✖Dark Cross High✖

Dias de tormenta

La clase estaba llena de engendros que ahora iban a ser sus compañeros toda la eternidad que duraba el curso.
Iba a tener que convivir con todos y cada uno de esos monstruos a pesar de sus defectos y rarezas.
Therry se sentó al final, avergonzado tras un pequeño pero muy cursi discurso del Señor Byron.
Estaba agachando la cabeza, dibujando garabatos en un papel solo para aparentar normalidad.
-Quieres compañía? -una voz de la cual tampoco sabia de donde provenía.
-No se quien eres, que tal si te presentas, "voz"? -sonreía a la vez que miraba a los lados intentando adivinar donde estaba.
-Estoy aquí -una chica colgada del techo, boca abajo. Se dejó caer y se sentó junto a Therry.
-Eres una vampiresa, no es así?
-Joder, lo has adivinado, aunque, no lo creas hay gente que ha pensado que era una araña -miró hacia arriba -Por Satán que locura es esa?! -ambos se reían.
-Me llamo Therry y por desgracia me ha presentado el rector -bajó la voz -Que corte...
-Dalila, lo pasaremos bien -agitó el cabello del otro como si de un crío se tratase. Empezaron a reír.
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La habitación ya parecía estar al gusto de Therry, ya se sentía cómodo.
Estaba colocando la ropa en el armario y en los cajones cuando escuchó como llamaban a su puerta.
-Pasa! No muerdo! -dijo el brujo asomando la cabeza tras la puerta del armario. No vio a nadie pero la puerta estaba abierta -Drew? Eres tu? -sonreía un poco dudoso.
Empezó a aparecer. Su cabello casi blanco, sus ojos verdes, los piercing en sus mejillas, las dilataciones en sus orejas... Therry suspiró al verle.
-Como estás chaval? -guiñando un ojo.
-Aun sigo colocando ropa y arreglando un poco esto antes de volver a clase -cruzó las piernas y colocó los brazos en forma de jarra.
-Necesitas ayuda? -echó un vistazo a la ropa colocada sobre la cama.
-No quiero molestarte -dejó ver una sonrisa. Drew agarró un montón y se sonrojó un poco, la ropa de Therry era muy provocativa.
-Dónde coloco esto? -dijo buscando un hueco en el armario.
-Espera, eso... Pon los calcetines ahí -señalando un cajón -Esa ropa la colgaré yo -se acercaron mucho el uno al otro.
-Puedo usar el baño? -Drew estaba rojo, pero apenas se le notaba ya que su imagen iba clareando.
-Pues... Todo está un poco desordenado... -ambos se miraron y sonrieron -No te asustes -soltó una risotada.
-Para nada -le enseñó una sonrisa amplia y sincera. Al salir del baño, Drew era totalmente invisible. Se sentó en la cama de Therry mientras éste seguía colocando ropa.
-Ya no queda nada... -satisfecho del trabajo que había echo -Que estará haciendo Drew? -se sentó en la cama. Sobre las piernas invisibles del otro -Aah!! -se espantó -Que haces?!
-Has sido tu el que se ha sentando encima! -apareciendo poco a poco -Solo estaba aquí sentado!
-Me has asustado! -empezó a reírse -Invítame a tomar algo luego y te perdono -le guiñó el ojo mientras sacaba un poco la lengua.
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La lluvia caía con fuerza. Ambos salieron con un solo paraguas y sobretodo Drew obligado por Therry y sus "incontrolables ganas" de tomar chocolate caliente.
No tenían la suerte de su parte. El chico invisible desaparecía a ratos y eso hacía que sin querer Therry lo mojara sosteniendo el paraguas. Un coche a toda velocidad los empapó al pasar sobre un charco. Therry decidió volar y eso dificultaba el paseo hasta la ciudad junto a Drew.
Empezaron los truenos...
Llegaron a la chocolatería hechos una auténtica sopa. La humedad cubría sus cuerpos y pegaba la ropa a su piel haciéndoles sentir incómodos.
-Ya estamos aquí -Drew miró a Therry a la vez que se calentaba las manos con su propio aliento.
-Sinceramente lo he pasado bien!
-Voy a pedir ya pequeño psicópata -bromeó.
Cuando Drew volvió con las tazas humeantes, al brujo se le iluminó la mirada.
-Que ganas tenía! -sopló el borde de la taza haciendo que una nube surgiera de ésta.
-Es el mejor de la ciudad, te lo aseguro -se volvió completamente nítido a la vista de Therry.
-Vaya... -sorprendido -Encantado de verte Drew -le regaló una sonrisa dulce.