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«El intento de lo inexorable».

- ¿Te gusto, verdad?

Ese día lo primero que la televisión le mostró fue a Kim NamJoon, sonriendo, coqueteando, siendo simplemente perfecto. El reconocido cantante podía jactarse con facilidad que ése era uno de sus mejores anuncios publicitarios.

- ¿Es porque soy súper atractivo?

¿Y que esperaba? El anuncio había sido creado por la mismísima empresa Kim. El trabajo de SeokJin era lograr que todo fuera perfecto. La idea ingeniosa, la carisma plasmada, y solo faltaba el modelo ideal.

- ¿Te parezco adorable, cierto?

Solo bastaba con haber observado los últimos trabajos de NamJoon, el más reciente, un particular clip de él saboreando gustosamente un helado de una popular marca. SeokJin había encontrado a su rostro de publicidad perfecto.

- ¡Ah! Es porque soy famoso.

Y NamJoon había resultado tal y como lo había visualizado, perfecto para ese anuncio. Hace bastante tiempo que habían filmado, se habían creado otras versiones similares en otras locaciones y circunstancias, aun así, seguía teniendo el mismo efecto.

El efecto que tantos premios otorgados en el campo publicitario comprobaban.

Otro acierto se sumaba a la lista, había dicho su padre.

-Why not?

El comercial terminó con la reluciente sonrisa del teñido. Luego de dos segundos se decidió por apagar el televisor, masajeando un poco su sien y con un dolor de cabeza, a causa de su adorado primo.

SeokJin no era un hombre estúpido, por supuesto que no.

[...]

El mismo día que le había prohibido a MinKi extender esas copias, retuvo el celular bajo su poder y lo apagó. SeokJin temía encenderlo y ver que alguien de verdad se había atrevido a contestar a aquella estupidez.

- ¡Jinnie!

SeokJin suspiró.

-Ki. ¿Cuántas veces debo decirte que te anuncies antes de entrar?

-Devuélveme el celular.

-No.

-Pero...

-He dicho que no.

MinKi apretó sus puños. Miró desafiante a su primo y sonrió, movió unas cuantas hebras de su cabello negro tras la oreja y colocó una mano sobre el escritorio.

-Escucha Kim SeokJin, o me devuelves el celular o te atienes a las consecuencias.

SeokJin sonrió descaradamente, recargándose en el respaldo de la silla.

-Eso me gustaría verlo.

MinKi rodeó todo el escritorio acortando la distancia y emitió un grito de exasperación antes de lanzarse sobre el más alto, aprovechó que se encontraba sentado para poder revisar sus bolsillos con rapidez, SeokJin solo reía divertido, mientras veía como su primo metía las manos en su leva.

- ¡¿Dónde lo tienes?!

- ¿De verdad creíste que lo traería a la oficina?

Choi levantó la cabeza con fuerza, se encontraba casi sobre Kim, mirándolo directamente a los ojos y con las manos en la cintura contraria. Acostumbrados a esa cercanía, ninguno de los dos se apartó.

Se busca novio.╰JinKook╮ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora