Capitulo 4: Sigilo

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¡Buena lectura! 


El combate se volvía cada vez más difícil de sobrellevar o así lo considero la Uchiha. Admiraba a Kakashi por sus habilidades y por poseer misteriosamente el sharingan y no solamente eso, sino que dominaba a la perfección la mayoría de los jutsus exclusivos del clan y otros tantos que seguramente copio. Ese hecho lograba intrigarla aún más. Céntrate se dijo así misma, cuando vio un ave volar.

-estilo de fuego: Flor mítica de fuego

          Hyo posiciono sus manos y rápidas bolas de fuego salieron de su boca. Era exactamente el mismo que había utilizado el día anterior y el peliplata lo noto. Solamente que aquel día él no descubrió su sharingan y no pudo copiarlo pero hoy si, aun cuando la kunoichi lo haya hecho tan rápido e imperceptible al ojo humano.

         Las esferas llameantes tomaron dirección hacia el shinobi como si estas también lo recordarán. Aunque copio ese truco, Kakashi no lo ejecutó sino que en prontas posiciones unaofensiva de jutsu surgió del agua. Undragón de agua pensó Hyo, quien con sus dedos manipulo las bolas de fuego despedidas de su boca, pero el monstruo surgido del río las apago y el vapor inundo el campo bloqueando la visibilidad de ambos.

        Pero Kakashi era un ex cazador ANBU. Una Hyo se encontraba en el terreno ahora despejado, tan desierto, con veloces miradas lo reviso ¿dónde se metió? Un sonido sordo lleno sus sentidos, despego sus pies del suelo pero una mano ya le atrapaba jalándola de vuelta.

- estilo de madera: cazador de cabezas -dijo el peligris cuando arrastraba a Hyo hacia la profundidad del suelo y la visión de un tronco recién plantado lo sorprendió. Jutsu de sustitución. Era buena.

- Técnica shinobi numero dos: Ninjutsu y Regla número dos: Un ninja debe de saber cómo conciliar sus movimientos y esconderse de manera efectiva

         Un escozor surgió del brazo del shinobi. Un kunai le había rasgado, cuando lo percibió un puñado de éstas, y shurikens se avecinaban peligrosamente, esquivándolas todas le dolió igual el brazo, la pierna derecha y la mejilla izquierda, entonces se dio cuenta que finas agujas iban dentro de ese ataque y cayó. Lo tengo pensó Hyo pues dentro de aquellas había colocado un gotas de veneno no letal que solo lograban paralizar en un lapso corto. Aun así se maldijo cuando vio que aquel peliplata no era más que un simple clon de sombras; oculta en las espesuras del campo surco los árboles nuevamente, segura de que la había localizado. Cuando miro sobre su hombro se dio cuenta la puesta de sol se encontraba en su cúspide. Le quedaba poco tiempo y tuvo que pensar otra estrategia.

          Hyo se resguardo entre el espeso follaje de la copa de uno de los árboles, estaba sedienta y cansada. Se sentía como una presa acorralada pues había perdido todo rastro del Jōnin desde su trampa, solo esperaba que Kakashi diera su primer movimiento y la espera le crispaba los nervios. Un sentimiento le albergo y la pesadez en sus párpados empezó a hacerse insistente.

         Cuando despertó la luz de la luna la bañaba en claridad. Que idiota, se había quedado dormida, maldijo para sus adentros. Desconocía el tiempo transcurrido y si el peliplata la había encontrado, apenas lo recordó, un ajetreo provino de los arbustos. La encontró. Un kunai tomo curso clavándose en el suelo y una ardilla corrió.

        Hyo respiro profundo levantándose para tomar su arma ninja, luego de su último ataque su armamento había disminuido considerablemente. Provisiones, siempre había tenido problemas con eso. Un alarido prevaleció en un eco -Kakashi Hatake - murmuro y corrió hacia lugar de donde venía el sonido, cuando llego visualizo la figura de dos hombres frente a frente. El alivio le invadió brevemente al saber que Kakashi estaba bien pero la inquietud de ver a alguien más se le antojo suspicaz.

- ¿Estás seguro?

- ¿Por qué mentiría? Es una Uchiha. Esta dentro del bosque.

          ¿Qué diablos pasaba aquí? pensaba Hyo. No lograba entender por qué Hatake hablaba con un ninja sobre ella cuando la Hokage obligo a que se mantuviera en secreto. La duda y el miedo la embargaban, no obstante decidió acercarse aún más para notar el origen del otro shinobi. Su banda tenía la marca de cuatro líneas curvas y una más paralela a ellas estaba marcada con descuido, esa marca la reconocía y el símbolo también. Era un ninja exiliado de la tierra de la niebla. Seguramente se encontraba en el libro Bingo.

        Pero, si ellos estaban hablando ¿de dónde provino el grito? Volvió a moverse, uno, dos tres saltos y paro en seco, palideció y un grito fue ahogado por sus manos. Casi como invocación un tercer hombre masacrado se encontraba en frente de ella, cerrando los ojos se dejó caer en la tierra por si habían llegado a escucharla.

- Silencio - musitó uno - hay alguien. Creo que nos descubrieron.

- No, seguro es ella.

Hyo abrió los ojos como platos dispuesta a correr. Kakashi imbécil.

- Bueno, ya no necesitare de ti. Yo la buscare personalmente.

         ¿Qué? La neblina volvió cubriendo sus pies y el filo de una espada desenvainada sonó en un momento y al siguiente otro alarido de dolor le acompaño.

- Kakashi

       Hyo se giro y observo como el Jōnin peliplata era atravesado por una colosal espada cayendo de rodillas frente al otro, empalado y sujetado sólo por el mango del arma quedo inmóvil en un charco que comenzaba a hacerse del violento brote de sangre. Y después el otro hombre sobre su hombro miro a Hyo oculta tras un árbol, sonriéndole.


Eso es todo, espero haya sido de tu agrado ¡Nos vemos! 

La Redención del Último Cuervo  [Kakashi Hatake] IEditandoIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora