capitulo 11

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Capítulo nuevo mis queridas chansoo's ❤❤👌

Nos acercamos a una de las mesas donde había comida y cosas para tomar. Él miró esporádicamente la mesa y soltó un frustrado suspiro.
-¿Qué sucede? -le pregunté.
-Puedes creer que no tengan nada que no provenga de algún pobre animal -dijo
-¿Estas seguro? -dije y giré a ver la mesa.
ÉL tenía razón, allí había de todo, pero nada no proveniente de algún animal.
-Son todos unos cerdos -dijo mirando a la gente -Presumiendo su dinero y poder, y riendo con una copa de martini entre los dedos.
-¿No te gusta esta gente?
-Para serte sincero, no. Pero toda mi vida he vivido entre ellos, y aun así no los tolero.
-Te entiendo, esta gente es demasiado irritante -le dije. Se giró a verme.
-¿Vienes seguido verdad? -preguntó.
-Si -dije asintiendo.
-Es la primera vez que vengo a un lugar como este. Y te aseguro que hubiese preferido quedarme en casa, mirando una película y comiendo helado.
Miré a nuestros padres y hablaban animadamente.
-¿Crees que hagan algún negocio? -le pregunté.
-Quien sabe -dijo y los miró también -¿Ese es tu padre?
-Si, él es mi padre -dije en un suspiro.
-No te pareces mucho a él -me dijo. Giré a verlo.
-No, me parezco más a mi...
Me miró esperando a que terminara de hablar. Sentí un pequeño nudo en el pecho, algo que me impedía poder hablar de ella.
-¿A tu madre? -preguntó. Salí de mis pensamientos y la miré.
-Si, si a ella -dije rápidamente. Miré hacia uno de los ventanales y la noche se veía bella. Sería bueno salir un poco -Oye, ¿salimos de aquí?
-¿A dónde? -me preguntó confundido por mi repentino interés de salir de allí.
-Conozco este lugar, he venido antes. Tiene un muy bello jardín, podemos salir a caminar -le dije. Miró a su alrededor y volvió a mirarme.
-Está bien, vamos -me dijo.
Apoyé una mis manos en su espalda y lo dirigí levemente hacia fuera. Salimos y la leve brisa goleó nuestros rostros. No hacía calor, ni frío. La noche en verdad era perfecta. Comenzamos a caminar, por lo que parecía un laberinto de enredaderas.
-Wow, esto es increíble -dijo mirando a su alrededor.
-El jardinero que hizo esto se merece una consideración -acoté -Juguemos a las veinte preguntas.
-Que sean cinco -dijo divertido.
-¿Cinco? ¿Nada más cinco?
-Nada más -sonrió.
-Está bien, acepto tus condiciones. Comenzaré yo -acomodé mi garganta -¿Te agrada haberte encontrado conmigo esta noche?
Rió por lo bajo y me miró de reojo.
-Ciertamente... no me molesta -dijo.
-Oh, eso es bueno -le dije y ambos reímos -¿Playa o montaña?
-Depende -contestó.
-¿De que?
-¿Esa es otra pregunta? -preguntó.
-¿La vas a contar como pregunta? -le dije. Sonrió.
-Si -dijo asintiendo.
-Eres tramposo -lo acusé.
-Depende de la persona con la que vaya. Si estoy con amigos, prefiero ir a la playa. Y si estoy con alguien especial, preferiría ir a la montaña.
-¿Por qué? -dije interesado en saber eso.
-Van cuatro, señor Park -dijo divertido.
-Lo se, lo se. Pero prefiero saber -dije y lo mire.
-Lo mejor de tener frío, es poder entrar en calor -me dijo.
Detuve mi paso y vi como caminaba. Se giró a verme y rió divertido.
-¿Qué te sucede? -me preguntó.
Sonreí levemente y caminé hasta él sin decir nada.
Seguimos caminando y divisé un bonito lugar, era una especie de cúpula rodeada de flores y plantas.
-Vamos allí -le dije y le di mi mano.
Él me miró y con un poco de duda la tomó. Caminamos hasta allí y le di el paso para que pasara. Miró a su alrededor y luego me miró.
-Este lugar es hermoso -dijo.
-Como yo -afirmé. Me miró divertido -Y como tú por supuesto.
-Oh, que galante -dijo divertido.
-Si te pregunto si quieres bailar, ¿la tomas como pregunta? -le pregunté.
-No hay música -me dijo mientras trataba de no reír.
-Tenemos imaginación cariño -le dije por lo bajo.
Estiré mi brazo para que él apoyara su mano en la mía. Rió quedamente y se acercó un poco a mí para tomar mi mano.
Con un leve movimiento coloqué mi mano en su espalda y lo acerque rápidamente a mí. Me miró fijo a los ojos. Apoyó su otra mano sobre mi hombro.
Comencé a moverme de un lado para el otro, haciendo que él también moviera un poco sus pies. De repente escuchamos como un poco de música llegaba hacia nuestros oídos. Giramos la cabeza y un grupo de músicos se encaminaba para tocar algo.
D.O sonrió y bajó la mirada algo sonrojado. Yo les agradecí a los muchachos con un leve movimiento de mi cabeza. Volví mi mirada a él y busqué la suya.
Él trataba de esquivarme, hasta que no tuvo más remedio que mirarme fijo a los ojos. Sus pestañas eran largas y oscuras, provocaban que sus ojos fueran más profundos y cautivadores. Con la música a nuestro alrededor, una maravillosa noche estrellada y por supuesto mi inexplicable atractivo tenía todas las de ganar. Podía besarla...
-¿En que piensas? -me preguntó.
Lo hice girar una vez y lo volví a acercar.
-En las casualidades de la vida -contesté.
-¿Casualidades?
-Si -dije asintiendo -¿No te parece una casualidad todo esto? El habernos encontrado en este lugar esta noche.
-Casualidad, destino o lo que sea. No creo en ninguno de ellos.
-¿A no?
-No -dijo negando levemente con la cabeza -Para mi la vida es otra cosa. Cada uno va armando su propio camino, va tomando sus propias decisiones. Las cosas pasan porque nosotros queremos que así pasen.
-¿Estas queriendo decirme que querías verme esta noche?
Rió por lo bajo y me miró.
-Te queda una pregunta -me dijo.
-¿Puedo besarte?
Sus chocolates ojos se clavaron fijamente en los míos. Recorrí con mi mirada cada perfecta facción de su rostro, cada peligrosa curva de sus labios. Su boca estaba semiabierta. Yo solo debía inclinarme y atraparla.
-No -me contestó. Volví mi mirada a sus ojos.
-¿Por qué no?
-Porque no.
Se alejó de mi agarre y salió de allí dejándome algo confundido. Miré en la dirección en la que estaba caminado, y a paso rápido casi estaba llegando a la entrada del salón, corrí detrás de él y lo alcancé. Tomé su brazo para hacerlo girar y que me mirara.
-Lo siento, siento si te incomodé... no era mi intención. Pero no puedes culparme por querer besarte. No hubiera podido dormir, de no haberlo intentado.
-Tranquilo -me dijo -Por lo menos vas mejorando. Has preguntado y te has abstenido después de una negativa...
Él giró para entrar.
-D.O espera -lo llamé. Se giró a verme -Otra pregunta.
-Ya has hecho cinco, pero... bueno, ¿Qué quieres saber?
-¿Podrás dormir esta noche sin haberlo intentado? -le pregunté.
Él solo me miró fijo y no habló durante unos cuantos segundos.
Pensé que en cualquier momento mi Chanyeol despreocupado y arrebatado iba a salir de mí, para tomarlo de la cintura y besarlo sin permiso, pero giró sobre él mismo y entró sin decir nada.
-Si -dije asintiendo levemente -Eso pensé. No podrás dormir esta noche.
Entré y vi como se acercaba a nuestros padres. Apresuré un poco mi paso y también me acerque a ellos.
-Oh, aquí estas hijo -dijo el señor Kyung -Woo, él es D.O, mi hijo.
-Mucho gusto D.O -le habló él.
-El gusto es mío señor Park -dijo él.
-Él es mi hijo...
-Ya tuve el agrado de conocerlo -lo detuvo el padre de D.O. Mi padre me miró de reojo. Vi como D.O le decía algo al oído a su padre. Su padre nos miró consecutivamente -Lo lamento señores, pero nosotros debemos retirarnos.
-Fue un placer conocerlo, señor Kyungsoo -dijo mi padre.
-Igualmente, señor Park -dijo él.
-Joven -inclinó la cabeza ante D.O.
Él bajó un poco la cabeza.
-Buenas noches -dijo él y tomó el brazo de su padre para comenzar a caminar. Antes de alejarse del todo, giró su cabeza para entregarme una extraña mirada.
'Aaay cariño, se que te mueres de ganas por que vaya hacia ti y te bese como dios manda' pensé sin dejar de mirarlo.
-¿Se puede saber donde demonios estabas? -me preguntó Woo haciendo que deje de mirar a D.O.
-¿Lindo chico, no crees? -le pregunté.
-Deja de hacerte el idiota. Contéstame lo que te pregunte.
-Solo estaba tomando un poco de aire, ¿está bien?
-Te estuve buscando, como un loco, te necesito para una importante charla de negocios.
-Tranquilo, ya estoy aquí para salvar tu trasero.
Me miró con enojo y yo solo lo ignoré.
-Vamos -me dijo y nos acercamos a un grupo de personas que hablaba concentradamente.
Luego de la tediosa velada, yo regresé a mi casa, mientras que mi padre se fue a su departamento. Me quité el abrigo y lo dejé sobre el sillón, para luego sentarme en el mismo.
¡Maldito viernes solo en casa! Podría llamar a los chicos para que vinieran a hacerme compañía. Tomé mi celular y encontré un mensaje nuevo. Era de Luhan.
-Hermano, te conseguí lo que querías. El número de D.O.
Leí y solté una leve carcajada. Guardé el número de D.O y luego miré mis contactos. Nunca había tenido agendado el número de una conquista . No era mi costumbre. Bueno, pero esto era un caso especial. ¿Qué pasa si lo llamo?
Escuché como sonaba una... sonaba otra, una más...
-¿Hola? -me atendió.
-Cariño, pensé que estabas dormido -le dije. Guardó silencio unos segundos.
-¿Chanyeol? -preguntó.
-¿Cómo lo supiste? -pregunté haciéndome el galante.
-Eres el único idiota que me dice cariño -aseguró. Yo reí -¿Por qué tienes mi número?
-¿Qué? ¿Acaso no me lo hubieras dado si te lo pedía?
-Mmmmm, si o no se -contestó.
-¿Dónde estas?
-En mi habitación, en mi casa.
-¿Llegaste hace mucho?
-Hace bastante, si -dijo él.
Reí por lo bajo y miré las puntas de mis pies.
-¿No puedes dormir verdad? -dije al recordar mis palabras fuera del salón.
-¿Por qué? -dijo ella.
-¿Cómo porque? -dije yo.
-Si, ¿Por qué dices que no puedo dormir?
-Porque no me dejaste besarte.

Dangerous ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora