Capítulo 11.

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Kim Taehyung.

Sus manos temblaban mientras las llevaba hacia el pomo de la puerta. Gritos se escucharon en la parte de adentro y fue entonces cuando el castaño olvidó su nerviosismo y entró. Su padre se encontraba borracho, como la mayor parte del tiempo, sin embargo, aquello no era lo único que pasaba.

Sus manos viajaban una y otra vez hacia el cuerpo asustado de su madre, quien se encontraba pegada a la pared cubriendo su rostro con ambas manos. Su cuerpo temblaba y lágrimas junto a gotas de sangre se podían divisar en este. Tae, apretó los puños, mientras la desesperación y el nerviosismo inundaron su cuerpo ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Dónde estaba el personal de la casa?

El castaño, sin pensarlo dos veces se lanzó sobre su padre, quien, al estar tanto borracho como colérico, no se percató de su presencia y calló al suelo. No obstante, no fue razón para no contraatacar. Al ver la persona que se encontraba sobre él, no pudo evitar llenarse de más odio del que sentía.

—¡Tú!— gritó el hombre bajo el agarre de Taehyung —¡Eres un bastardo!— Tae, lo miró confundido. Momento que utilizó su padre para contraatacar con un puñetazo que envió al adolescente hacia un lado.

—¡Ya déjalo!— gritaba su madre intentando apaciguar a la fiera que golpeaba una y otra vez al chico. Este, no podía hacer más que cubrirse el rostro, como siempre hacía. —¡Lo vas a ma...— El grito de la mujer fue interrumpido por el golpe del hombre. Esta chocó con contra la pared, desmayándose.

El rostro del chico se ensombreció de un momento a otro. No pensaba claramente. No cuando su madre yacía inconsciente a unos metros de él. Así que, sin pensarlo dos veces, dio un golpe al estómago de su padre provocando que este cayera hacia atrás.

El hombre se recuperó de inmediato, asestando otro golpe en el rostro de su hijo. Este, sintió la sangre deslizarse por su mejilla y un ardor cerca de su ojo izquierdo. Quería llorar, quería echarse hacia atrás y dejar todo allí.

Estaba cansado de todo, de los maltratos de su padre, de las discusiones que sufría con su madre, todo aquello lo llamaba a rendirse. Entonces se dejó golpear, uno, dos, tres, cuatro golpes en el rostro. Uno, dos golpes en el estómago. Haló su cabello estampándolo contra el suelo. Su vista se nubló. No quería seguir luchando, quería volver a estar con su mejor amigo, con aquel que siempre lo apoyó, con el que siempre estuvo ahí para él en momentos como este.

Su teléfono sonó. Aquel era el tono que había puesto para la hermana menor de su mejor amigo. "Peter Pan", su canción preferida. Dios, cuanto desearía ser fuerte, cuanto desearía mantenerla lejos de aquello. Sintió un fuerte puñetazo en el estómago, de esos que te quitan el aire, y así fue. Tuvo que intentar respirar varias veces.

"Neol chajaganda chueogi bonaen tingkeobel ttaranaseotdeon neverland" Abrió los ojos de golpe. Ella lo estaba llamando, quería decir que lo necesitaba. Ella necesitaba su ayuda y él estaba en aquella estúpida situación. ¿Qué debía hacer? ¿Debía huir y dejarlo todo allí como el cobarde que era? ¿Debía luchar?

Muchas personas solían decirle que lo que sentía hacia ella no era más que un flechazo, pero él no lo veía así. Tenía una fotografía de ambos sobre su mesa de noche, era su último pensamiento cada noche y el primero en que cada mañana y, Dios, cuanto dolió el que se hubiese alejado de él luego de la muerte de Jungkook. Él quería protegerla, quería hacer todo lo que estuviese en sus manos para ayudarla, pero ¿Cómo podría? Solo mírenlo.

Todo pasó en una milésima de segundo. Su brazo sacó fuerzas de donde no las tenía y golpeó a su padre en el mentón provocando que su padre cayera sobre su espalda y, con todo el dolor que sentía en las costillas y en sus brazos, asestó un golpe tras otro. Uno por las veces que lo había insultado, otro por las veces que tuvo que usar maquillaje para que no notaran sus golpes, otro porque no podría proteger a su princesa por su culpa. Porque no podría estar con ella a causa de la estúpida vida que llevaba.

Uno detrás de otro, sin descanso, hasta que no pudo más. Un último golpe viajó al estómago de la persona que suele llamar padre, y entonces todo oscureció. No hubo más que una punzada en el estómago y todo se volvió negro.

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Butterfly; Taehyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora