"paso uno: Seducción"

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Al terminar las compras David condujo hasta mi departamento y se despidió de mi, tenia algunos deberes que terminar y estaba un poco retrasado. Ordene los frigoríficos rápidamente, deje caer mi peso en el sillón, mis padres aun no me habían llamado para saber de mi y eso me molestaba, estaba claro que su trabajo era importante, pero su hija lo era más. 

Tome el teléfono que se encontraba en el living y marque a casa de mis padres. Tres intentos fallidos, nadie contestaba y eso me ponía los pelos de punta. ¿y si les ocurría algo? deje mis malos pensamiento y decidí salir un rato, al menos a conocer el edificio donde vivía. Tome el elevador y este me dejo en la recepción, tenía entendido que esta propiedad poseía piscina, pero no me había interesado.

-buenas tardes señorita Evans- el vigilante sonriendo marcando algunas arrugas en su rostro.

-buenas tardes- le correspondí- ¿me podría decir en qué dirección está la piscina?.

Caminó hasta mí, y comenzó hablar.

-al terminar el pasillo la encontrara, no se preocupe si ve la puerta cerrada, es por seguridad- hizo una reverencia y volvió a su puesto.

Camine por el pasillo y justo como lo dijo allí estaba la piscina, estaba dentro de una habitación rodeada de plantas, me parecía muy hermoso el lugar ya que me recordaba a la piscina donde practicábamos Swimming en Miami. Alguien nadaba, podía ver su silueta deslizarse por el agua, nadando con rapidez; me acerque a la orilla para ver quién era, y reconocí su rostro aunque pocas veces lo hubiese visto.

-¿Diego?- exclame un tanto sorprendida.

- ese mismo- apoyo sus brazos en las escalerillas – Summer, ¿no?.

-asentí- nunca pensé que vivieses aquí.

- Hay cosas que no sabes de mi – sonrió - ¿en qué departamento vives?- pregunto.

- el 18 pasillo...- me interrumpió-.

- el departamento de dos pisos- hizo una mueca – siempre quise vivir allí, tuviste suerte.

- pues creo que si – me encogí de hombros – es espacioso- exclame desinteresada.

Lo vi salir de la piscina, con un pequeño traje de baño que mostraba su ejercitado cuerpo, tomo una toalla y la enrollo en su cintura, tomo asiento y me hizo señas para que lo acompañara.

-para ser la nueva en la universidad dejas mucho de qué hablar- exclamo burlón.

- ¿A qué te refieres?- exclame confundida.

- te vi hace unos días con Justin, no para de hablar del cuerpo que tienes- lamió sus labios- y de tu bonito trasero- exclamo mirándome de pies a cabeza.

Me estremecí al oírlo hablar así, tan descaradamente, como si no le importara lo que pensara de él. Me acomode en mi asiento sintiéndome incomoda tras su mirada, y esa extraña sensación de que yo le atraía tan solo un poco me dejo helada, pero al asimilar muy bien sus palabras me quedo claro que Justin no sería un problema, en poco tiempo estaría comiendo de mi mano o mejor dicho de mi...

-los chicos como ustedes me dan asco- Musite entre dientes.

- se que te haces la dura, pero pronto estarás como todas- se acerco hasta rozar nuestros brazos – debajo de las sabanas rogando por mas- tras decir eso exploto en carcajadas al mirar mi cara de asco.

Gire mis ojos y Salí de la habitación con la sensación de que detallaba mi cuerpo de pies a cabeza, tome el elevador y me detuve antes de entrar al departamento, mirando la soledad en que me encontraba, rogando que mis padres hubiesen dejado un mensaje de voz o tan solo una llamada.

la venganza es dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora