Mundos Paralelos

capítulo 3

Narra Max

Cuando llegamos a la casa, le dije buenas noches a mi padre y me fui directo a mi habitación. Tenía bastante sueño y estaba cansado así que me lance a la cama y me envolví con las sabanas, no tarde mucho en conciliar el sueño y quedarme profundamente dormido.

A la mañana siguiente.

-¡Max Max! ¡Carajo ya levántate! ¿Que todos los días tengo que levantarte?

La voz de Fanny estaba molestándome. Hoy realmente no me sentía bien, lo más seguro es que tenia dolor de cabeza, ya que la poca luz del sol que se traspasaba por las sabanas hacían que me doliera mas la cabeza.

-Fanny ¡déjame dormir! Tengo sueño- me tape la cabeza con la almohada para dejar de escucharla pero fue imposible

-¿Así que no te piensas levantar? ¡Bien!- sentí como el colchón se sumía del lado derecho y después empecé a rebotar ya que Fanny se había puesto a saltar arriba de la cama

-¡Fanny estate quieta! No me siento bien, déjame dormir- Tuve que agarrar a Fanny de una mano para que dejara de saltar

-Que amargado eres, ya no eres divertido como antes- Me quería reír por el tono infantil que había puesto, pero el dolor volvió más fuerte

-Le puedes decir a mi padre o al director que no podre ir hoy que me siento realmente mal, por favor-

-¿Realmente si te sientes mal? Pensé que era una broma tuya y me estabas engañando-

-Pues ya viste que no... aaah- Grite del dolor que sentía, realmente si me sentía mal

Fanny me dio unas pastillas y me dijo que si quería que se quedara pero le termine diciendo que no, ya que lo único que me aliviaría el dolor seria dormir y las pastillas. Se despidió y se fue.

Al poco tiempo me quede dormido. Después de varias horas de estar durmiendo, me levante para bañarme y ponerme ropa más cómoda ya que todavía traía la ropa del día anterior. Estaba a punto de acostarme de nuevo pero alguien toco el timbre, no quería abrir pero no me quedaba de otra. Aun caminaba con pocos ánimos y como si fuera un zombie.

-¡Ya voy!

-somos del grupo especial Z.A.C, abra por favor

Abro la puerta y me encuentro con cuatro hombres vestidos de negro con una raya blanca estampada en forma de diagonal en el pecho y con lentes negros. –¡Sí! soy yo-

-nos puede acompañar, por favor

-¿Por qué? No eh hecho nada malo

-El "líder" quiere verlo

-¿Ok? Déjenme cambiarme de ropa

-¡No! Lo sentimos pero tenemos prisa

-Sí pero yo no pienso salir...

No pude decir otra palabra ya que, me sacaron de mi casa, en pijama. Me cubrieron la cabeza con un costal negro y me subieron a un auto y se puso en marcha. Después de varios minutos, bajamos del auto y empezamos a caminar, subimos por un elevador, bajamos y al fin me quitaron el costal de la cabeza.

El lugar era muy blanco. Trate de abrir los ojos pero la luz del lugarera demasiado fuerte y mi dolor de cabeza que se había ido volvió conintensidad. Oí una voz masculina que se me hacia reconocida.