Dangerous Obsesion

Capitulo 64

Me desperté y me senté en la  cama algo agitado. Miré hacia mi izquierda y D.O dormía tranquilamente allí. Solté un suspiro y me volví a acostar. Había tenido una pesadilla, solo eso. Él está bien, él está a mi lado.

— ¿Qué sucede? —su dulce voz rozó mi oído. Giré mi cabeza para mirarlo y él tenía sus ojos bien abiertos.

—Nada, solo tuve una pesadilla —le dije y me acomodé bien de costado para acariciar su rostro.

Él se acercó más a mí y escondió su cara en mi cuello. Sus brazos se metieron debajo de los míos y sus manos acariciaron mi espalda.

—Solo fue una pesadilla —susurró.

—Lo sé —dije mientras cerraba los ojos y disfrutaba de su cercanía — ¿Me das un beso?

—Primero necesito ir al baño —dijo mientras se alejaba.

—No, no... primero un besito —hice un puchero.

—Bien —dijo en un suspiro y se acercó a mi boca. Coloqué mi mano en su nuca y lo acerqué más a mí.

— ¿Me amas? —le pregunté cuando lo solté.

—Mmm... no lo sé —dijo él mientras se ponía de pie. Sonrió y me volvió a besar —Claro que te amo, ¿Por qué lo preguntas?

—Solo quería volver a saberlo —le dije.

—Tontín —dijo divertido y entró al baño.

Aquel sueño había sido tan real. D.O era alejado de mí y nunca más volvía a verlo. Mi vida se volvía miserable y sin sentido. Había sido tan fea la sensación del vacío y el dolor. Me volví a acostar sobre la almohada y me tapé bien con las sábanas. Hacía un poco de frío.

D.O salió del baño y volvió a acostarse a mi lado.

— ¿Qué hora es? —le pregunté.

—Temprano, muy temprano —musitó mientras se acurrucaba entre mis brazos y volvía a cerrar los ojos.

— ¿Qué tan temprano?

—Son las 5 de la mañana, amor.

— ¿Enserio? —pregunté.

—Si —dijo él y besó mi pecho —Aun tenemos 4 horas más para dormir. Así que deja de hablar y cierra tus lindos ojos.

Lo abracé contra mi pecho y cerré mis ojos. Aun la maldita sensación me seguía molestando. Pero decidí ignorarla. Eso solo una sensación, nada significa.

Las cuatro horas que faltaban para levantarnos pasaron volando y D.O fue él primero en levantarse y bañarse. Se puso el uniforme de la Universidad y luego se tiró encima de mí para despertarme mientras sus manos intentaban hacerme cosquillas.

—No vas a lograrlo, no las tengo —le dije sin abrir los ojos.

—Bueno, no tendrás cosquillas pero si te dan calor los besos —dijo él y se metió debajo de las sábanas para comenzar a besar mi pecho y bajar hasta mi estomago.

—D.O... no —le dije.

— ¿Viste? Yo sabía —susurró y su aliento quemó mis abdominales.

—No hagas eso. Espera... porque... ¡D.O! —dije elevando mi voz y sacando las sábanas de encima de él.

Él estaba sentado a horcajadas sobre mí con aquel lindo y pegado uniforme que estaba obligado a usar para asistir al campus. Sonreí al recordar que así mismo lo quería yo cuando estaba encima de Betty. Él mordió su labio inferior y me miró con ganas.

— ¿Por qué no me haces caso y te levantas? —me preguntó.

— ¿Por qué estas sentado encima mío con esa ropa? ¿Acaso piensas que así voy a levantarme y querer salir de esta cama? —le pregunté.

Podría decirse que él casi gateó sobre mí hasta llegar a mi rostro. Sus labios rozaron los míos. Su aroma a ropa lavaba y perfume simplemente me excitó.

—Vamos a llegar tarde mi amor... tienes que levantarte, ahora —dijo.

— ¿Tú estás jugando conmigo? —dije y sin darle tiempo a nada giré sobre la cama y lo atrapé debajo de mí. Él rió divertido.

—Esto no es justo —se quejó él mientras calmaba su risa.

—Y ¿Por qué no?

—Porque yo era el que te estaba controlando... así no vale, Chan.

— ¿Tú controlar? Estas equivocado, amor.

— ¿Estás seguro? —dijo sin dejar de mirarme fijo a los ojos.

Entonces entendí aquello, si él dice que no... a veces realmente es no.

Me bajé de él y me acosté a su lado.

—Está bien, tú ganas —le dije.

Rió por lo bajo y volvió a subirse sobre mí. Bajó su rostro y me besó tiernamente. Intenté acariciar su rostro mientras lo besaba. Pero él tomó mis manos y las dejó sobre la cama. Se alejó despacio dejándome totalmente idiotizado.

—Ahora sí, nos vamos —dijo y se bajó de la cama.

Soltando un gruñido me puse de pie y entré a bañarme. Lo hice rápido pues al ver la hora, solo teníamos media hora antes de que comenzara la Universidad. Salí y me cambié. Bajé las escaleras del cuarto de D.O y me acerqué a la cocina para comer un poco de cereales.

— ¿Vamos? —le pregunté.

—Vamos, amorcito —dijo él con una leve sonrisa.

Salimos de su casa y otra vez en su auto nos dirigimos hacia otro maldita día de clases. Más rápido de lo que esperé llegamos y allí estaban nuestros amigos.

—Hola —dijo contento D.O.

—Hasta que al fin aparecen —dijo Kris.

—Lo siento, se nos hizo tarde —le dije a mi primo mientras daba unas palmadas en su hombro . Saludé a Xiumin y luego les di la mano a Luhan y Sehun.

— ¿Entramos? —dijo Luhan.

—Si, antes de que lleguemos tarde enserio —dijo Sehun.

Caminamos hacia la entrada. Y D.O se detuvo. Nos giramos a verlo.

— ¿Qué pasó? —le pregunté.

—Me olvidé de unos cuadernos en el auto, voy a buscarlos —dijo.

—Te acompaño —dije y caminé hacia él.

—No, amor. No es necesario. Vayan yendo que ya los alcanzo —se acercó a mí y me dio un leve beso antes de correr hacia la salida.

Volví hacia donde estaban los chicos.

— ¿Larga noche, Park? —me preguntó Sehun.

—No le preguntes esas cosas, Oh Sehun —lo retó Kris.

— ¿Qué tiene? —Dijo él confundido —Es mi amigo, toda la vida le pregunte sobre sus aventuras de cama.

— ¡Eres un asqueroso! —dijo realmente ofendido y comenzó a caminar más rápido.