Our love story [PAUSADA]

03. Tiempo de despertar

— ¡Buenas noches a ambos!— y tras decir eso, Hiromi Shiota se dirigió a su cuarto dejando a Kayano y Nagisa frente al cuarto de este último. La lluvia no había hecho más que aumentar desde que llegaron.

Durante la cena, la señora Shiota decidió la forma en que dormirían esa noche: ella en su habitación y Kayano en la de su hijo, que también dormiría ahí. Después de terminar sacó un futón para él mientras Kayano llamaba casa para avisar que no llegaría y que dormiría en casa de un amigo. Por supuesto que no habría nada para responder, pero siendo actriz, fácilmente pudo improvisar una conversación falsa con sus padres imaginarios. Ninguno sospechó nada. No tenían razones para hacerlo.

Cuando llego la hora de dormir ambos estaban más que nerviosos. Ella porque dormiría con el chico que le gustaba y él porque... bueno, realmente no tenía ni idea de por qué, pero suponía que era por dormir tan cerca de una chica, de su mejor amiga.

Ninguno de los dos conseguía conciliar el sueño.

—Kayano-san, ¿estas despierta?— la voz de Nagisa rompió el silencio dentro de la habitación.

—Sí, no puedo dormir— era obvio, pero no se le ocurría nada más para decir.

—Yo tampoco, así que... ¿por qué no conversamos un poco?

— ¿Sobre qué?

—No lo sé, cualquier cosa. Normalmente hablamos de las clases y Koro-sensei, pensé que era una buena ocasión para hablar de otros temas.

Otros temas. Era un poco difícil encontrar temas en los que ambos estuviesen interesados y que no tuviesen que ver con clases o asesinato.

—Tú... ¿haz decidido qué es lo que quieres estudiar?— se lo había estado preguntando desde hacía poco. —Podrías ser un gran asesino, pero me preocuparía demasiado si lo fueses— dijo Kayano con una pequeña sonrisa.

Nagisa lo pensó un poco antes de responder.

—Lo consideré un poco antes del festival escolar, pero después de lo que pasó con mi mamá decidí que no lo seré. Es demasiado peligroso. Y no tengo otra opción en mente por el momento— se sentó tapándose con la manta y quedando a la altura de Kayano, que seguía acostada en su cama. — ¿Y tú?

Para ella era obvio que regresaría a su carrera de actuación. No tenía nada más y no había otra cosa que le interesara. Pero no podía decirle eso a Nagisa. Por lo menos, no directamente.

—No estoy segura, pero había pensado en... la actuación. Tome algunas clases en primero— esa no era una mentira, sólo una verdad a medias.

—Oh, no me esperaba eso, creí que escogerías algo así como repostería. Con lo mucho que te gustan los dulces— dijo Nagisa sorprendido de verdad.

—Esa también es una buena opción. Aún no tengo nada definitivo, quien sabe que pueda pasar.

Se quedaron callados un momento pensando en que decir. Kayano imitó a Nagisa y se sentó mientras miraba por la ventana. La lluvia había parado un par de horas antes y las nubes comenzaban a disiparse dejando ver las brillantes estrellas y la luna destruida.

— ¡Mira!— le dijo a Nagisa señalando la luna, — parece una cara sonriente, me recuerda al gato Cheshire.

—O a Koro-sensei— replicó él mientras se sentaba a su lado en la cama.

—Jajaja, no lo había pensado así pero tienes razón— estar así con él le hacía recordar el viaje escolar. El viaje escolar... "No parabas de repetir "Nagisa-kun, te quiero Nagisa-kun" durante la noche". Las palabras de Hara resonaron en su mente.

Completamente avergonzada escondió la cara con las cobijas. Nagisa la miraba confundido. ¿Qué se suponía que estaba haciendo?

—K-kayano-san, ¿te encuentras bien?— preguntó preocupado.

—Estoy bien, sólo... recordé algo.

Siguieron mirando la luna, cada uno metido en sus pensamientos durante algunos minutos más, hasta que el sueño logró apoderarse de ambos.

***

—Nagisa, cariño, es hora de desayunar, ¿están despiertos?

No, no lo estaban, pero los toques en la puerta y la voz de Hiromi los despertó... un poco.

—S-sí, ya vamos— dijo él frotándose los ojos en un intento de despertar completamente. Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que estaba acostado en la cama. Junto a Kayano. Y que ella lo estaba abrazando como si fuera un peluche. Oh, y no olvidemos que él estaba tomando su mano.

En lugar de levantarse y despertarla, se quedó así, mirándola dormir. Se veía muy tranquila y linda. Tan, tan linda. Sin apenas pensar en lo que estaba haciendo acarició su mejilla con su mano libre.

Para su desgracia, ese pequeño roce logró despertarla.

—B-buenos días— dijo sonrojado y sin poder creerse lo que acababa de hacer

—Nagisa-kun, buenos días, ¿qué hora es? — se levantó medio dormida sin darse cuenta de la posición en la que habían estado.

—N-o tengo idea, pero ya nos llamaron a desayunar— Nagisa trataba de sonar casual mientras se levantaba.

—Entonces iré a cambiarme, ya regreso— dijo ella tomando su ropa del día anterior y dirigiéndose al baño.

Cuando Kayano salió de su cuarto, soltó un gran suspiro. Durmió junto a ella. Abrazado a ella. Tomando su mano. Y eso de alguna forma lo hacía inmensamente feliz.

— ¿Pero qué me está pasando?— se preguntó en voz alta.

Tratando de pensar en otra cosa se cambió rápidamente y se dirigió a la cocina. De seguro Kayano ya estaría ahí.

***

El desayuno transcurrió en silencio. Kayano hacía todo lo posible para mantenerse despierta, Nagisa pensaba en lo sucedido por la mañana y Hiromi simplemente no sabía que decir para comenzar una conversación.

Esta última también estaba un poco decepcionada. Esperaba que hubiese pasado algo entre su hijo y Kaede-chan, pero por lo visto no pasó absolutamente nada. Si tan solo supiera...

Antes de irse, Kayano entregó la ropa que le habían prestado a Hiromi.

—Puedes quedártela— le dijo mientras ponía la ropa en una bolsa y se la entregaba. —Nagisa no los usará más y a ti te quedan bien. Además me caíste bien y espero verte más seguido. Me dirás loca, pero realmente me gustaría que mi hijo y tu fuesen algo más. Harían una linda pareja— terminó con una sonrisa.

Esa última frase la hizo sonrojarse. Bueno, por lo menos tenía la aprobación de su mamá.

—Es muy amable, y a mí también me gustaría— finalizó en un susurro que, sin embargo, fue escuchado por Hiromi.

Después de despedirse, Nagisa la acompañó hasta la estación de trenes más cercana.

—Nos vemos mañana— le dijo ella sonriendo.

Él se despidió con un gesto de la mano. No se fue hasta que perdió de vista su cabello verde.

Suspirando, recorrió el camino de regreso a casa.

—Creo que tendré que hablar con Karma-kun, quizás él sepa decirme que es lo que me está pasando.

Es que no podía ser más denso como para no darse cuenta de sus sentimientos.

*****

Sólo diré que la mamá de Nagisa me cae menos mal porque shippea Nagikae.

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