Un amor vacío

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Una muñeca eso parecía, todavía sus pequeñas manos lograban sostener el papel ante sus ojos, felicidad o odio era lo que debía sentir, y como decirle a alguien que claramente no estaba interesado en ella ni en sus palabras, un secreto que se llevaría con ella.
Los días pasaron y el vampiro no se había parado por la mansión, cosa que alerti a la mujer, si esto era cierto tal vez se podría ir de una vez antes de que el lo supiera.
Espero una semana más por la venida del señor, pero nunca lo hizo, una cosa muy irónica, abandonada y violentada pero era claro que si el lo quería así que así fuera y no sólo era eso si no.... Había asesinado a la mayoría de los sirvientes, su sangre había llenado sus labios y su garganta aquella ansia tan grande y deseo insaciable por beber sangre comenzaba a aserse insoportable, al principio no quería hacerlo pero finalmente lo hizo, los sirvientes que sobrevivieron comenzaron a temer más a la señora de la casa que al mismo amo, ella parecía más loca de lo normal, quizás el wnciero y el evidente engañado de Rido la había quebrado.
Los sirvientes más audazes vieron en la mujer la forma de salir de las garras del señor, aunque ella parecía más malvada y en repentinas ocasiones tenía ataques de doble personalidad, si se aliaban con ella las cosas podrían ser diferentes y fue en una de esas ocasiones que como forma de pago o trato mejor dicho, habían decidido llevarle comida, carne fresca. Sus ojos se habían hecho rojos al ver a la carne fresca frente a ella
-¿Que es esto? Comentó la mujer con la voz amenazando el salir más grave por la sequedad de su garganta.
-Un trato my lady, queremos servir sólo a usted, que nos mantenga a su lado.
-Deseamos salir de aquí tanto como usted
Ella parpadeó y los miro cinco valientes vampiros decididos incluso a morir por contraponer sus deseos.
-Es un acto cobarde y lleno de traición... Podrían morir por esto.
Sus caras se llenaron de temor pero la mujer volvió a hablar.
-Pero yo también me quiero ir. Alegó sonriendo por una vez dulcemente
Los vampiros victoriaron y dejaron a la mujer beber la sangre de su regalo.
Habían vendido algunas joyas de la mujer y piezas de arte de Rido para su viaje y la compra de una nueva casa lo suficiente para los seisnde ellos, aunque la mujer insistió en algo más grande. Y complaciendo sus deseos lo aceptaron, corrió una semana más para su salida y seguian sin señales de Rido, así que era mejor salir antes de que recordaba que tenía vida. Salieron en un carro para luego abandonado y salir en tren a su nuevo destino.
El destino de un corazón destrozado, su mano enguantada tocó la ventana antes de pasará hacia su vientre.
-Estaremos bien