Capítulo 3

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Capítulo 3.


"Lee HyukJae'es y Montañas Rusas"





La compañía del azabache ha demostrado ser como en el primer día en que hable con él en las gradas... Agradable y para nada incómodo. Ahora puedo decirlo con seguridad, ya que no hay emoción que me controle como aquel día.


Con él no existen esos silencios incómodos que tengo con los chicos en mis citas, cuando eso sucede él se hace cargo de convertirlo en una competencia de quién se ríe primero. Soy un mal perdedor y me gusta golpearlo para que pierda su seriedad.


El tiempo transcurre y con ello los prejuicios se van disipando. HyukJae el chico nerd, friki, antisocial, feo y raro es en realidad HyukJae el inteligente, gamer (como él prefiere que lo llame), sigue siendo feo. ¿Antisocial y raro? Ni idea, así que decido preguntarle...


— Oye HyukJae, tengo una duda. — Estamos sentado uno frente al otro en una pizzería.


El azabache piel blanca alza la cabeza con un pedazo de pizza colgando de su boca. La escena es cómica como tierna.


— Dispara, niño chulo.


— ¿Por qué dicen los rumores que eres antisocial y raro?


— Los rumores dicen muchas cosas sin sentido, ya es tiempo de que dejes de creer en ellos. — Evade mi mirada y su tono se ha vuelto frío. Es la primera vez que lo escuchó.


— Sí, lo sé, pero no sé por qué dicen eso si ahora que hablo contigo no lo eres para nada. Eres diferente a lo que ellos dicen. — Sigo insistiendo, quiero saber...


— No te interesa si soy o no como dicen. Mañana te olvidarás de esta salida, así siempre pasa. — Esto último lo murmura, supongo que con la intención de que no lo escuchará pero ese tono de voz que utilizo me atraviesa y toma poder de lo que digo, es inevitable.


— Si me interesa, ahora si me interesa. Y tú no sabes si lo olvide, yo soy el único que lo sabrá. — Algo en mis palabras lo hace perder los estribos.


— ¡DongHae ya cállate! Tú has tenido un saco muy grande desde que eras niño, ¿Y yo? No. Debes saber que hay un círculo y ese círculo marca que la gente como tú, popular, adinerada, apuesta debe hacer sufrir a gente como yo, y esto se manifiesta de una u otra manera, ejemplo de ello era como llegabas a patear y golpear en la primaria y secundaria, otro ejemplo es lo que pensabas tú de mí, decías que era antisocial y raro y eso se hacía ley, tu palabra se respetaba, todos te creían y al hacerlo nadie quería hablar conmigo. ¿Cómo quiere que se desmienta todos esos rumores si tú fuiste uno de los que los divulgo?


Me siento pisoteado por la verdad que me azota, pero la furia de que él se crea que puede hablarme de aquella manera solo por descargar sus frustraciones conmigo también me arde internamente.

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