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Sus vidas se habían entrelazado y con la mirada en alto, salieron del lugar. Para la sociedad vampírica era algo de esperar que ambos compartieran su vida.
La mujer que aún continuaba con la mirada baja se mordió el labio y continuó su camino al lado de su gran amor platónico.
El hombre continuaba con su mueca, y la decepción después de todo ella no era Juri, pero debería servir de algo.
Ambos decidieron varios meses en la mansión de todo siendo la pareja de "enamorados" más fría, su asistencia a eventos sociales era obvia pero no solo demostraba lo mal que la llevaban juntos, si no el evidente nivel de celos para su hermana que se veía tan radiante y fue justo en una de esas pelotas que por fin perdió sus esperanzas
Rido la había dejado en su mesa sin decir, nada la mujer estaba allí como estatua esperando las órdenes de su maestro en lugar de esposo, fiel a él, claro que a él no le interesaba esa fidelidad. Ella miro para todos lados y sus grandes ojos violetas miraron con envidia como las parejas aristócratas más jóvenes bailaban en la lista tomados de las manos en una danza sin fin, bastaba con ver su ceño fruncido para saber qué ella no estaba feliz allí, y mucho menos con tantas parejas por ahí demostrándose afecto, el cual no recibía ni lo haría por parte de su gran amor, no podía negar que se su corazón caía día a día un pedazo más, pues apesar de que juro que su amor bastaría para sostener los era claro que el sangre puro nk compartía la idea... Por lo menos no con ella...pero si con. Se tragó el pensamiento cuando noto el aumento de presión sobre la Copa y como está amenazaba con quebrarse soltó la misma antes de que se rompiera y decidió por una vez no hacer caso de las palabras de Rido sólo para refrescar sus pensamientos.
El aire de la noche le hacía tan bien, además aquel olor a la tierra húmeda era de lo más maravilloso y sorprendente porque el mismo pronosticaba una tormenta. La cosa más bella según sus propias palabras, la lluvia borraba todo, con suerte algún día borraría sus sentimientos.
Ruo ante esto último y se quedó paralizada mirando hacia la noche y las nubes que se acercaban.
Un hombre audaz y algo borracho, con todas las agallas del mundo tocó su brazo y la mujer sorprendida giro para ser frente al hombre que sería por el alcohol o quien sabe se había sonrojado al mirarla, y es que quien no lo haría, ella era muy linda, pero no tanto como Juri.
-Pu..puedo tener esta pieza señora? Pregunto dudando, tal vez quizá porque penso que en cualquier momento se presentaría su marido y lo alejaría a grandes palabras, pero el no lo haría. Así que aburrida y algo atrevida la mujer asintió antes de colocar su mano delicada cubierta por aquel fino guante sobre la suya más grande. El hombre sonrió antes de llevarla a la pista, la música suave sonó y ambos compañeros comenzaron a bailar, las personas que habían notado a la inusual pareja tenían una cara de gran sorpresa, pues no era normal, que alguien que no fuera de alto estatus o un pyro logrará acercarse a otro y mucho menos uno que era pareja de otro.
Perdida en los hilos de su conversación comenzaron a adentrarse en temas de su interés, pues había encontrado en este inusual hombre uno culto y de buenos gustos si consideramos que sus preferencias en algunos temas no eran lo esperado para alguien de tan extraño linaje.
Y es que lo maravilloso de aquella mujer era su ascendencia, nada comun, una sangre antigua, tanto como el mismo polvo corría en ella, posiblemente no tan fuerte oh por lo menos no lo decían, sólo enigmática y fuertemente adictiva, pues el hecho de que el fundador de aquel clan fuera un loco amante de la sangre virgen y pura había logrado formar un clan con una extraña sangre que combinaba tanto pecado como pureza...
Bailaron por lo que parecieron largas horas hasta que la música cambio de nuevo y este era un gran cambio por que al dar la vuelta las parejas rodaban y cambiaban de parejas, extrañada la mujer giro y ni siquiera noto con quien bailaba hasta que sus queridos violetas miraron sorprendidos al hombre frente a ella....

Un amor vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora