Cuando menos piensas...

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La lluvia envolvía la ciudad. Las calles estaban cubiertas de agua y los rayos y truenos no cesaban.
-Gracias por el chocolate -Therry se apoyó en la pared, junto a la puerta de la chocolatería.
-Tranquilo -se encendió un cigarro -Ahora vayamos con cuidado, esta zona es peligrosa tan tarde...
-No tardemos en irnos entonces
-Tienes miedo? -dijo expulsando humo a la vez que hablaba. Con la otra mano, frotó el brazo del brujo para darle algo de calor.
-Tengo frío -agarró el paraguas y comenzaron a caminar -No quiero tener problemas esta noche...
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Su cuerpo estaba tirado a un lado de la carretera, junto a su coche. La lluvia no dejaba de caer sobre él.
El dolor estaba quebrando su rostro y su espalda se encontraba doblada de manera casi inhumana.
-Que cojones has echo tía?! -dijo Geani, mojándose y gritando bajo la luz de una farola.
-Este cabrón me estaba metiendo mano, que querías que hiciera?
-Aria te has pasado... -Geani se alejó un par de pasos de su amiga, evitando mirar al moribundo.
-No exageres -se colocó frente al cuerpo, abrió la boca y miró fríamente a los ojos del hombre, aun estaba consciente. Apenas podía articular palabra por el dolor pero en sus ojos se veía el miedo. Aria absorbió su alma y lo dejó ahí -Venga vámonos, ya he acabado de comer...
Geani no se atrevía a decir nada a su amiga, sentía miedo y pena por ese hombre y Aria actuó demasiado mal rompiéndole la espalda.
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El paraguas estaba en el suelo, sobre un charco. Sus labios no dejaban de buscarse y las manos de Drew recorría la silueta de Therry.
-Vamos a mi habitación -dijo el brujo -Lo pasaremos bien...
-Perfecto... -susurró a la vez que colaba la lengua en la boca del otro.
Drew estaba tumbado en la cama del brujo, y éste sobre él, contoneándose y usando su magia.
-Hora de comer... -Therry estaba desenfrenado. Lamió el cuello trasparente del chico provocando que Drew apretase sus turgentes nalgas, ahora sobre su miembro.
-No me hagas daño -dijo el chico invisible, desapareciendo a ratos.
-Solo tengo hambre... -mordió el labio inferior del otro a la vez que se agitaba sobre él -Y ganas de sexo Drew... -dejó ver una sonrisa pícara.
-Me encanta este lado tuyo... -se colocó ahora sobre el brujo, abriendo sus piernas y colando su miembro entre estas -Grita si quieres... -embistió con fuerza a Therry mientras el brujo clavaba sus uñas en la espalda del otro.
-Sigue! -sus cuerpos empezaron a levitar y se empotraron contra la pared de la habitación. Los ojos de Therry brillaban conforme su placer aumentaba -Aah! -gritaba ahora en el techo.
-Como lo haces? -casi sin aliento pero sonriendo.
-Magia... -sonrió antes de volver a buscar los labios del chico. Ambos gemían y se retorcían entre si.
Therry volvió a estar sobre Drew, apoyando su mano en la mejilla del otro. Abrió sus ojos, los cuales desprendieron un destello y besó los labios del otro para recoger su esencia.
Los dos cuerpos cayeron de repente sobre el colchón. Ya habían finalizado la sesión de sexo y Therry ya estaba satisfecho.
-Buena esencia guapetón -dio un toque sobre la nariz del chico.
-Veo que lo tuyo son los polvos mágicos -ambos se reían, aun enredando sus cuerpos sobre la cama y cubiertos de sabanas arrugadas.

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