Lágrimas de sangre...

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Su cuerpo estaba vestido por una delicada tela oscura, sus cabellos envolvían la almohada y su delicadeza bañaba las sábanas de aquella cama.
-Dalila, despierta es muy tarde para seguir durmiendo -dijo Luna tumbándose junto a ella y besando sus labios entreabiertos.
Acarició su mejilla y posó su rostro frente al de la pelirroja.
-Dalila... -su melena de tono morado oscuro se entrelazó con el rojizo cabello de la otra.
En el cuello de la pelirroja había marcas sangrantes -Espero que no hayas muerto después del ritual cariño... -Luna besó la marca y lamió la sangre que emanaba del cuello de Dalila.
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Estaban en clase de lenguas muertas, con la profesora Green, una wendigo.
Dalila estaba completamente despistada observando a una sirena de la que estaba colada.
-Porque no hablas con ella? -dijo Therry dando un toque con el codo a su amiga -Sé que aparte de sirena es tiburón pero es muy guapa -sonrió al ver sonrojada a la vampiresa.
-No creo que yo pueda hacer nada, Elsa es mucho para mi -su mirada se tornó acuosa.
-Elsa Von Bishark es una bestia igual que lo eres tu -el brujo bajó un poco el tono de voz -Si no le hablas tu, lo haré yo por ti!
-Quieres ligar con ella? -vaciló Dalila.
-Vete a la mierda -reía Therry a la vez que empujaba con el hombro a la chupa sangre.
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El cuerpo de Dalila convulsionaba ante la reacción del veneno que Luna había depositado en su sangre. Le había regalado una nueva vida pero acabó totalmente con la que tenía hasta ahora.
El cielo se tornó de un color rojizo y eso significaba el nacimiento de una criatura inmortal...
Sus ojos se abrieron ahora con un brillo carmesí, sus colmillos eran afilados como agujas.
-Que bien te sienta estar muerta querida... -Dalila aun asimilaba su cambio mientras Luna se rozaba con su cuerpo.
Sus pechos desnudos y turjentes acariciaban los de la pelirroja. Dalila acarició la cintura de la otra y clavó por primera vez los colmillos en la piel de su compañera. Su sed de sangre era mayor que las ganas de sexo.
-Que dulce sabor a sangre -se chupó los dedos manchados por ese líquido rojo que salía de la clavícula de Luna.
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-Elsa! -Therry dio un toque en su espalda siguiendo el gesto con una sonrisa amplia -Espero no molestarte... -salían de clase y se apoyaron en la pared del pasillo.
-No hay problema -dejó ver su sonrisa afilada -Necesitas algo?
-Dalila... -susurró tapándose la boca -Mi amiga se ha fijado en ti y creo que podrías...
-Una cita? -volvió a sonreír -Mira no quiero un compromiso con nadie, pero.... -acarició su largo cabello de colores acuáticos -Yo voy a salir a nadar esta noche...
-Ella irá contigo! -dio un salto -Sí, ve a buscarla a su habitación seguro que lo pasáis bien -guiñó el ojo a Elsa y antes de irse le dio un beso en la mejilla -Nos vemos!
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La miró tumbada en la orilla bañada en penumbra y en sal marina. Su cola de tiburón resplandecía bajo la luna al igual que su mirada.
-Elsa... -Dalila acercó su mano a la de la sirena con ansias de cogerla.
-Que noche más bella -dijo peinando su melena y sonriendo a la vampiresa.
-Elsa gracias por quedar conmigo... -susurró junto a los labios de la otra.
-Dalila -dijo poniendo su índice sobre los labios de ésta -Vamos al agua...
Sus cuerpos envueltos del gran mar y cubiertos por el manto nocturno.
-Me gustas mucho -Elsa acarició el rostro de la vampiresa -Pero lo mío no son las relaciones...
-No te he dicho que seamos pareja... -ambas posaron sus labios sobre la otra y se sumergieron, soltando burbujas que acariciaban la unión de sus besos.

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