El Harem de Ash

Inquilinas inesperadas

- Yellow ¡Quiero saber que fue eso! -gritaba Leaf enojada, después de haber salido del laboratorio Profesor Oak.-

- ¿A que te refieres?

- Lo del beso cerca de los labios y lo de confundir a Ash con cosas sexuales.

- Vamos Leaf, Ash tiene ya dieciocho, alguna tiene que sacarlo de ese mundo de inocencia. -Respondió Yellow en un tono de perversión.-

- Y ¿Porque tienes que ser tu quien lo saque de su mundo de inocencia? "Quizá a pasado mucho tiempo, pero ¿Aún siento algo por él?"

- No creo que tu quieras sacarlo de su mundo, aparte ambas hemos sido sus amigas y lo conocemos bien. Sabemos que el nunca haría algo que nos lastimará al contrario siempre nos a dado su ayuda cuando la necesitamos. Aparte lo de las bromas sexuales tu me las enseñaste o ¿Acaso ya no recuerdas cuando viajamos por Hoenn y me molestabas por que mi busto empezaba a crecer y yo no sabía que hacer?

- Jajaja tus pequeñas pokeballs, como podría olvidarlo. Pero regresando con Ash, Quizá deba ser yo, la que lo saque de su mundo.

- No Leaf o lo compartes con migo o no te dejare estar sola un minuto con él.

- ¿Eh? ¿Qué tratas de decir Yellow? "Vaya creo que haber viajado todo este tiempo con migo la a convertido en una pervertida por completo."

- Ya te dije o las dos tenemos a Ash o ninguna lo tiene.

Mientras Leaf y Yellow discuten sobre la idea de compartir a Ash, el entrenador a estado pensando sobre que es esa sensación que Leaf le hizo sentir cuando mordió su cuello de esa manera, lo que para él habían sido sólo unos minutos para el mundo exterior habian pasado ya horas.

"Como una mordida de Leaf me hace sentir así, o mejor dicho que es eso que sentí cuando Leaf me mordió. Dejando eso de lado hoy que volví a ver a todas mis amigas he notado que son muy bonitas, ¿Porqué no me habré fijado en alguna de ellas?"

- Ash ¡Baja a cenar! -la palabra cenar fue suficiente para hacer el entrenador dejará de lado sus pensamientos y bajara lo más pronto a su cocina.-

- Ya voy ma'. -grito mientras bajaba las escaleras, al abrir la puerta de la cocina pudo notar la presencia de dos amigas suyas.- ¿Leaf, Yellow? ¿Cenarán con nosotros? "Espero que esto no sea plan de mi mamá."

- Claro. -respondieron al unísono alegres, por su parte Ash recordó las mordidas que le había dado Leaf y decidió sentarse en la esquina contraria a donde el par de féminas se encontraban.-

- ¡Eso es genial! "Deberé evitar cualquier situación como las de la tarde, un beso de Yellow o mordida de Leaf podrían hacer que mi mamá malinterprete sus acciones."

- Bueno ya que estamos todos sentados es hora de comer. -anuncio la mamá del azabache sonriendo a los tres jóvenes.-

El transcurso de la cena fue algo "normal", Ash platicaba de su viaje de entrenamiento y el como se sentía estresado por el tiempo mientras que Leaf y Yellow hablaban sobre la posibilidad de que ambas se convirtieran en investigadoras Pokemon, aunque también en la cena, tanto Leaf como Yellow le mandaban miradas y alguno que otro gesto de beso al entrenador, lo cual lo hacía sentirse nervioso.
La cena ya había terminado y Ash decidió avisarle a su mamá que había ofrecido su casa a Dawn y a Serena para que se quedarán durante la fiesta.

- Mamá este... en tres días es posible que llegue Serena a la casa y se quede hasta la fiesta. -dijo el entrenador con todo el valor que pudo reunir de su interior.-