Louis Tomlinson, un chico noble y apuesto, con tan solo 18 años de edad.
Teniendo una vida difícil desde pequeño, hasta que la familia Styles aparece en su vida, todo se vuelve mucho mejor, los días grises se vuelven más coloridos y esa tormenta q...
Otro día mas, Lou hizo lo de siempre, despertar a su pequeña hermana, darle algo de desayunar y llevarla a la escuela, solo que ahora, ya no tenía empleo y no sabía exactamente qué hacer, decidió salir a caminar un poco, eran aproximadamente las 10 de la mañana y las nubes grises se hacían presentes al igual que un frió viento, pero eso no impidió a Louis pasear por el parque para despejar su mente un poco.
El castaño llego a una de las bancas frente a los juegos para los pequeños que estaba completamente solos, se sentó en ella y saco su libro junto con sus lentes, continuo con su lectura pero no podía estar del todo concentrado, su mente vagaba en su empleo, en su hermana y en cómo podrían salir de esta. No quería dejar a su hermana sin sus estudios, tenía que sacarla adelante a como dé lugar.
Se levanto rápidamente de la banca y observo el lugar, no se había dado cuenta que el tiempo había pasado muy pronto, ya que los pequeños niños estaban en los columpios con sus uniformes aun puestos, eso quería decir que acaban de salir.
Apresuro el paso hacia la escuela de su hermana y la pequeña estaba con una de sus compañeras riendo y comiendo algo de chatarra, Lou la vio con algo de nostalgia. La pequeña noto a su hermano mayor y sonrió, se despidió de su amiga y corrió hacia Louis.
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Fizzy: Hola Boo –Extendió los brazos y Louis la cargo y beso su nuca.
Louis: ¿Cómo te ha ido?
Fizzy: Bien, hoy hicimos sumas y restas y he sacado un diez. –Dijo orgullosa.
Louis: Eso es increíble nena, me enorgulleces mucho y eso merece una recompensa.
Fizzy: ¿Chocolate caliente?
Louis: Así es, vamos a casa.
El resto de la tarde la pasó con su pequeña hermana tomando chocolate y viendo algunas películas de amor, aproximadamente a las 6:30 de la tarde, dejo a Fizzy con su tía y se dirigió a su ex trabajo por su último cheque.
Al entrar al restaurante, sintió un leve dolor en el pecho, saber que ese lugar iba a cerrar y jamás volvería a trabajar ahí después de 3 años, era difícil. Ed noto la presencia de Louis y se acerco a él con una sonrisa radiante, ellos se abrazaron y apretaron sus manos en forma de saludo.
Ed: Hola Lou ¿como estas?
Louis: Supongo que bien –Se encogió de hombros –Vengo por mi último pago.
Ed: Oh claro, está en mi oficina ¿vamos?
Louis: Vamos –Caminaron a paso lento y Louis noto al rubio quien le sonrió en forma de saludo, pero su acompañante de pelo rizado lo miro serio, sin ninguna chispa de gracia, Lou lo ignoro y entro a la oficina.
Ed: Muy bien deja buscar tu cheque –Busco entre su caja y saco un papel con un el sueldo del ojiazul, se lo tendió en la mano y este lo tomo y lo guardo en su chaqueta.
Louis: Gracias Ed –Sonrió –Creo que es hora de que me vaya.
Ed: De acuerdo, pero antes amigo, toma asiento. –Apunto a la silla frente a su escritorio.
Louis se sentó frente a su ex jefe quien lo miraba aun sin quitar esa sonrisa, Ed se acerco a él y tomo de su mano.
Louis: ¿Estás bien Ed? –Pregunto Louis un poco confundido por la actitud de este.
Ed: Por supuesto que sí, es solo que te tengo muy buenas noticias y me siento feliz.
Louis: Dime esas buenas noticias ahora –Sonrió.
Ed: Bien te tengo dos ofertas de trabajo
Louis sintió mucha tranquilidad al escuchar eso, ahora estaba seguro que no se quedaría en la calle, como siempre Ed fue su salvador, por segunda ocasión.
Louis: Eso es increíble ¿cuál es la primera?
Ed: Mesero.
Louis: Bueno tengo experiencia y...
Ed: Pero...–Dijo interrumpiendo a Lou. –No es en un restaurante, si no en un club nocturno.
¿Un club nocturno? no es que no sea algo malo, pero Louis no se veía en esos lugares trabajando, pero si tenía que hacerlo por su hermana no quedaba de otra.
El castaño recordó que tenía dos ofertas así que decidió escuchar la segunda.
Louis: ¿Cual es la otra oferta?
Ed: Sabia que esa no la ibas a querer –Rió por lo bajo –Es por eso que busque otro empleo mejor...
Louis: Bien dime ya. –Hablo un poco desesperado e impaciente.
Ed: Niñero...
Louis: Eso suena mejor Ed ¿A quién cuidare? ¿A un pequeño?
Ed: De hecho, serán a seis.
Louis: ¿Seis? –Dijo sorprendido, jamás pensó que cuidaría a muchos niños.
Ed: Si, en realidad serán 4 ya que el mayor tiene 19 y el otro chico tiene 16, sabrán cuidarse, la familia es muy unida a mí y les eh hablado mucho sobre ti.
Louis: Eso está mejor. –Sonrió. –Cuéntame sobre ellos Ed.
Ed: De acuerdo, Anne, es la madre de todos y cada uno de sus hijos y Robin es padre de 5 de ellos.
Louis: Ósea...
Ed: Anne ah estado casada dos veces, en su primer matrimonio nació Gemma, pero por ella no te preocupes, no vive con ellos si no con su marido Ashton, su otro hijo es Harry, pero tampoco te preocupes por él, es como un niño sabes, es muy divertido y carismático.
Louis: Es el que tiene 19 años supongo.
Ed: Supones bien.
Louis: De acuerdo, cuéntame más.
Ed: Muy bien, Anne y Robin después de un año de matrimonio tuvieron un pequeño llamado Alan, tiene 16 años y es algo serio y tímido, no te ocasionara problemas.
Louis: Muy bien, ¿Qué más?
Ed: Después nació Alissa, es una niña encantadora, tiene 14 años y bueno déjame decirte que es súper risueña y toda una soñadora.
Louis: Me gusta –Sonrió. –Cuéntame más.
Ed: Bien, después de Ali, nacieron un par de gemelos, Isaac e Isai, ambos son un tormento pero son muy graciosos, tienen apenas 8 años y bueno ya sabrás, demasiado inquietos, pero te agradaran mucho. –Hablo con cariño. –Por ultimo tenemos a la dulce Emily de 6 años, es un encanto de niña, es maravillosa y te da mucho amor, solo gánate su confianza y te harás excelente amigo de ellos.
Louis: Bien, pero si tienen a sus padres ¿Por qué me necesitan?
Ed: Ellos realmente no tienen mucho tiempo para sus hijos, Anne y Robin viajan mucho por sus trabajos y ya sabes...
Louis: Oh de acuerdo. No suena mal Ed, me agrada ¿De dónde los conoces?
Ed: Tuvimos un buen pasado –Sonrió sin decir más – ¿Entonces aceptas?
Louis se quedo pensando durante unos minutos, esta era una buena oportunidad y el trabajo no se escuchaba para nada mal, además ya tenía experiencia cuidando niños, así que no importa mucho, el ojiazul sonrió y asintió.
