Capítulo 12

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Tres días habían pasado desde que los chicos estuvieron en casa de Han. Tres días habían pasado desde que los chicos fueron por última vez a la escuela. Myn, se había encargado de confirmarles que Hoseok llegaba casi a media noche y que partía antes de que ella si quiera levantase. ¿Los nervios de la pelinegra? Pues, esos andaban por las nubes. Hace tres días llamó a Tae y el castaño no le contestó ¿Qué la ponía nerviosa? El hecho de que él siempre le respondía y, si no lo hacía, le devolvía la llamada a los pocos minutos.

Han, se tiró sobre el sofá y encendió el televisor, estaban pasando el penúltimo episodio de It's okey, that's love y, como la chica tenía unas ganas inmensas de echarse a llorar sin que le preguntaran qué pasaba, suspiró, tomó un almohadón de los que decoraban el sofá y se dispuso a observar cómo Jae Yul le colocaba los zapatos a Kang Woo.

Varias lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras escuchaba los diálogos, pues, su mirada estaba nublada por las lágrimas. Se sorbió la nariz y continuó viendo el episodio. Más bien, este la veía a ella, su mente había volado lejos, muy lejos, al rostro del mejor amigo de su hermano.

¿Y si algo le había pasado? ¿Y si Tae estaba pasando por un mal momento y ella no podía hacer nada por él? Se sentía impotente, quería ayudarlo, quería correr hacia donde estaba, abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien, que ella estaba para él, pero era imposible. Esos chicos no decían nada y mucho menos Tae.

—Han, ¿Estas bien?— La llamó Hae. La pelinegra asintió mostrando la pantalla —Entiendo— Asintió, tomó asiento y acompañó a su amiga. Ambas lloraban, por diferentes razones, obviamente, pero ambas lo hacían, una abrazada a la otra. —¿Jamás lo superaremos?— Cuestionó la morena. Han, negó mientras forzaba una leve sonrisa.

Cuando terminaron de ver los dos últimos episodios, ambas chicas estaban llenas de lágrimas y con una pequeña sonrisa, raro ¿No es así? Bueno, eso es lo que provocan los últimos episodios de esa serie.

—Hae, me iré a dormir. Estoy cansada— dijo Han. Hae asintió y se despidió de ella.

—¿Han?— La llamó su prima desde la cocina. La pelinegra se terminó de secar las lágrimas y sorber la nariz para después sentarse frente a su prima —También lo sientes ¿No es así?

—¿Sentir qué?

—Que algo no anda bien— Sí, era obvio que lo sentía, pero se suponía que el preocuparse era su trabajo, todo aquello debía ser ella quien lo hiciera. Sentía que solo estaba dándoles una carga a sus amigas.

—Estoy cansada, Sun— Se excusó —¿Podemos hablar de esto mañana?— Quizás sí era cierto que estaba cansada, sin embargo, lo único que quería era alejar más a su prima de aquello. No quería que tanto ella como sus amigas se sintieran responsables por algo que le tocaba a ella. La castaña asintió y se despidió de su prima, quien subió directo a su habitación.

¿Estaba siendo egoísta con aquello? ¿Era aquello desconfiar de sus amigas? No, no lo era. Confiaba en ellas plenamente, incluso a ciegas les confiaba su vida. Solo no quería que sufrieran, no quería que se sintieran culpables si algo llegaba a salir mal.

Suspiró y colocó su lista de reproducción en aleatorio, se colocó los audífonos y se acostó. Loser de BigBang comenzó a sonar, inundando sus oídos. La pelinegra hundió su rostro en la almohada y lloró, lloró hasta quedarse completamente dormida.

—Hola, preciosa— La saludó su hermano mayor. La pelinegra sonrió y corrió hacia él. Por primera vez desde el accidente lo veía. Lo tenía frente a él, lo estaba tocando. Aguantó las severas ganas de llorar y levantó la cabeza de su pecho, sonriendo de nuevo. —¿Cómo estás?

Butterfly; Taehyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora