño,
sus bragas salpicaban con su semen, el olor de su néctar llego al olfato de Justin, quien gimio y jadeo al sentir el coño de esa mujer empapar sus bóxers, sumándole la fragancia que emanaba de su tesoro. Tesoro que el quiere sentir. Quiere sentir como las paredes sedosas de ella aprietan su polla, ordeñandolo hasta sacar cada litro de su semilla. Sentir ese coño apretado es todo lo que el quiere ahora, y un hombre acostumbrado a obtener todo lo que quiere no puede permitir que se haga la excepción.

La camisa se arremolino en el principio de su cintura, ella ejercía un ritmo lento y torturador. Jadeaba, gemía, se sentía tan cerca solamente con rozar su coño sobre su polla. Él empezó a quitar los botones de esa molesta camisa, el valle de sus senos relucieron y acaricio los bordes de esos senos bronceados. Ella sintió sus pezones ergidos, rogando por una lengua sedoda y morbosa.

******

Hey girls e.e

No subí la sorpresa porque tuve muchas cosas que hacer, puta escuela T_T

Pero bueno aquí les dejo el capítulo ocho, el capítulo nueve lo subire el lunes o el domingo.

Y empezare desde hoy a escribir, quiero que el próximo cap tenga más de dos mil palabras.

Pero bueehhh nos vemos en una semana #kisses

Vota y comenta si te gusto.

One Night |Justin Bieber| +16 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora