:: 15 :: Pequeñas Acciones

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Es seguro que de muchas acciones tú nunca te enteres, entre ellas el removerte entre mis sentires, entre los viejos e inútiles recuerdos que empeñado a continuar conservándolos, he ido en busca de un encuentro místico, me he olvidado que al día de...

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Es seguro que de muchas acciones tú nunca te enteres, entre ellas el removerte entre mis sentires, entre los viejos e inútiles recuerdos que empeñado a continuar conservándolos, he ido en busca de un encuentro místico, me he olvidado que al día de hoy solo uno de los dos cala la luz del sol.

Suelo extrañarte a veces de noche otras completo el día, el quizá o tal vez se volvieron ya con el tiempo algo más que un pensamiento errado en su fracaso. Me sigue gustando aquel recuerdo de esos en los que tu sonrisa es dulce y a la vez refleja lo poco que quedaba de inocencia en ti. Siendo aún más sincero aún me gusta sentir al recordar el grosor de esos labios rojos en tiempos de invierno. Ahora el frío que solo puedo encontrar es el de a mi alrededor.

Quizá nunca me perdones el escribir de ti, el hundir el cuchillo y saber no hubo muerte más absurda que te hubieses imaginado, y del cual a solo uno nos cargo con toda su furia, con las ganas de determinar el tiempo final, a otro solo juega a fracturar esperanzas. Quizá sea verdad que mis letras se esfumen como en algún momento nuestro recuerdo lo hará en mente de otros y aún así para ese entonces no estaré para pedir perdones de haber escrito más que un simple y conjugado "te amo"

Te fui transparente, fui vida, luz y un pequeño empujo a sonreír cada día, más nuestros abnegados mundos no compartieron esa cercanía que nos era natural, te me fuiste soltando y entre el espacio el olvido se fue acumulando.

No hubo alguna lágrima derramada para o por ti, al menos no contigo, hubo una etapa, un cambio, una pequeña transición donde involucraba mente, cuerpo y deseos. No siempre fuimos codependientes, nos surcamos cada uno por rumbos de turbulencia absoluta, y los encuentros no quedaban en saludos ocasionales; un amanecer, un brazo cruzado, alguna pierna rozando entre las ajenas.

Son recuerdos, momentos que alguna vez sucedieron, que nos involucraron a no sólo ser una común amistad, fuimos lo que quisimos, sin resentimientos profundos que no se hubiesen sanado, fuimos especialmente libres en convicciones y el tiempo nos supo dar maromeras para ver quién resistía más.

Sátira Reflexión (reedición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora