Misión cumplida: La caída de Kakashi

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Kakashi ya había atrapado dos Hyo, ambas clones. Desconocía cuantas más se encontraban dentro de ese perímetro, tanto como la hora que era, pero reconocía que ya era tarde. Un remordimiento cruzo su mente al recordarse llegar a hora avanzada y el tiempo que ha pasado en ayunas la kunoichi y él. Con más diligencia surco los árboles dispuesto a encontrarla y acabar con el entrenamiento, por un momento pensó en invocar a su perro de caza, pakkun, pero algo le hacía desear hacerlo por sí mismo; agudizando su sentido del olfato como ex cazador ANBU pudiendo reconocer su olor en el aire, que corría de norte a sur, podía ser ella u otro clon. Estaba cerca, y partió a su encuentro, hallándola cerca del río pero algo que vio le hizo detenerse.

Hyo estaba de espaldas desatando su kimono corto de tonos oscuros. Primero su cinto donde ahora se encontraba su banda de origen y después los lazos de éste, Kakashi contuvo el aliento indeciso y contrariado, pero al fin vencido, observó el desliz de su ropa sin llegar a caer, solo siendo sujetado desde los antebrazos. Hyo se agachó más y encunando sus palmas llevo agua que pareció brillar a su boca y pequeñas gotas que escurrían de sus labios al mentón como cristales caían al pecho de la Uchiha. Al peligris la escena le pareció hermosa, acercándose en sigilo un poco más.

 Pero Hyo ya no estaba.

 Un kunai ya le pinchaba la vena del cuello, una palabra emitida por unos labios húmedos que rozaron su lóbulo cuando una mano ya transgredía la barrera que establecía el chaleco de servicio Jōnin, deslizándose desde su pecho hasta el abdomen, descendiendo lentamente, como si el tiempo los hubiera abstraído.

— Kakashi — susurro. Y Como si fuera una orden, el shinobi tan rígido como una estatua cerró los ojos con una fuerza tal que reflejaba el embate de sus pensamientos — Regla número cuatro: Un ninja debe ver a través del engaño; Si la trampa es tan obvia no la tomes —concluyó ella y él, afectado, abrió los ojos encontrándose con los de aquella, dejando escapar el aire que hasta ese momento no sabía que contenía.

 Un tintineo sonó.

Hyo ya había tomado el cascabel.






                                                                                           ***


¡Hola! Si alguien lee esto, he actualizado. Es corto, lo sé. 

Pero esto tiene sus motivos, pues este es el cierre del capitulo anterior y no quería dejarlo incompleto. Ahora me dispondré a editar los capítulos subidos y cuando haya terminado subiré los otros, corregidos igualmente. 

La Redención del Último Cuervo  [Kakashi Hatake] IEditandoIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora