✖Dark Cross High✖

Más allá

Nadie comentó nada sobre la desaparición de Dana. Los profesores estaban preocupados y decidieron preguntar a los alumnos uno por uno.
La puerta de la habitación de Therry se abrió. Byron entró invadiendo el lugar con una atmósfera ardiente.
-Hola? -preguntó husmeando en el lugar.
-Señor... -dijo Drew secando su mano con una toalla colgada del pomo de la puerta del baño.
-Está Therry? Debemos hablar, chicos -se quitó la americana y tomó asiento -Puedes llamar al joven Evans?
-Sí, no se encuentra muy bien, está en el baño Señor... -dijo el chico -Iré a buscarle
Therry seguía sumido en sus pensamientos y aunque ya había presenciado muertes en muchísimas ocasiones, incluyendo su familia, esto le había marcado sin duda.
Drew entró (a los ojos de Therry) apareciendo de la nada junto a la bañera. El brujo tenía la mirada perdida y las gotas de agua resbalaban por los mechones de su cabello.
-La muerte no se olvida... -dijo Therry poniendo su mano sobre la de Drew.
-Byron está aquí -susurró -Deja a los muertos tranquilos por ahora...
-Eso es... -sus ojos se iluminaron y unió los labios con los del otro, agarrando su rostro para dar énfasis al momento -Gracias!
-Que he echo? -dijo mientras contemplaba el cuerpo desnudo de Therry -Vas a salir así?
-Crees que no soy capaz? -el tono pícaro del brujo había vuelto, junto con sus ganas de jugar a provocar al rector.
Su cuerpo se balanceaba, presumiendo su desnudez y paseando sin vergüenza alguna frente a su rector.
-Señor... -dijo sentándose sobre la esquina de la mesa -No esperaba su visita...
-T-Therry!? -Byron se encendió, le salía humo hasta de las orejas.
-Hey! Ya te he dicho que no salgas así! -Drew le acercó una toalla al brujo.
-Estoy en mi cuarto! -ambos alumnos forcejearon cosa que hizo presenciar una escena muy estimulante para el caliente cuerpo de Byron.
-Parad! -dijo el rector -Vengo a preguntaros algo serio -se aclaró la garganta -Agradecería que te taparas un poco... -mordió su labio inferior mientras analizaba cada parte del cuerpo del brujo.
-Pregunte lo que quiera -cogió un cojín y se lo puso sobre las piernas -Lo que quiera... -usando una voz seductora.
-B-bien... -tragó forzado -Una alumna ha desaparecido... Dana... La conocéis, no es así?
-Señor no me andaré con rodeos, le diré la verdad -se levantó y rebuscó en un pequeño baúl de madera, poniéndose en una posición muy poco sutil -Pero también quiero que estén aquí más criaturas... -sacó una tabla ouija.
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Estaban en la furgoneta de camino a Rosewood, dejando atrás Dark Cross High y con el sus demonios.
Los árboles tenían un peculiar color rojizo, magenta, granate e incluso púrpura.
-Este lugar os aportará algo de tranquilidad -hizo una pausa leve -O eso espero... -Byron miró por el retrovisor a sus alumnos. Therry dormía apoyado sobre el cristal de la ventana. Drew, junto a él, ofreciendo al brujo su brazo como almohada y inundado en la música que resonaba por fuera de sus auriculares. Dalila estaba apoyada en el pecho de Elsa, la cual le acariciaba el cabello con cuidado de no despertarla.
-Tiene fuego? -Aria en el asiento del copiloto. Ambos se miraron vacilantes -Y bien? -dijo ella impaciente.
-No te cansas de causar problemas? -elevando un poco la voz y sin apartar la vista de la carretera.
-Solo quiero fumar -se quitó el cigarro de la boca -Que he echo?
-Tienes la sangre muy fría para ser tan joven... -dio un volantazo y frenó de golpe -Hemos llegado, espero que aquí dejes esa actitud antes de que corrompas a los demás...
Aria bajó de la furgoneta y se apoyó en la ventana.
-Vayase al infierno Señor... -le regaló una sonrisa burlona y se apartó.
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Therry dejó la tabla en el suelo. Junto a él, Drew, que con los nervios su cuerpo se difuminaba. Dalila agarrando con fuerza la mano de Elsa que no temía a lo que pudiera ocurrir. Aria agarró una de las velitas, que había colocado el brujo para el ritual, y se encendió un cigarro. Byron junto a Therry, que seguía desnudo y eso le hacia estar incómodo.
-Empecemos... -el brujo empezó a susurrar palabrejas. Todas las puertas se cerraron de golpe y la luz se tornó oscura de golpe, solo estaban iluminados por las velas.

Invocaron a Dana.