Por la misma calle volvían ya juntos, Mazuelos y Hebaristo. El tronco del sauce sirvió para el cajón del farmacéutico. "La Voz Regionalista", cuyo editorial "¿Hasta Cuándo?", fuera la causa de esta muerte prematura, lloraba ahora la desaparición del "amigo noble y caballeroso empleado cumplidor y ciudadano integérrimo", cuyo recuerdo no moriría entre los que tuvieron la fortuna de tratarlo y sobre cuya tumba, (el joven de la Haza) ponía las siemprevivas, etc.
El alcalde municipal señor Unzueta, que era a un tiempo el propietario de "El amigo del pueblo", tomó la palabra en el cementerio y su discurso, que se publicó más tarde en "La Voz Regionalista", empezaba: "Aunque no tengo las dotes oratorias de otros, agradezco el honroso encargo que la Sociedad de Socorros Mutuos ha depositado en mí, para dar el último adiós al amigo noble y caballeroso, al empleado cumplidor y al ciudadano integérrimo, que en este ataúd de duro roble"... y concluía: "¡Mazuelos! Tú no has muerto. Tu memoria vive entre nosotros. Descansa en paz".
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Hebaristo , el sauce que murió de amor ( Abraham Valdelomar )
Short StoryLa historia narra la vida paralela de Hebaristo el sauce y Evaristo el farmacéutico.