Anécdotas de un inútil

El cromo.

¡Aaay mi madre el bicho! Jajajaja que grande Manolo Lama, solo Lama porque Roncero es un gafe, bueno pero no os vengo ha hablar de fútbol, pa' eso miraros partidos de Cristiano Sanchez, que ese si que es un gafe cada vez que juega su equipo pierde.

Bueno hoy os vengo ha contar ha contar la última anécdota, si señores como oyen, ¡La última! Se que os encantan mis anécdotas (mentira) pero... No soy tan inútil como para tener infinitas anécdotas, mi vida tampoco es que se base en desgracias, bueno que me voy del tema, esta es la última anécdota.

Nos remontamos sobre este año, a principios. Yo colecciono cromos panini de la liga no se si os

lo he dicho pero si, colecciono eso, yo solo quería en ese momento al Cholo Simeone y no lo conseguía ni a tiros, total yo lo deseaba y caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa

JAJAJAJAJA, no ahora en serio, y caminando por la calle me encontré un hombre encapuchado que estaba al tanto de mi problema y me dijo:

-Tu chaval, si tu.

-¿Yo? (Le dije asustado)

-¿Vaya cantidad de cromos eh? (Me dice con tono vacilón)

-Si pero... no tengo el que quiero.

-¿Y cual te falta? Te falta.... ¿Este? (Me dijo mientras me enseñaba un cromo de Simeone)

-¡Joder! ¡Pues sí! (Dije alucinando)

-Es de los mas difíciles de conseguir, te lo puedo dar a cambio de un favor.

-Si dime, que quieres ¿Dinero? ¿Cromos?

-No, es un favor un poco especial, toma el cromo y llámame cuando llegues a casa.

Total el hombre encapuchado se fue dándome el cromo y una tarjeta donde estaba su número de móvil, llegué a casa pero no sabía que hacer...¿Le llamo? ¿No le llamo? Pegué el cromo en mi álbum y tras completarlo decidí llamarle.

Tras hablar con el, me dijo el favor que quería y... Era muy muy peligroso, y muy complicado, os

explico. Quería que vaya a la fábrica de cromos panini, robar un camión y llevárselo a él, su plan

era hacer un intercambio con unos brasileños, ellos le daban coca y el daba el camión de

cromos, si ya se que es absurdo pero a mi no me jodáis son ellos los de la estupidez.

Total que, acepté, no me quedaba otra ya que pegué el cromo en el álbum, me llevaron a la empresa de panini y veía varios almacenes, esta a buscando los camiones de cromos pero no daba con ninguno, hasta que vi una puerta abierta, entré y vi lo que podriamos llamar "El paraíso

de los cromos" caminé sin que nadie se de cuenta y vi otra puerta, la abrí y por fin, vi los camiones.

Vi uno que un conductor se pensaba llevar, corrí hacia el y le dije:

-Espere, espere.

-¿Si?

-Le están llamando, vaya a recepción.

-Un momento... ¿Quién s usted? (Me pregunta con intriga)

-Emm... Soy el hijo del dueño, le llaman de recepción.

-Vale, ¿Puede cuidarme un momento el camión?

-Vale, sin problema.

No puede ser el puto gordo cayó en mi trampa y encima me dejó a huevo el robo del camión, rápidamente me subí al camión, arranqué y me fui con los cromos, no me lo podía creer

conseguí mi cromo de Simeone y robé un camión de cromos sin ninguna represalia.

Llegué al sitio donde me dijo el encapuchado y le di el camión:

-Joder tío, has conseguido robar el camión sin que te pillen, eres un crack (Me dice alegre)

-Gracias, ha sido difícil pero no imposible.

-Bien, vamos a ver cuantos cromos hay... (Dice el encapuchado abriendo el maletero)

-Pues seguro que mucho.... ¿Que cojones?

-Vamos a ver chaval, ¿Tu eres tonto? (Me dice cabreado)

-No pero... Te juro que no sabía esto.

-¿Que creías que iba a caer en tu trampa? ¡¿Eh!?

-Que no tío..

-¡TE CREES QUE SOY IMBÉCIL!

Resulta que los cromos si, eran de panini pero... No eran de fútbol, ¡Eran de los invizimals! No se si sabréis que es eso pero, no era lo que me pedían, los del intercambio estaban viniendo y esos si que no se andaban con tonterías, dominan las armas de fuego a la perfección, el hombre

muerto y el encapuchado quería dejarme con el culo al aire, así que lo que hice cuando llegaron fue irme al baño y llamar a mi amigo el fríe croquetas, cuando llegase pensaba escaparme por la ventana y huir con él.

La mafia llegó, ya oía por la puerta que el encapuchado me estaba dejando vendido y la mafia

buscándome daban tiros a todos lados, llegó el fríe croquetas también, y de repente oía golpes en el baño, eran ellos, querían matarme, así que decidí tirarme por la ventana y caí en el capo del coche del fríe croquetas.

El fríe croquetas arrancó mas que el coche de Alonso, el de ahora no, el de los años de cuando era campeón, y huimos de los mafiosos, algún tiro que otro hubo pero nadie salió herido, bueno el encapuchado murió pero... Que se le va ha hacer.

Como moraleja de esta historia os digo que, ¡No os juguéis la vida por un PUTO CROMO!