Capitulo 3: La prueba

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¡Buena lectura!


Tic-tic-tic, tic-tic-tic el repiqueteo era constante, tic-tic-tic, tic-tic-tic. Cuando entonces el choque de cuchillas apagó el sonido. El cazador, amenazante, con una aguja repasaba la curva de su cuello. Una gota indecisa resbalo y cayó con una pereza infinita. Y luego, un soplido sosegó el alma de Hyo.

Tic-tic-tic, Tic, Tic, tic. Un pajarraco picoteaba la corteza de un árbol próximo.

Tic-tic-tic, tic-tic-tic. Había desplegado sus alas y finas líneas negras se arrastraban por el suelo hasta llenar el espacio.

Tic-tic-tic, tic-tic-tic. El sonido insistente se hizo más agudo y Hyo se tapó los oídos

Tic-tic-tic tic-tic-tic

Abrió los ojos.

Unos ojos la miraban.

Eran rojos.

Era un cuervo.

El cielo era claro.

Kakashi Hatake.

        Se había quedado dormida y con premura se dirigió al campo tres como habían acordado. Ya iba retrasada y rezando se apresuró aún más. Kakashi seguramente estaría esperándola, o eso deseaba ella. Que Kakashi no se haya ido, por favor.

       Desacelero y aterrizó en cuclillas frente a tres postes cortos cuando un ave blanca canturreando voló sobre ella. Céntrate. No había nadie y un malestar recorrió su cuerpo. Aun así, Hyo se sentó a la altura de los desolados troncos, esperando.

       El recorrido del sol ya había sobrepasado la mitad del horizonte significado de que un buen rato acaeció mientras Hyo jugaba con sus dedos, con las costuras de su ropa, con su cabello y con las hojas que en sus caídas le rosaban el rostro. Resignada se levantó sacudiendo sus rodillas y una brisa incierta recorrió el cuello erizado de la kunoichi.

- Hola - una voz armoniosa y alegre resonó

- Espero que tenga una buena excusa - habló sobre su hombro dirigidos hacia el hombre que se encontraba arriba de uno de los tres troncos que fungían de custodios.

- ¿Hm?, es que un gato negro se atravesó en mi camino y tuve que tomar el sendero largo, lo siento- dijo mientras reposaba una mano en su nuca.

       Si bien parecía simples palabras de una excusa bastante mala, Hyo pudo notar un doble sentido en sus palabras ambiguas y le dio una mirada intensa al ojo del peligris, escrutándolo, como si dentro de ellos encontrará el significado pero solo lo vio curvarse más en lo que parecía una sonrisa.

- Está bien. ¿Y ahora?

- Ahora, atácame

- ¿Qué?

-Tendremos un combate cuerpo a cuerpo. Ahora atácame, quiero ver tus habilidades.

- Pero... - Hyo musitó brevemente pues la había cogido desprevenida. Decidida, en un salto tomo su distancia sin perder de vista al que ahora era su oponente y quien le sostenía la mirada en una posición defensiva.

- Técnicas y reglas de batalla shinobi: Primera regla: Mantener la distancia y en posición de ataque siempre. Especialmente en los primeros encuentros cuándo desconoces las capacidades reales de tu enemigo.

         Hyo asintió y se deslizo hacia la izquierda como el giro invertido de un reloj y Kakashi le siguió como cual manecilla paralela.

- ¿Hace cuánto no combates?

Hyo lo medito por un momento, ¿hace cuánto...?

- Sin contar a los hombres pervertidos que intentaron sobrepasarse... - Y el peligris río- desde recién la masacre.

        Era verdad, solo había tenido encuentros con hombres ilusamente entusiastas, nada que requiriera más, que solo un poco de taijutsu. Siempre se mantuvo al margen.

- Bueno, siendo así no te contengas. No hay reglas, excepto que "Si no estás preparada para matarme entonces, no serás capaz de quitármelo" - El tintineo de un cascabel surgió de entre los dedos del peligris y Hyo capto la idea rápidamente - Tienes hasta el anochecer.

        Kakashi hizo tintinear una última vez el cascabel como inicio del combate para después atarlo a su pierna izquierda. El semblante de Hyo cambio adquiriendo una ferocidad en sus rasgos y en su mirada ahora escarlata, casi como reflejo Hatake descubrió su ojo izquierdo revelando una cicatriz vertical que partía desde el centro de la ceja y que descendía surcando el parpado móvil hasta ser oculta por la máscara, nuevamente. Aquella cicatriz exhibía el origen de lo que su ojo hasta ahora cerrado encubría. Y al abrirlo, un ojo similar al de su oponente: rojo escarlata de tres aspas.

       Si Hyo se había acercado para verlo no sé percato pero sin duda estaba más cerca. Esto será más complicado de lo que pensé, se dijo y así era, desde que desapareció el clan Uchiha no había peleado con alguien que tuviera sus mismas habilidades, su sharingan. Pero estaba ansiosa de probarlo. Necesitaba saber las habilidades de aquel hombre. 

          Más aun, sabía que un combate individual hacía más difícil la distracción del enemigo. Por lo tanto no podría sorprenderlo, no ahora. Sin mencionar que únicamente lo había visto una vez en batalla, prácticamente desconocía la totalidad de sus movimientos aunque eso era mejor que nada ¿no? La única solución que logro premeditar era atacarlo directamente, cuerpo a cuerpo para medirlo y así ganar tiempo para planear su próximo movimiento, ya que a juzgar por la templanza que emanaba el rostro de Kakashi seguramente esperaba que ella hiciera el primer movimiento. Una sonrisa maliciosa se asomó en su rostro.

- Es hora - dijo mientras se abalanzaba al peligris.

El Jōnin esquivo fácilmente la primera patada al retroceder, y en un medio giro de la kunoichi la segunda ya se acercaba al rostro presumiblemente sereno de Kakashi interceptándola con su antebrazo. Y en un acto instintivo él tomo distancia.

Hyo,era tan ágil como veloz en sus movimientos debido a su ligereza comparada conla de aquel shinobi, no obstante, sus ataques y golpes no hacían más quedesequilibrarlo un poco y mantener su distancia. El peliplata solo atrapaba o esquivaba los impactos, ni siquiera hacia algún acto ofensivo, cuando ella lograba rozarlo él le impelía con celeridad y eso frustraba a Hyo pues sabía que aunque no la atacara directamente, el solo acto de repeler todas sus ofensivas la debilitaba aún más, y supuso que Kakashi solo se encontraba marcando su resistencia y le enojo, porque dedujo que él no iba a atacarla hasta que ella lo hiciera de verdad.

- Técnica número uno: Taijutsu el arte físico- dijo el peligris.

Hyo en respuesta hizo un último movimiento de taijutso que arremetió en contra del shinobi quién volvía a bloquearlo con su antebrazo y rodilla derecha. Hyo sonrió para sí, retrocediendo en un salto mientras que unas posiciones de manos eran ejecutadas. El dedo índice y el pulgar se unieron rozando sus labios, inflando sus mejillas en una bocanada de aire expiro una bola de fuego que iba directo hacía Kakashi y Sasuke cruzo la mente del shinobi. Era el mismo jutsu que había utilizado aquel en el tiempo de su entrenamiento. Apenas y le dio tiempo de moverse, en imitación otra tanda de movimientos de mano y un choque de dos esferas se fundió en una. Las llamas habían acabado con algunos árboles a la redonda, expandiendo el campo de entrenamiento y al mismo tiempo el campo de visión. Ambos se movieron hacia lados opuestos. 



Por la extensión de los capítulos los estoy fragmentando, pues ya los tenía hechos y no quiero alterar el orden*. 


Eso es todo, espero sea de tu agrado ¡Nos vemos!

La Redención del Último Cuervo  [Kakashi Hatake] IEditandoIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora