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Y destrozaré tus sueños cada noche, haré de tu vida un infierno y tu corazón herido me seguirá perteneciendo. Después de todo el amor es un arma de dos filos querida...

Sus manos cayeron a su regazo mientras trataba de evitar contacto con el hombre delante suyo, el vampiro de mirada bicolor y un carácter fuerte. Que pese a sus intentos fallidos de evitar que lograrán reunirlos, lo habían hecho, para todos era demasiado obvio que Shizuka no lo quería, lo odiaba. Y allí estaba, sentada en la mesa esperando que el vampiro mayor para que hablara y aceptaré, pero no era como si le quedará otra opción y había algo más, ella estaba enamorada de él, no podía mirarlo a los ojos sin sentir que sus manos temblaban, que las palabras de su boca no salían o lo hacían agudas y perspicaces, casi quería desaparecer al tenerlo tan de cerca, evitaba a toda costa mirarlo aunque tarde o temprano debería hacerlo.
El hombre pronunció un acuerdo antes de dirigir su fiera mirada a la mujer sentada en una esquina, como un pequeño ratón. Si estaban destinados a estar juntos un buen tiempo debería aprender a mirarlo a los ojos y dejar de actuar tan infantil no como su querida juri que le demostraba su madurez a cada instante, ¡ah! Su juri cuanto desearía estar en estos momentos con ella, pero su torpe hermano tuvo que inmiscuirse.

Un amor vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora