10.- La verdad es un plato que se come mejor en compañía

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Los doce chicos se encontraban en la mesa donde comían juntos siempre desde hace más de tres meses.

Ninguno, salvo Annie, Daniel y Damian, estaba acostumbrado a comer en una mesa con tantas personas. A la mayoría les parecía algo incómodo, otros no tenían plantada la costumbre en si.

Pero el simple echo de tener una pequeña idea de que no, o quizás jamás, volverían a ver el mundo exterior los ponía a disposición de cumplir la regla que pusieron Annie y Damian al llegar.

El almuerzo de hoy solo se basaba en carne asada, puré de patatas a la Torres y de postre un simple pie de manzana echo por las finas manos de una Underwood.

- Esto está demasiado delicioso - susurraba Gema mientras picaba un poco del pie de manzana.

Annie no se había percatado que al poner el pie en la mesa el brazo de Gema era lo suficientemente largo como para alcanzarlo.

Tenía miedo de que alguien la descubriera picando el postre antes del plato principal, pero el miedo jamás había detenido a Gema cuando se trataba de algo dulce.

Dan es dulce, se interrumpió y se terminó corrigiendo con un: Cuando quiere.

-Cuando quiere serlo puede ser dulce. - volvió a susurrar sin darse cuenta que un rubio la escuchaba con interés.

- ¿Quien? - preguntó el rubio haciendo sobresaltar a Gema

- ¿Quien que? - la pelinegra intento rectificar lo dicho, pero era tarde. ¿Como demonios había olvidado que el rubio estaba a su lado?

Dan sonrió dejando ver una blanca dentadura junto a unos casi invisibles frenos - ¿Quien es dulce cuando quiere?

- Oh, ¿Escuchaste lo que dije? - Gema sudaba frío. Dan podía ser un buen compañero de bromas, pero cuando alguien ponía su imagen en alto, él siempre se asegurará de que se quedase ahí. Y eso a Gema la irritaba.

- ¿Y de que tanto hablan ustedes dos? - En estos momentos Gema quería hacerle un altar a Annie.

- Yo...

- Freckles estaba hablando sobre alguien dulce - también tenía ganas de matar a Dan. Muchas ganas - ¿Tu la escuchaste, Annie?

Un color rojo se posó en las mejillas de la chica haciendo que Gema se alarme, alejó su silla de Dan hacia el lado de Annie - ¿En serio susurro tan fuerte? - le preguntó a su amiga.

Y Annie sólo asintió algo avergonzada.

Gema veía a Annie como alguien confiable. ¿Que seria lo peor que podría pasar si le decía?

Arrimó su silla lo más que podía havia el lado de su amiga. Dan no se había dado cuenta hasta ahora, haciendo que, si Gema calculaba bien, tuviera un minuto para decírselo.

- ¿Sabes? - comentó la pelinegra para llamar su atención - Yo hablaba de Da...

- ¿Da...? - la voz del rubio resonó en sus oídos haciéndola dudar.

¿En que momento había volteado ese endemoniado? Dan la miraba con curiosidad y esa... esa jodida ceja encarnada que resaltaba su sentimiento de superioridad como rayo de sol.

Gema estaba totalmente cohibida. La habían dejado con la palabra en la boca como nunca ¿Y quien era el maldito muto hijo de Snow que se atrevía a hacerlo? Pues solo Daniel Johns.

- ...mian. Si, yo hablaba de Damian.

Annie sonrió y Dan tenía una mueca confusa en su rostro. Pero Gema... Gema estaba impresionada por sus palabras.

Root [Volverá algún día]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora