Capitulo 14

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Capitulo nuevo mis queridas chansoo's DISFRUTENLO !!!
Aviso que actualizaré mas ya que pues ya tengo vacaciones oh s
Yeah!! ❤👌😉

Mis ojos estaban clavados en los suyos. Esas profundidades color D.O, estaban llenas de emociones, llenas de amenazas, y podría decirse que hasta de miedos.
-Bueno, vamos a comenzar -habló Shin. D.O giró la cabeza para mirarla.
-¿Tú vas a sacar las fotos? -le preguntó algo nervioso.
-Si, ¿Cuál es el problema? -le preguntó su madre.
-No, nada -dijo y volvió su vista al frente. Soltó un leve gruñido.
-¿Qué sucede? -le pregunté.
-Esperaba que mi madre no fuera la fotógrafa -me dijo.
-¿Por qué?
-Porque a veces... pide demasiado...
-Ahora Chan, pon tu brazo izquierdo alrededor de la cintura de D.O y acércalo a ti cuando yo te diga -me dijo. Hice lo pedido y cuando dijo ya, lo acerqué a mí haciendo que chocara levemente contra mi pecho.
-Perfecto -habló Shin -Ahora mírense a los ojos. D.O pon tus manos sobre sus hombros y acércate más a su rostro. D.O giró la cabeza para mirarla.
-Shin... -la llamó por su nombre, como forma de advertencia.
-Haz lo que te digo -dijo ella. D.O obedeció y se acercó más a mí -D.O, quiero que dirijas tu mirada a la cámara. Tú Chanyeol, solo mírala a él.
Otro flash iluminó todo.
-¿Cuántas fotos más vas a sacar? -preguntó D.O.
-Varias, varias -contestó rápidamente Shin -Ahora quiero ver deseo, mucho deseo.
-Tus peticiones son ordenes para mi, Shin -le hablé.
-¡Nooo! -gritó él .
-¡D.O, actúa como si desearas a Chanyeol o te reduzco el sueldo! -lo amenazó.
-Vamos tempanito de hielo, haz caso. Las mamás siempre tienen la razón, ¡Deséame!
-Como los odio -musito él.
-Ahora Chanyeol, levanta a D.O sobre ti y coloca una de tus manos justo cerca del parche en donde esta la marca y la otra en su espalda.
-Mamá, ¿desde cuando las fotografías se volvieron tan... pornográficas?
-Ay D.O, eres tan... quisquilloso. Haz lo que te digo, así terminamos todo esto rápido.
Él murmuró algo que no logré entender.
-Vamos cariño, arriba -le dije y lo alcé sobre mí.
Sus piernas se cerraron alrededor de mi cintura, y sentí que iba a volverme loco ante el adictivo aroma de su perfume.
-D.O, peina su cabello hacia atrás con tu mano. Y mírense las bocas.
Parecía que él ya no iba a protestar. Su mano se enterró en mis cabellos peinándome hacia atrás, y sus ojos se clavaron en mis labios, al igual que los míos en los de él.
Luego de media hora, en donde seguimos posando cerca, muy cerca. En donde él posó solo, y de verdad parecía un modelo profesional, haciendo caras y gestos. Hasta yo tuve mis poses solo, y debo decir que soy más bueno de lo que pensaba.
-¡Excelente, hemos terminado! -dijo Shin contenta. Todos aplaudieron -Muchachos, las fotos son increíbles, hermosas.
-Voy a cambiarme -sentenció D.O sin prestar atención a su madre. Shin se giró a verme.
-Ahora está irritado, pero ya se le va a pasar -me aseguró.
Asentí y me fui a cambiar.
Cuando volví él ya estaba, guardando unas cosas dentro de su cartera. Me acerqué a él.
-Comentas algo sobre esto, y te juro que iré a buscarte y te arrancaré uña por uña, ¿escuchaste?
-¡Gente, estás fotos van a la portada! -gritó Shin desde su despacho.
Sonreí levemente y me acerqué hasta su oído. Él estaba de espaldas.
-Por mí, nadie se enterara -le dije. Se giró a verme rápidamente.
-Por favor, por lo que más quieras, renuncia -me dijo. Reí por lo bajo.
-¿Y perderme la oportunidad de poder apreciarte los fines de semana? -le dije.
-¿No te parece que ya son suficientes los días que tengo que soportarte en la Universidad?
Sonreí con los labios apretados y respiré profundamente.
-No, ¿algo más?
Me miró con ojos venenosos. Y si las miradas mataran, hace rato que a mi ya me estarían velando.
-Eres una peste, pero ya voy a encontrar la forma de deshacerme de ti.
-Que lindo eres -dije con tono dulce -Yo también te adoro, cariño
Hizo un sonido de indignación y tomó su abrigo.
-¡Shin! -la llamó. Está se asomó por la puerta -¡Me voy a cuidar a Kai! ¡Adiós!
Shin salió rápidamente de la oficina y se acercó a nosotros. Miré a D.O.
¡Oh, si no estuviera condicionado por un juez, seria por algo más que una simple gripe que lo tendría que cuidar!
-Bueno, te llevo -le dije. Él se giró a verme aterrado.
-¡No, no, no, no! ¡Claro que no! No necesito nada de ti -me dijo nervioso.
-Claro que si, sabes que no me gusta que andes solo por ahí. Y ya que tu auto aun no esta listo lo mejor va a ser que Chanyeol te lleve a donde necesites -le dijo su madre, que luego me miró a mí -Voy a pagarte a parte para que seas su chofer.
-No Shin, esa va gratis -dije y le guiñé un ojo.
-Oh, eres tan tierno -me dijo ella con una sonrisa.
-Puras tonterías -susurró D.O, pero logré escucharlo.
-Tonterías las que usted hace jovencito, y nadie le puede decir nada. Ahora si es tan amable de dirigirse a mi moto que yo lo llevare -le dije y le hice un gesto para que caminara.
-¡Que no! -dijo él -Kai no te soporta.
-Ni yo a él, así que el sentimiento es mutuo. Te dejaré ahí, y te esperaré afuera.
Soltó un suspiró de cansancio.
-¿Dónde dejaste la moto? -me preguntó rendido. Sonreí.
-¡Eso es Chanyeol! -me felicitó Shin -Ahora en adelante te llamare cuando no quiera comer carne.
-¡Ja, ni loco! -advirtió D.O -A mí no me haces comer carne, nunca más.
-Ya veremos -le dije.
Él me miró fijo, y creo que entendió el otro sentido de lo que le acababa de decir.
-Bueno, vayan -dijo Shin y besó la frente de su hijo.
Se fue de nuevo a su oficina. Me giré a ver a D.O y le hice un gesto para que caminara. Suspiró y comenzó a caminar. Nos subimos al ascensor y bajamos hasta el estacionamiento, en donde me había ido a dejar mi moto, luego de hablar con Shin.
-¿Podrías decirme que se te dio por venir hoy aquí? -me preguntó.
Sonreí y me subí a la moto, le hice una seña para que subiera delante de mí. Revoleó los ojos y se subió. Se acomodó bien y se sentó derecha.
-Ya te dije, necesitaba algo que hacer los fines de semana -le dije cerca de su oído.
-¿Y porque tenía que ser esto? ¿Por qué me odias?
Reí por lo bajo, haciendo que él girara su cabeza para mirarme. Aun no había prendido la moto.
Recorrí su rostro con la mirada, buscándole alguna imperfección. Algún error en su creación y confección. No había nada, él era simplemente... perfecto.
-Yo no te odio, cariño -dije sin dejar de mirarlo.
-Pues no parece -dijo y volvió su vista al frente.
Sonreí y arranqué la moto. Me dio la dirección de Kai, y el muy desgraciado vive a unas pocas cuadras de mi departamento. Llegamos y frené frente a una gran casa. Reí por lo bajo. El imbécil aun vive con sus padres, no puedo creerlo.
-¿Vive con sus padres? -le pregunté a D.O, mientras él se bajaba de la moto.
-Si -dijo él y no pudo evitar sonreír, pero al instante dejó de hacerlo -Es solo hasta que se encuentre algo que le guste para vivir.
-Si, seguro.
-Puedes irte, no hace falta que me esperes, no se a que hora terminaré.
-No cariño, ve tranquilo, pero aquí me quedaré. Se lo prometí a tu madre...
Me miró con cara de fastidio.
-¿Acaso no tienes nada mejor que hacer?
-No cariño, no tengo nada mejor que hacer.
Giró sobre si mismo y caminó a grande zancadas hasta la puerta de la gran casa que estaba frente a mí. Reí divertido y vi como desaparecía detrás de la puerta. Solté un suspiró y miré a mi alrededor. Había un Starbucks a menos de una cuadra. Dejé la moto y fui en busca de un delicioso frapuchino. Me quedé sentado en una de las mesas, perdiendo un poco de mi tiempo. ¿Cuánto tiempo
creen que estará allí dentro D.O? ¿No mucho, verdad?
Luego de estar una hora allí sentado, me puse de pie y volví hacia mi moto. Me apoyé sobre ella, sin dejar de mirar hacia la puerta. Miré mi reloj,él aun no salía. Tomé un cigarrillo y lo prendí para poder fumar tranquilo.
Sentí como algo vibraba en mi bolsillo, me sobresalté un poco y me di cuenta de que era mi celular. Lo tomé y miré la pantalla. No sabía quien era, pues no tenía agendado su número.
-¿Hola? -dije al atender.
-Hola Chanyeollie -me habló. Fruncí el ceño al no reconocerlo.
-Hola...
-Baekhyun tonto, soy Baekhyun.
¡Diablos! ¿Para que mierda conteste?
-Aaah, Baekhyun -dije.
-¿Acaso no me tienes agendada en tu celular? -preguntó.
-Mmm, si lo que pasa es que no me había fijado quien era al atender -le mentí.
-Bueno, no importa. ¿Dónde estas?
-Por ahí.
-Chan, ¿Qué tengo que hacer para que vengas a hacer de una buena vez el maldito trabajo de contaduría?
-¿Qué trabajo? -le pregunté.
-¡El trabajo que nos mandaron a hacer de a grupo!
-Aaaaaah, si el trabajo -dije al recordarlo.
-Tenemos que hacerlo hoy mismo. Es para el lunes.
-¿Quién más esta en el grupo? -le pregunté.
-Nadie. Solo nosotros dos...
-¿Quién hizo los grupos?
-¡La profesora tonto! -dijo con voz chillona y soltando una estúpida risita.
¡Aaag, como me exaspera!
-Está bien, voy para tu casa.
-Perfecto, aquí te espero.
Colgué y miré a la casa de Kai. No, yo no iba a irme sin D.O de aquí.
Tiré la colilla de mi tabaco hacia un costado y caminé hasta la casa. Toqué el timbre y luego de unos segundos un señor de estatura bajita y traje de me abrió.
-¿Qué se lo ofrece señor? -me preguntó. Trate de no reír, estoy completamente seguro que esto es un mayordomo. ¡Jongin eres increíble!
-Si, soy amigo del señor Kim, ¿podría pasar a verlo?
-Claro que si joven -dijo y me dio el paso -Suba las escaleras, la tercer puerta a su
izquierda, allí esta el joven Jongin.
-Muchas gracias...
-Albert, señor.
-Muchas gracias, Albert.
Subí las escaleras y me dirigí a la habitación que el amable mayordomo me había indicado. Me acerqué con cuidado, la puerta estaba un poco entreabierta.
-¡Estoy cansado Kai! ¡Cansado de tus estúpidos celos! -dijo nervioso él.
-¡¿Pero porque tiene que trabajar allí?! -le preguntó nervioso.
-¡Mi madre lo contrato! ¿Entiendes?
-¡Pues dile que lo despida!
-¡No voy a pedirle que lo despida! -dijo él.
-¿A no? ¡¿Por qué?!
-¡Porque simplemente ella no va a hacerlo!
Abrí la puerta y ambos se giraron a verme. Los ojos de Jongin se abrieron como platos. Le sonreí irónicamente.
-Oye Kai, siento que te hayas convertido en la incubadora de un virus -le dije mientras me acercaba a D.O, tomaba su abrigo y le tomaba la mano -Pero no te puedo prestar a mi D.O más tiempo

Dangerous ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora