EPILOGO

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Abrí un ojo al escuchar un ruido proveniente de afuera de la habitación. Frunciendo el ceño abrí el otro y me quedé quieto en medio de la gran cama. Giré mi cabeza para mirar al costado de mí y estaba vacía, él no estaba.

— Park SuHa, mi vida, ven aquí. Te dije que no corras más cerca de las escaleras... vas a caerte, mi vida. Y no quiero que eso pase. —escuché su dulce voz, esa era su manera de reprenderlo.

Ya le dije un millón de veces que así, él seguiría siendo un rebelde.

—No lo volveré a hacer, ma —dijo él. Sonreí levemente, era un pequeño demonio.

—YongHwa, mi amor, ¿puedes pasarme tu camiseta? —escuché unos pequeños pasos que pasaban por delante de la puerta.

—Aquí tienes mamá —dijo él y volví a escuchar sus pasos.

—SinB, mi cielo, ¿ya estas lista? —preguntó D.O.

— ¿Dónde está mi muñeca rosada, mami? —preguntó con voz preocupada.

— ¿Te fijaste debajo de la cama? —dijo su madre-padre.

— ¡Aquí esta! —dijo contenta.

—Bueno, ¿ya están listos? —les preguntó.

—Casi —dijo YongHwa.

— ¿Por qué se están poniendo tan lindos? —dijo D.O.

—Lo que pasa es que queremos impresionar a la maestra de natación —contestó Suha.

Reí por lo bajo.

—Con que eso es —dijo él sin poder creerlo —Ustedes dos son terribles, no puedo creerlo.

—Ya madre-padre, tranquilo —lo calmó el pasivo y a la vez seductor YongHwa —Sabes perfectamente que tú eres nuestra persona favorita.

—Él tiene razón, ma-pa —lo siguió mi otro pequeño galán —Tú eres él dueño de nuestros corazones. Las y los demás nada significan.

—Aay por dios —dijo él divertido — ¿De dónde habrán sacado ustedes dos esa manía de comprarme?

—Tenemos un buen maestro —aseguró YongHwa divertido.

—Ya lo creo —dijo él.

— ¿Papá no irá a trabajar hoy, ma? —preguntó Suha.

—Papi está de vacaciones... hoy comienzan —contestó él —Vayan bajando que el desayuno está listo. Mientras yo termino de peinar a su hermana.

Ellos dos bajaron las escaleras.

—Hija, ven al baño.

—Voy.

— ¿Estás contenta de empezar la escuela? —le preguntó.

—Si, pero tengo miedo —dijo ella.

— ¿Miedo, mi cielo? ¿De qué?

— ¿Qué pasa si me pierdo? ¿Cómo voy a volver? —dijo preocupada.

—Tus hermanos van a cuidarte, no tienes que temer de nada princesa mía —la calmó D.O.

—No lo creo, ellos se la pasan babeando por la maestra de natación. Son unos bobos.

—Te van a cuidar, yo lo sé —dijo divertido D.O.

Sonreí con ternura, mi pequeña es tan hermosa. Tan hermosa como D.O. SinB es una copia exacta de D.O, a diferencia que tiene mis ojos. Con cinco años de edad ya es toda una mujer. Mientras que mis dos muchachitos son iguales a mí, con los ojos marrones de D.O. Suha y YongHwa son gemelos y por ende inseparables. Siete años de pura destrucción masiva... pero ¿Qué sería de mi vida sin ellos?

Dangerous ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora