Capítulo 11: ¿Quizás sea amor?

56 3 0
                                    

-¿Qué está pasando?-chillo al entrar en mi comedor.

-EEEEEEEEEEEEMMM.... Nada- dice David.

-No seas idiota, díselo- protesta Adam mientas que David le niega con la cabeza- pues lo haré yo. Mañana por la noche tenemos una fiesta, está bastante cerca.- dice riéndose.

-¡Tan cerca como que es nuestra casa!- chilla David indignado.

-Ah no, no quiero saber nada de eso, yo estaré en casa viendo la tele, y viendo como va la policía a deteneros.- digo mientras me río.

-No y no. Tu te vienes, si o si- me reprocha David.

-Bueno tal vez me pueda pasar- los dos chicos asientes muy seguros, y veo como Anne fulmina a Adam con una de esas miradas de <estás muerto>

Las horas van pasado y todo ha estado muy tranquilo. Me acuesto a dormir y espero al día siguiente para irme a cenar con Nathan e ir a la fiesta de los chicos.

Veo el reloj y empiezo a prepararme, primero me voy a duchar, después de esto me aliso el pelo y me maquillo.

No sé que me voy a poner, porque si después me paso por la fiesta de los chicos no puedo ir muy elegante. Decido ponerme unos shorts vaqueros, una blusa blanca con triángulos pequeños y con un lazo negro de cuello, y una americana que me llega hasta el trasero sin abrochar. De calzados opto por mis botas de charol de Dr Martens.

Oigo la puerta, bajo a abrir y veo que es Nathan. Va muy guapo con su cazadora de cuero, una camisa blanca, unos jeans negros y unas adidas stan smith con la parte de atrás negra.

-Que guapa estás- dice sonrojado.

-Tu también- puedo sentir como el calor vuelve a mis mejillas- por cierto, ¿a la vuelta de la cena podríamos pasarnos por una fiesta?

-Por supuesto.

-Pues vayámonos.

La cena no ha sido como me esperaba, ha sido mucho mejor. Me ha llevado a una pizzeria, y madre mía; juro que esas son las mejores pizzas que he comida en toda mi vida, estaban echas al estilo italiano. Durante la cena hemos estado bromeando y charlando sobre intereses comunes, nuestra vida, etc.

Cuando venimos en el coche a casa, le he contado que toco el piano y que he compuesto alguna que otra canción. Ha insistido en que cantase, prácticamente me ha obligado y finalmente lo he echo, pese a que lo de cantar en público no es mi fuerte.

-Vaya, cantas genial, ¿nunca has pensado dedicarte a la música?

-No.

Cuando llegamos a mi casa Nathan aparca en mi garaje y nos dirigimos a la fiesta. Vaya, realmente está llena de gente. No me lo explico, si solo han llegado hace una semana...

Me voy hacia el jardín y pierdo a Nathan. ¿Por qué siempre perderé a todo el mundo en las fiestas?

Me dirijo a la cocina, veo mucha comida en la encima, y he visto unos bollitos com muy buena pinta. Decido comerme un brownie, vaya, este brownie sabe algo raro pero bueno imagino que será normal.

Entonces me un cartelito al lado de los brownies que ponen: hierba pero no del jardín

¡Espera! Hierba... Dime que este brownie no contiene marihuana...

Lo compruebo por mi misma cuando al cabo de un rato comienzo a reír sin ningún motivo aparente. Me dispongo a caminar y paso al lado de unos chicos que tampoco se paran de reír, al rededor de esos chicos hay mucho humo y me ofrecen algo...

-¿Qué es?- digo riendo.

-Tú solo aspira chica- me contesta el chico riéndose.

Vaya, realmente es extraño, me siento extraña, pero a la vez con ganas de comerme el mundo.

Rompiendo mi mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora