Lunes 28 de Marzo de 2016

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Hey, Ángel...

Dejame informarte porque he tardado tanto en escribirte, la verdad es que si te je escrito, pero ha ocurrido un pequeño percance, mi estúpido celular no me deja usar los datos móviles, aunque creo que eso ya te lo había contado...

Bueno, el punto es que según lo lleve a arreglar y me dijeron que era necesario borrar todas la aplicaciones, y pues les dije que sí, ¿Por qué no? Y bueno, cuando regrese me dijeron que no se había podido hacer nada, y que habían borrado las aplicaciones. Llegando a casa comí y fui a descargar las aplicaciones que tenía, y cuando abrí WTT, se había borrado todo ¡Todo! Oh joder la vida me odia...

Vale, en realidad no te perdiste de nada, solo de mí quejándome de las vacaciones, de estar en casa, de no haber hablado con Oscar, ni con CC, ni con nadie que valga la pena mencionar.

Bueno, como no paso nada en vacaciones y como hoy si permiteme que deje eso para después y a que ahora que centre en una cosa... Fernando.

Hoy fui con mi familia al centro, y lo vi, sí tal parece que se nos ocurrió la misma idea "¿Por qué no salir hoy?" vale, alce la vista y ahí estaba él, ya me había visto, lo sé su mirada estaba fija en mí, y ¡Joder! Lo extraño. Pero no nos desviemos, lo mire y le sostuve la mirada, solo por unos segundos, para después volver la atención al helado que estaba comiendo.

¿Sabes? Hay ocasiones, como hoy cuando nuestras miradas se cruzaron en las que siento que no me odia, pero luego se sienta a unos pocos metros de donde me encuentro yo sentada y me doy cuenta de que no me odia, no, ese tío me odia sin remedio alguno.

¡Argh! Desearía odiarlo, en verdad que si, pero no puedo, lo amo demasiado para eso.

Recuerdo la ultima vez que hablamos.

-Tú no me amas -dijo bastante seguro de no equivocarse, pero vaya que lo hacía.

-Claro que lo hago -replique yo, bastante segura de no equivocarme, y claro que no lo hacía.

-No -dijo de nuevo sin ceder una milésima, para después argumentar algo sobre que era el amor, pero pff, si yo lo sabía mejor que él.

-Lo Humanos tienen una versión muy retorcida del amor -dije yo -lo que ellos piensan que es el amor es solo una ilusión.

-Pues a diferencia de ti, yo si creo en el amor -golpe bajo -y solo lo he sentido una vez en la vida.

Claro que yo me enoje, y claro que lo mande a chingar a su madre, y claro que él contraatacó, y claro que yo le respondí peor, y claro que me bloqueo.

Y no exagero cuando lo digo, ese chico me odia, mira que quedarse cerca de donde yo estaba, sé bien que no lo haya hecho para molestar, pero sabe lo que provoca en mí, y bien pudo irse a otro lado, tal vez sean imaginaciones mías, pero luego de verlo desaparecer tras los arboles me levante para ver a dónde cojones se había ido, sí, la curiosidad mato al gato.

Me levante y lo vía sentado a una corta distancia con su novia, dándome la espalda, me quede ahí, parada, y cuando volví a mirar hacia ellos, él se había parado, quedaba de frente a mí.

Lo extraño mucho, Ángel, y no sé si podré seguir así. Un acto de presencia en mi vida más y le hablo, por el Estigio que lo hago.

Cartas a un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora