Rompiendo mi mundo.

Capítulo 21: Nunca te fíes de nadie (parte 2)

-¿Ty?- pregunto en alto sin recibir ninguna respuesta.

Me visto y sigo el olor de las tortitas hasta la parte de abajo de la casa de Ty.

La casa es grande la verdad, tiene 3 pisos; en el primero están la cocina, una habitación, que el comedor y el garaje, en el segundo hay 2 habitaciones y dos baños; el tercer piso solo tiene una habitación y un baño, y esa es la de Ty.

Bajo las escaleras y veo que Ty estaba cocinando tortitas, sin camiseta, como no...

-Buenos días Laia. - me dice con una sonrisa.

-Buenos días. - respondo con una sonrisa.

Desayunamos y charlamos, la verdad que al principio es un poco difícil de que hablar e incluso algo incómodo, pero enseguida encontramos un tema de conversación en el que los dos nos sintiésemos a gusto y ya, obviamente ese tema era de ciencia ficción, como películas, libros, cómics, etc.

Veo que ya es hora de volver a casa, así que me despido de Ty y voy andando a mi casa, ya que creo que no me vendrá mal despejarme un poco después de toda esta noche.

Dios mío, que ha pasado ¡Ya no soy virgen! Dios mío, ¿qué he hecho? ¿he hecho lo correcto? ¿tal vez era muy rápido? ¿tendrá Ty una impresión mía como que soy una chica fácil? Porque espero que no. Lo primero que tengo que hacer al llegar a casas es llamar a... ah no, a Anne no. Bueno, hablaré con David, tras matar a Adam claramente.

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Llego a casa, abro la puerta y me encuentro a Adam y Anne charlando en mi salón de un modo despreocupado.

-He dicho una y mil veces, que esta imbécil no puede entrar en mi casa- sigo teniendo aún el recuerdo de aquel día cuando les pillé besándose y notando como se acelera mi pulso.

-Laia, ¿no crees que deberíamos volver a ser...- dice Anne

-NO -chillo interrumpiéndole- ni se te ocurra decir esa palabra porque nunca serás eso para mí de nuevo -creo que acabo de notar mi corazón partirse un poco más- ahora, fuera de mi casa.

Para mi sorpresa obedece y sale por la puerta caminando. Puedo notar la tristeza que siente; pero ella también debería notar el dolor que he sentido yo.

-¿Y tú eres gilipollas o es que naciste mal? -exalto contra Adam.

-Eh, tranquila, si lo dices por Anne, es porque me dijo que estaba mal...

-¡Me da igual! que sea la última vez que llamas a mi padre para nada, nunca se te ocurra preocuparle ni molestarlo que suficientemente mal lo ha pasado ya. Estúpido.

Me voy  a mi habitación dejando a Adam con la palabra en la boca. Me pongo los cascos, cierro la puerta con llave y le doy al play en mi lista de Spotify.

Estoy pensando, tal vez, la venganza que tenía contra Anne era demasiado... Incluso podría ir a la cárcel...

Pero recuerda lo que te hizo, puede que sea bueno vengarse pero en una menor medida

¡Ay! Cuanto tiempo sin escucharte conciencia. Tal vez debería vengarme, o tal vez no. Es cierto que me hizo daño con lo de Adam, pero también ha estado en muchas otras veces que la necesité. Creo que simplemente voy a dejarlo pasar. Ahora tengo que empezar a relacionarme con otra gente, también tengo a Ty...

¡Cierto Ty! ¡Tengo que mandarle un mensaje!:

''Hoola Ty, me preguntaba si hoy te apetecería venir al cine'' - pulso enviar, y enseguida recibo una respuesta.

''Claro, ¿puedo invitar a otros amigos?'' -vaya, tal vez no quiera estar a solas conmigo...

''Por supuesto :)''

''A las 6 paso a buscarte guapa ;)'' -este chico... siempre se despide con un cumplido... inconscientemente comienzo a reír, hasta que escucho que alguien está petando tan fuerte en la puerta que parece que la va a tirar.

¿Será Adam? Solo hay una manera de comprobarlo y es abriendo la puerta.

-¿Qué?- espeto abriendo la puerta.

-Dios mío Laia estaba muy preocupado -es David, menos mal.

-Tranquilo, estoy bien, la fiesta de anoche fue muy normal, bebí un poco y dormí en casa de Ty, porque no me dio tiempo...

-No, si creo que ya todo el mundo sabe que Ty y tú habéis tenido algo, porque os han sacado fotos.

-¿¿QUÉÉÉ?!

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