:: 14 :: Roy Roggers

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Solía andar de farra todas las noches, solía invitar más de una copa a las damas, era elegante, era educado; todo un caballero, un pequeño ejemplo de cómo ser un ser especial y no sólo por acciones de los cuales jamás pediría algo a cambio.

Era atento a todo movimiento, persuadía el momento y solo dejaba que la situación, el entorno, como la ocasión se fuera tornando por sí sola a conveniencia.

Roggers es un gran conquistador en muchos sentidos, su paladar nunca deja de expresar tantas maravillas que suelen todas dar vueltas entre esas ideas locas dentro de las pequeñitas e ingenuas damas.

El señor Roy es de un cierto tipo peculiar de los que saben bien engañar, tiene un toque exquisito para manipular y entre todos sus delirios incluso tiene algunas mentiras que hasta él mismo se las ha ido creyendo a fidelidad.

Es de los que siempre saben o tienen algo qué decir incluso examina el momento y al hacerlo, todo  fluye casi tan espontáneo, totalmente natural; sabe dar los mejores puntos de vista que nadie de esos rumbos ni de esas calles, menos a esas horas de la noche alguien tiene la manera de convencer como lo hace él.

Roggers solía andar a solas entre calles silenciosas, pasaba mirando de frente nunca hacia su sombra, andaba de oscuridad hasta el amanecer; Roy siempre se encontró en su camino más de un lío por eso la cicatriz de su oreja y el cojeo en su caminar, sin embargo no se le vio nunca una sola lágrima derramar.

Sátira Reflexión (reedición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora