Louis Tomlinson, un chico noble y apuesto, con tan solo 18 años de edad.
Teniendo una vida difícil desde pequeño, hasta que la familia Styles aparece en su vida, todo se vuelve mucho mejor, los días grises se vuelven más coloridos y esa tormenta q...
Louis: ¿Qué si me gusta? Me encanta. –Tomo a Harry del rostro y lo beso, labios abiertos y en sincronización, lenguas mezclándose.
Smith: ¿Señor? –Se separaron.
Harry: ¿Qué pasa Smith?
Smith: Les recomiendo que tomen asiento y abrochen sus cinturones, cuando estemos en el aire podrán pararse y disfrutar.
Harry: Claro, gracias. –Sonrió amable viendo como Smith iba a la cabina. –Bueno amor, ya escuchaste, hay que irnos a sentar.
Louis: Claro.
Al principio Louis quería vomitar cuando sintió como el avión despegaba, tenía los ojos cerrados ignorando los síntomas de asco que se aproximaban a él, mientras que Harry veía totalmente divertido al ojiazul.
Louis: No fue divertido. –Dijo haciendo un puchero.
Harry: Te estabas muriendo del miedo bebé, claro que fue divertido. –Soltó una carcajada. –Eres adorable.
Louis: –Rodo los ojos. –No lo soy.
Harry: Claro que lo eres. –Acaricio su mejilla. Tomo la botella de vino y sirvió el liquito en las dos copas, pasándole una a Louis. –Brindemos.
Louis: Por ti.
Harry: Y por ti, porque me haces verdaderamente feliz, y por nuestro primer mes de novios.
Louis: Salud.
Harry: Salud. –Chocaron las copas y después bebieron.
***
Harry: Bueno amor, bienvenido a Cancún.
Louis salió del aeropuerto viendo lo hermoso que era todo, sus ojos brillaban de emoción y eso era justo lo que Harry quería, quería ver a su bebé sonreír justo como en esos momentos, había valido la pena todo lo que había hecho solo por esa sonrisa.
Llegaron al hotel donde se iban a hospedar, Harry rápidamente fue por las llaves de su cuarto y al obtenerlas, subieron, llevaban ya sus maletas con ellos, y los dos estaban realmente emocionados.
Al entrar a su habitación, se quedaron boquiabiertos, en especial Louis, que jamás había estado en algo parecido, entrando estaba la enorme sala, pantalla plasma con unos sofá bastante cómodos, una mesita en el centro con algunos aperitivos, se adentraron mas a la habitación, y llegaron al mini bar que tenia, había una barra, un pequeño refrigerador, y todo tipo de licor. El baño era igual de grande, con una enorme regadera y aparte un pequeño jacuzzi.
Abrieron un par de puertas, entrando a lo que era la recamara, donde una cama King size los esperaba, junto a esta unas mesitas de noche junto con un par de lámparas, había un enorme armario, donde perfectamente cavia la ropa de ambos.
Louis: Este es el paraíso. –Abrazo fuertemente a Harry. –No puedo creer que hayas hecho todo esto por mí.
Harry: Por ti lo que sea. –Beso su frente.
Louis: Eres increíble Hazz, te quiero demasiado.
Harry: Yo te quiero mucho más amor.
...
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Después de desempacar todo y acomodarlo en el armario, se pusieron sus trajes de baño y un par de lentes de sol, bajaron rápidamente a la playa a disfrutar su estadía ahí.
Se sentaron debajo de unas pequeñas palapas frente al mar, dedos entrelazados, disfrutando del sol.
Louis: ¿Ya te dije que te quiero mucho?
Harry: –Sonrió. –Sí, pero dilo nuevamente, me encanta escucharte decirlo.
Louis: Pues te quiero muchísimo, más de lo que te imaginas, te adoro.
Harry: Ven y demuéstramelo con un beso.
Louis: Encantado. –Se levanto de su silla y se puso junto a Harry, se hinco a su lado y comenzó a darle besos por todo el rostro haciendo reír al rizado. –Eres lo mejor que me ha pasado, tú y tu familia llegaron para rescatarme.
Harry: Tu te mereces todo esto Lou, esto y más, porque haces de todo para salir adelante, haces todo para mantenernos felices.
Louis: Sabes que siempre dices las palabras correctas en el momento correcto. –Unieron sus labios, dándose pequeños mordiscos el uno al otro. –Vayamos a nadar.
Harry: Andando.
Ambos se metieron al mar disfrutando de las olas, jugando el uno con el otro, aventándose agua en el rostro oh haciendo ligeras luchitas.
Cuando el sol comenzó a meterse, ellos seguían en el agua, abrazados, viendo la hermosa vista que Cancún les regalaba.
Louis: Todo esto es precioso.
Harry: Como tú. –Louis volteo a verle, sonriendo, enredo sus piernas en la cintura del rizado.
Louis: Eres perfecto. –Quito el pelo que cubría los ojos del rizado. –Y te amo...
