Mi niñero, Mr. Downey. (Robert Downey Jr.)

19. ¿Celos?

Lo primero que escucho al despertarme son los gritos de mi papá que provienen de su oficina, la cual está justo al lado de mi dormitorio. Últimamente ya me estaba acostumbrando a que mis papás estén tanto tiempo en mi casa porque 3 semanas seguidas es un récord.

Estaba cubierta hasta la cabeza porque hacía rato que la luz que pasaba a través de las cortinas me estaba molestando, gracias a esta la luz supuse que era bastante tarde. Saqué mi brazo por fuera de las mantas y lo estiré hacia la mesita de luz donde estaba mi celular.

Después de esperar un rato que se prenda, vi que tenia dos mensajes de Thomas, el chico a el cual Bastian le había pasado mi número.

El primero decia: "Hola Harper soy Thomas, conseguí tu número" Y el segundo "Querés ir a tomar algo conmigo, tal vez un helado? Paso a las 3:30 por tu casa". A lo que le conteste que si.

No sé si lo había dicho antes, pero Thomas se ve como un chico muy tierno, es alto, tiene ojos verdes y pelo marrón; se podría decir que incluso sería un chico "popular" pero no lo es.

Miré la hora en mi celular y figuraba la una y media, sería mejor que me apurara.

Entré al baño de mi habitación que por fin habían arreglado los problemas de agua. Me desvestí, probé el agua y entré.

Ya con la crema de enjuague en mi pelo me puse a pensar en Robert, que desde el día de la cena con mis papás, Bastian y su papá, que no lo veía. Tampoco me había llamado, ni mandado mensajes.

Salí de la ducha y me vestí con un Jean negro, una remera celeste y bajé las escaleras en busca de comida cuando lo que vieron mis ojos fue a una mujer joven, alrededor de unos 26 años. Estaba sentada en el sillón con un palo de limpiar el piso entre los brazos mientras enviaba lo que creo un mensaje.

Aclaré mi garganta tratando de llamar su atención, cosa que funcionó y rápidamente se puso de pie y me miró con una sonrisa.
Puede observar que tenía unos hermosos ojos azules.

-Perdón- Rápidamente cambió su tono y habló de nuevo- Digo perdone señorita era mi madre que me estaba mandando un mensaje- Já seguro.
Se acercó a mí tendiéndome su mano la cual acepté.
-Por cierto me llamo Crista, un gusto.
Asentí y también me presenté.
Detrás de mí escuché que mi papá se aclaró la garganta llamando nuestra atención. Crista se rió y yo la miré ¿Acaso estaba loca? ¿Por qué se reía?
Mi papá nos miró serio y yo tan solo me fui a la cocina.

Me acerqué a la heladera y vi pegada una nota de mi mamá. Había salido a comprar ropa para una fiesta de no sé quien.
Abrí la heladera y me serví un vaso de leche, luego me acerqué a la estantería y busque unas galletitas, quería comerme todo.

Cuando estaba sentada en la isla, entró mi papá, como siempre, discutiendo consigo mismo. Lo miré y negué ¡Se la pasaba quejándose!

De repente habló serio.
-Se supone que a la chica ésta a contraté para que limpie no para que haga sociales con vos Harper.
Levanté mi cabeza para míralo y la volví a bajar sin contestarle.
-¿Me escuchaste?- Dijo esta vez un poco más fuerte.
Asentí.
-Harper te reitero ¡¿Me escuchaste?!-
Pegue medio salto por su grito. ¡¿QUÉ LE PASABA?!
-Si papá te escuché.
-Bien, contéstame cuando te hablo- Y sin más salió de la cocina.

Me acerqué a la puerta de la heladera nuevamente y serví un vaso de agua, me acerqué a Crista que seguía limpiando el piso.

-Perdón por los gritos de mi papá, está medio loco- Le tendí el vaso con agua.
Ella volvió a reír- Está bien y muchas gracias por el agua, estaba muriendo de sed.
Se veía una chica simpática, se reía mucho y eso me daba gracia.
De pronto escuche el timbre sonar, mire mi reloj y marcaba las 3:00, Thomas había llegado antes de tiempo.
Camine hacia la puerta y me sorprendí cuando vi a Robert parado enfrente mío mientras me sonreía ¡SU SONRISA SEÑOR! Basta, es Robert nada más.

-Hola, Robert llamando a Harper- Golpeó despacio mi cabeza- ¿Hay alguien ahí dentro?- Y rió.
-Am si... Perdón, pasa mi papá está arriba.

Estaba un poco sonrojada, hay veces que me da la imprecisión de que Robert lee mentes, y no quiero que sepa que hay veces que pienso en él.

-¿Tú pa... Quién es esa rubia?- Lo miré y luego miré hacia dónde estaba Crista.

-¿Ella? Es una chica que papá contrató para que limpie.

Asintió- Bien, con permiso Harper, me voy a presentar.
Dijo eso y se acercó a la rubia, ella lo miró con una sonrisa y él igual.

Pasaron 20 minutos y ellos seguían hablando. ¿Acaso no se supone que la contrataron para limpiar?
Ellos hablan mientras yo estaba sentada en el sillón haciendo que miraba mi celular cuando en realidad no podía sacar mi vista de ellos dos. No estaba celosa pero ella tenía que estar limpiando y punto.

El timbre volvió a sonar  y esta vez me acerqué confiada de que era Thomas y estaba en lo cierto.

Le abrí la puerta y él muy caballeroso esperó hasta que lo invite a pasar.

-Tom voy en busca de mi campera y nos vamos.
Él me miró con sus ojos verdes y asintió.

Puede ver que Robert se paraba y se acercaba a nosotros. Tom se tensó.

-Hola, buenas tardes señor, un gusto de conocerlo, me llamo Thomas Manson y voy a llevar a su hija a tomar un helado si no le molesta- Dijo rápidamente nervioso, cosa que me causó un poco de gracia y mas el hecho de que crea que es mi papá.

Robert no tomó su mano y secamente le dijo "Robert" luego me miró a mí y habló.

-Se supone que te venía a buscar para que me acompañes a comprar algo, Harper.
Me miró serio y yo lo miré de la misma manera ¿Qué carajo le pasaba ahora?

-Que lástima, yo me tengo que ir pero tal vez le podes preguntar a la rubia si te acompaña, seguro te dice que sí.
Robert miró a mí acompañante y este salió de mi casa.
Ahora Robert me miró con una sonrisa mientras se acercó un poco más a mí.
Sentía su respiración en mi cuello y de repente subió a mi oreja.
Quede estática en mi lugar.

-¿Acaso te pone celosa que hable con ella?- Dijo con voz seductora y pegado a mi oreja, yo volví a subir mi mirada hasta llegar a sus ojos y trague en seco. Negué con mi cabeza varías veces, estaba nerviosa ¿Qué se supone que estaba pasando?
Robert se alejó de mí antes besando mi frente.

-Bien, nos vemos otro día- Yo asentí con mi cabeza lentamente mientras él abría la puerta y se despedía de Crista.

-Chau nena, te llamo para que salgamos- Él le guiñó el ojo y ésta le sonrío. Yo solo salí para encontrarme con Tom. Apuesto a que en estos momentos yo ya no era una persona, sino que me había convertido en un tomate.

¿Qué acababa de pasar allí adentro?

La inspiración actualmente no es lo mio, perdón 😭