CAMPUS

CAPÍTULO 9

Nos hemos ido a dormir y como la casa tenía dos plantas, en la de arriba estaban las habitaciones. Cuando hemos subido a cambiarnos para dormirnos... ¡Uf! Que frío, estar desnudándose así era imposible por lo que meque con mi ropa puesta y por debajo el pijama, y aún así hacia frío, se nota que no estoy acostumbrado a las temperaturas bajas.

Cuando nos hemos acostado es la cama, abrazé a Toshio que estaba temblando.

-¿Estás bien?- pregunté preocupado.

-A tu lado siempre estaré bien.- me ruboricé mucho, me ardían las mejillas. Sólo reaccioné abrazándolo mucho más fuerte.

-¿Q-quieres al-go?- pregunté tartamudeando.

-Dos chocolates calientes no estarían nada mal.- dijo con su sonrisa pícara.

-Oky.- contesté bajando las escaleras cuando sentí que me agarraban el hombro por detrás.- ¿Eh?- me giré y era Toshio.

-No me dejes solo, me da miedo estar solo.- me abrazó por detrás h me ruboricé.

-T-tranguilo Y-yo es-estoy aquí, c-ontigo.

-¿Simpre?- pude distinguir en la oscuridad sus ojos brillantes y llorosos.

-Siempre.- lo besé y le quité las lágrimas de la cara.

llegamos a la cocina y comenzé a preparar los chocolates. Toshio se sentó en el sofá y cuando terminé de preparar los cafés me senté a su lado y me puso su brazo sobre mis hombros.

-Que bien...- dijo ruborizado.- Está súper calentito. Sabes cómo complacer a un hombre.- mes sonrió y yo lo abrazé.

-Gra-gracias. T-tú también haces bien en mi vida.

En ese momento recordé la frase...
"A tu lado siempre estaré bien..." haciendo que lo abrazará aún más fuerte.

-Me voy ya a la cama, no tardes.- dijo mientras m sonreía.

-A sus órdenes sargento.- bromeé poniéndome la mano en la frente.

-Os he escuchado...- oí una voz detrás mía, cuando me giré era Yuki.

-¿Eh? ¿Yuki? ¿Qué haces aquí?

-Estaba en el baño... Y lo he oído todo.- su rostro parecía trite

-Y-y que pasa?- soné un poco borde.

-Pues que ha sido muy... ¡KAWAII!- grito saltando a mi lado del sofá y poniéndose la manta que me cubría por encima.

-Uf... ¡Me habías asustado idiota!- le dije mientras me reía.- Viendo cambiando de tema... ¿Quieres?- le ofrecí de mi chocolate caliente.

-¡Si!

Nos quedamos callados mientras bebíamos del chocolate caliente y nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, Toshio me cogió del brazo y me llevó arriba, bueno no me llevó, me arrastró de lo dormido que estaba.

-Buenos... Días...*bostezo*

-Cómo que buenos días, me dijiste que ibas a venir aquí conmigo... Ha dormir junto a mí, abrazandome...- se sonrojó y una lágrima lograba salir de su ojo derecho.

-Toshio... no llores, yo siempre te querré.- le besé y lo abracé tan fuerte que nos caímos en la cama.

-Siento interrumpir tórtolos pero Yuki y yo vamos a dar un paseo, ¿os venís?- dijo Rin con una sonrisa.

-Ya vamos estúpido...- Toshio le tiro un cojín mientras yo bajaba las escaleras.

-Hola Yuki...- dije medio dormido.

-Holaaa...*bostezo*

-Pues vamos...

-Esperate a Rin y a Toshio...

-Es verdad... Voy a subir.

Cuando subí no me pude contener y me subí encima de Rin a hacerle cosquillas mientras Rin se las hacía a Toshio. Paramos y salimos a pasear.

El entorno rural es precioso. Los cerdos estaban tumbados al sol, las cabras y las vacas pastando en el prado.

Comenzamos a cantar el intro de Tokyo Ghoul Yuki y yo y Toshio y Rin estaban tatareandola de tantas veces que la hemos escuchado juntos en el viaje.

Cuando hemos terminado el paseo, Ino nos estaba esperando en la puerta junto a Kito.

-¿Queréis venir esta noche a cenar con nosotros a nuestra casa?- dijo Ino.

-Por supuesto, gracias.- dijo Rin.

Hemos pasado toda la tarde al lado del fuego viendo películas. Cuando llegó la noche, todos nos arreglamos e Ino nos esperaba en su coche para guiarnos.

Su casa se encontraba en el pueblo cercano a la sierra. Era muy grande y lujoso comparada con las otras casas rurales. Cuando entramos, lo primero que vimos fue a los hijos de Ino peleándose.

-¡No es mi juguete!- dijo su hija menor, Anna.

-¡No es mío! ¡Mama!- grito su hija mayor, Taylor.

-¡Eh!¡Parad las dos que tenemos invitados!- les regañó Ino y las dos se callaron de inmediato y asintieron.

La comida ya estaba preparada. ¡Oh! Lasaña mi comida preferida, con todo su queso... en tomate calentito... era una lasaña perfecta y se me hacía la boca agua.

-¿Y por qué tanta hospitalidad?- dijo Toshio con tono de reprimenda.

-¿Ah? Pues me gusta ser amable colaboración mis inquilinos aparte vosotros me recordáis a mi amigo de la infancia y a mi hermana cuando eran jóvenes...

-Tu mejor amigo era... ya sabes.- dije muy curioso.

-Si, de hecho su novio se parecía al tuyo.- Dios que cantidad de coincidencias.

Después de cenar, comenzamos a hablar de tonterías. Ino nos dijo su edad, ¡35! Y parecía que tenía 27. Ojalá me conserve yo así, aunque prezce que tenga 15 años y tengo 20 recién cumplidos.

Ya eran las dos de la madrugada cuando decidimos salir y volver a nuestra casita rural. Toshio y yo nos comenzamos a cambiar. Nos tumbamos en la cama y está vez era él el que me abrazaba.

-¿Toshio? Que te pasa.- dije preocupado.

-Siempre estaré a tu lado pase lo que pase.- una lágrima calló por su ojo derecho.

-¿Por qué estás tan apegado a mi últimamente?

-Porque ya te perdí una vez y no te quiero volver a perder.- lo abrazé y me besó.

Sus labios se sentían tan bien junto a los míos.
"A tu lado siempre estaré bien..."
Será por eso que no se quiere separar de mi... por que conmigo está ¿bien?

-Siempre...- separó sus labios de los míos.

-Siempre...- lo abrazé y nos quedamos dormidos.

Y cuando me he levantado y me ha sentado en el sofá, Toshio se ha sentado detrás mía y se me quedó mirando, me cogió de los mofletes y los estiró.

-¿Qué haces?- dije quitándole las manos de mis mofletes. Me giré y lo vi con una cara de pervertido.- ¿Qué pasa?

-Están súper blanditos.- estaba sonrojado.

-¿Haber?- Yuki se acercó y también me agarró los mofletes.- ¡Es verdad! Rin ven a ver esto.

-¡Oh! Son súper blanditos.

-Dejadlo ya que es mío.- le quitó las manos de mi cara a Rin mientras reía. Ahora me duelen los mofletes.