la venganza es dulce

¿acaso no entiendes que me importas?

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Llegamos a mi edificio, David aparco mientras yo me desabrochaba el cinturón, salió del auto y tomo a jazmín en brazos para subir a mi departamento. Entramos y Michael me miro desconcertado cuando vio a la rubia hablando incoherencias, le di una sonrisa avergonzada y este asintió con una comprendiendo, entramos al elevador y este en minutos nos dejo en mi piso entramos al living y me lance en el sofá.

-Dejare a Jazmín en su habitación- dijo David, el cual estaba sonrojado por los constantes comentarios sucios de la rubia.

- ¿Qué quieres que hagamos en la habitación?- balbuceo jazmín – puedo cumplirte cualquier fantasía, solo pídela- mordió su labio y sonrió soñolienta.

Solté una carcajada al oír tal proposición de jazmín.

-No sabe lo que dice David, no le hagas caso ¿vale?- acaricie su brazo- es mejor que vayamos a la habitación.

Asintió amablemente y subió a la rubia hasta la habitación, la dejo sobre la cama y acomodo su cabeza sobre la almohada.

-no quiero dormir- reprocho- queda mucho por hacer con David- exclamo jazmín con ojos divertidos.

- sonrió- vamos, tienes que dormir, mañana haces todo lo que quieras conmigo, pero ahora duerme- susurro David.

- hizo un puchero – estas siendo injusto conmigo, yo quiero tener sexo ahora no mañana- jazmín se retorció en la cama. David y yo estallamos en carcajadas al oir el reproche de jazmín, negué avergonzada y la abrigue con la manta.

- mañana tendrás sexo jazmín, pero si duermes ahora- sonrió- ahora deja de acosar a David o se ira corriendo- Me hizo una señal obscena  y cerro sus ojos para luego oír su respiración calmada.

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-¿quieres un café?- le pregunte a David cuando nos encontrábamos sentados en la barra de la cocina.

- asintió – bien cargado por favor, la bebida estaba un poco fuerte- hizo una mueca.

- ni que lo digas, estoy un poco mareada- murmure escurriéndome hasta la cocina.

- no tanto para bailar- susurro David. Escuche su tono de enojo pero lo ignore.- ¿y como la pasaste con el imbécil de Justin?- exclamo. Deje lo que estaba haciendo y me gire para mirarlo, tenia una media sonrisa y sabia que no era nada bueno, esa era la mueca que el hacia al enojarse.

- bien, mejor de lo que esperaba- mordí mi labio – me salvo de un gran problema.

- ¿Cuál problema?- exclamo confundido.

- una larga historia- respondí sin mucho detalle. No quería preocuparlo con mi "intento de violación".

- una larga historia de la cual quiero saber, un día estas diciendo que quieres destruirlo, que es un maldito ¿y al otro dices que te salvo de un gran problema?, explícame por que no estoy entendiendo- frunció el ceño y se cruzo de brazos.

- no quiero hablar de eso ahora ¿vale?- tome las tazas de café y le extendí una.

- ¿y cuando querrás hablar de eso?- insisto.

- cuando yo quiera- le grite- David no espero que entiendas porque yo tampoco entiendo, pero tus constante insistencia me pone los pelos de punta, para por un momento- lo mire fijamente y este desvió la mirada.

- tu no entiendes Summer, no puedo parar de preocuparme- negó - ¿acaso no entiendes que me importas?- exclamo exaltado.

- suspire- lo se David, lo se, pero prometiste ayudarme, ¿porque se te hace tan difícil esta situación?.