Chicas

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-¡Si! Al fin viernes, ya podremos descansar...

-¿Y tú de qué vas a descansar Popcorn? Si ni siquiera haces algo productivo. -Reclamó Axl.

Steven hizo su cara de puchero acompañado de un «tu tampoco» y se colgó del cuello de Duff, caminando junto a él. Slash se había levantado con una resaca y se sentía verdaderamente mal, así que fue a casa de su mamita para que ella lo cuide.

Izzy había salido en la mañana por víveres y algunas otras cosillas por ahí. Preparaba el almuerzo junto con Axl.

-Sabes -decía pelinegro - Hace mucho que no salimos con chicas.

-Sales, por favor no hables en plural. Para tu mayor información yo si he salido con chicas últimamente. -Replica el chico.

-Me refiero a salir en el sentido formal, de una novia oficial pues para que me entiendas.

-Ah, no pues pero... ¿Eso a quién le importa?

-No puedo andar con groupies toda la vida, capás y pesco una infección por ahí.

-Descuida, no hay nada que los antibióticos de acuario no puedan solucionar...

-¿Pero por cuánto tiempo Rose?

Esa pregunta deja pensando al pelirrojo, pues era verdad que la sífilis que pueden obtener con cualquier puta que se les ofrecía barato era una tarea difícil de evadir. Al finalizar su largo pensamiento promete al chico ir a buscar novia esa noche, pues tenía razón sobre pescar alguna infección de la cual ya no puedan curarse.
Les dijeron su propuesta a los demás, aunque el único interesado fue Mckagan, que también quería sentar cabeza de una buena vez. Steven decidió ir a cuidar a su amigo de su resaca.

Tomaron una ducha, utilizaron la colonia más cara que tenían disponible para ocasiones especiales, limpiaron sus vestimentas en la pequeña lavadora que apenas y servía. Esos cabellos del demonio que siempre se mantenían en pie, firmes, fueron aplacados y cepillados de una manera que luciera decente. Se veían verdaderamente irreconocibles.

Izzy se vistió de la misma manera de siempre, esa típica camisa blanca tres cuartos con una chaqueta negra, unos jeans ajustados, las botas altas de color marrón y como adorno su sombrero. Ese día optó por despintar sus uñas, antes negras.

Axl se veía igual. Sólo que con un poco más de decencia, aunque mantenía en pie la idea de utilizar su camiseta de Charles Manson. Utilizó la pañoleta y una gorra encima para cubrir su maltratado cabello.

Duff... ¿Qué se puede decir de Duff? Pues simplemente una camiseta sin mangas de color negro con una chaqueta de mezclilla encima, pantalones de un material parecido al cuero y las inolvidables botas de rodeo.

Muy monos los tres. Porque fodongo se nace.

Salieron de aquel pequeño departamento, tomaron el bus hacia el bar más cercano y barato que pudieran encontrar, más que obvio imposible... Rainbow.
Pues podías conseguir una novia fácilmente en tan solo tres tragos de cortesía y un baile de la vieja rocola. Así de fácil.

Una vez llegados al establecimiento, se percataron de toda una variedad de chicas lindas, raras, de aspecto tierno y otras que en definitiva no estarían en su menú de la noche. Axl inició la cacería.
Tenía el ojo puesto en una linda chica de cabello ondulado.

-Hola, ¿qué tal? -se sentó junto a ella.

-¿Acaso te conozco?

-Pues... Te vi aquí sentada sola y quise venir a hacerte compañía, ¿te molesta?

-No, en lo absoluto. Esperaba a unas amigas pero al parecer ya no llegaron. -Sonríe.

A caso ¿sonrió? si, ¡sonrió! Esa chica le pareció muy linda a Axl. Dos tragos, dos horas y media de charla y ya tenía a la chica de sus sueños en la palma de su mano.

-Chico, ya me voy a casa con... ¿Cómo te llamas?

-Erin. -dijo dulcemente la chica.

-Ah, si, Erin. -se despide con una mano y toma a la chica por los hombros. -En fin, los veo después.

Duff e Izzy respondieron con un «Está bien»
Ambos mantuvieron una conversación amistosa, pues por primera vez en varios días podían charlar a solas sin un Slash quejándose de hambre, o de un Steven que no deja de hablar sobre Popcorn. Después un silencio, de dos minutos, los dos chicos mirando al mismo banquillo roto en frente de ellos.

-¿Axl siempre ha sido así, Izzy? -rompe el silencio Duff.

-¿A qué te refieres?- dudó el pelinegro.

-Pues... A que siempre consigue fácilmente una chica, y es un hijo de puta en ocasiones. No como nosotros, que tratamos bien a las chicas y sólo nos quieren como amigos.

Eso es algo a lo que Izzy nunca le había prestado atención.

-Si, bueno, casi. En Indiana tenía una novia, se notaba en verdad que la amaba y respetaba, se notaba diferente con esa relación. Un día lo veías enojado, pero tan sólo llegaba ella y su día se contentaba mágicamente. -pausa - Pero... Yo creo que también la edad le afectó un poco su comportamiento, aunque también tiene virtudes, talentos y, y... - adulaba a su amigo con una sonrisa en su rostro,pues no podía remarcar lo defectos que ya estaban más que obvios. Duff lo mira como si no le creyera.
-Y sólo es otra cara bonita... -finalmente, decepcionado.

El presupuesto para las bebidas era corto, así que ya estaban por retirarse, pues ninguna chica les había interesado esa noche. Piden la cuenta.

-Chicos, ¿qué fue lo que ordenaron?

-Una botella de vodka, una de Jack Daniel's y dos botellas de cerveza. -al momento de pagar el rubio levanta su mirada a la altura de aquella muchacha, lo impresiona. Queda con el billete en la mano, sin soltarlo.

-En un rato regreso con tu cambio cariño. -le sonríe.

El chico alto quedó embelesado por aquella mesera de estatura alta, cabello rubio, rasgos entrados en la juventud adulta. Con esa figura tan perfecta que hasta en su uniforme de trabajo se veía muy sensual... En su opinión. Le recuerda mucho a su novia Lya

-Regresé. Ten, tu cambio: me diste cien y yo te devuelvo veinticinco...

-¿Quieres salir conmigo algún día? -interrumpe.

-Pero si apenas te conozco y...

-No me importa, algo tienes que me encanta.

-Bueno, si. ¿Te apetece mañana por la noche?

Mientras que otro colega había encontrado mujer, Izzy solamente se lamentaba de una cosa esa noche: No llevar un paraguas para la lluvia que se aproximaba.
Miraba a su compañero ponerse de acuerdo con la nueva muchacha, da un suspiro, coloca ambas manos al rededor de su pintura y lo único que le resta es sonreír.

«Otro corazón roto, una nueva canción para el repertorio... ¿cuando aprenderemos, amigo? »

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⏰ Última actualización: May 04, 2016 ⏰

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