Primera Vez (En edición)

Mamá

11:45 p.m.

Narra Alice:

Era de noche, todo estaba oscuro, yo estaba en medio de un bosque, Estaba sola, con un vestido blanco que llegaba hasta mis rodillas, el vestido estaba rasgado, no estaba impecable, estaba con manchas... Manchas de sangre. Traía una trenza que llegaba hasta mi trasero; estaba con zapatillas blancas, tenía en mi brazo derecho la marca de una mano y mi espalda me dolía; No entendía qué es lo que había pasado, pero mi corazón empezó a latir cada vez más rápido de un momento a otro. Mi respiración estaba agitada, estaba sudando; tenía sangre hasta por los brazos, no entendía de quién era esa sangre. Miré a mi alrededor, sólo había árboles inmensos, sentía miedo, mucho miedo. 

Alguien me vigilaba detrás de los árboles, alguien más estaba ahí conmigo. Empecé a correr, lo más que podía, necesitaba encontrar algún refugio, encontrarme a alguien que me pueda ayudar. 

Corrí y corrí sin dirección alguna, sólo corría, aún sentía que esa presencia me perseguía, pero no podía verlo, no se mostraba o tal vez no quería que lo vea. Seguí corriendo, pero aún no encontraba nada, estaba corriendo en círculos; estaba cansada. Dejé de correr y me recosté en un árbol, miré a todas partes, observé detallada y lentamente, pero seguía sin ver a nadie y a nada más que no fueran árboles y ramas. 

Cansada de no ver nada más que ramas y árboles y nada más que sentir ese miedo que se apoderaba cada vez más de mí, levanté mi mirada, empecé a observar el cielo, estaba hermoso, había Luna llena, las estrellas adornaban aquella noche el cielo; al ver la Luna llena, empecé a sentir una paz increíble, sentí que mi madre estaba ahí, cuidándome, mirándome desde el Cielo. Empecé a calmarme, a sentirme tranquila, empecé a querer descansar, pero una voz me desconcentró. 

M: Alice - me llamaban con ternura - Alice 

- ¿Mamá? - me levanté y empecé a buscar con la mirada - Mamá, ¿Eres tú? - no tenía respuesta alguna; empecé a gritar. - ¡¡¡MAMAAÁ!!! ¡¡¡¿Dónde estás?!!! - Empecé a llorar - ¡¡¿Dónde estás?!! No me dejes por favor. - Susurré entre llanto y desesperación. 

M: Nunca te dejaré mi pequeña Luna - susurró en mi oreja, tan suave, tan calmada, tan ella. 

- Mamaá, ¿Dónde estás?, quiero verte, te extraño mucho madre - Sollocé - me haces mucha falta 

M: Estoy en todas partes mi amor, puedo verte pero tú no a mi. Te vigilo constantemente, te cuido siempre. Nunca te dejaré sola mi pequeña - susurraba aún en mis oídos. Su voz me causaba paz y dolor a la vez, la extrañaba demasiado. 

- Mamá perdóname, Si tan sólo no te hubiera dejado - Susurré mirando al cielo mientras las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos.  - ¡¡Perdóname!! - grité 

M: No fue tu culpa, no te atormentes con eso, todo está bien ahora 

- No mamá, si fue mi culpa, no sabes cuanto me arrepiento ahora. - Cerré los ojos - Te extraño demasiado madre, te extraño mucho. 

M: Corre Luna, ¡¡corre!! - gritaba - Él viene por tí, está cerca, no dejes que te atrape.. ¡¡Corre Luna!! 

- ¿Quién madre? ¡¿Quién viene por mi?! - Grité confundida mirando a todas partes - ¡¡Mamá!!

M: ¡¡corre mi amor!!  No mires hacía atrás, sólo corre y no pares hasta que estés a salvo.. Yo siempre te cuidaré mi amor, en donde estés, te cuidaré. - Hizo una pausa - Él hará lo posible para tenerte con él, no dejes que te confunda. No confíes en nada de lo que veas.